martes, 20 de mayo de 2014

El tiempo pasa...


Como cantaría Serrat: "El tiempo pasa..." y si, ya han pasado más de 9 meses desde que mi pareja decidió dejarme.
Últimamente no escribo mucho, no por falta de ganas, sino de tiempo.

Comenté hace algunas semanas que me notaba de bajón, desanimada, y que tenía que tomar medidas, pues es precisamente lo que he hecho, aunque esto me ha supuesto no contar con demasiado tiempo libre...
Cierto es que me doy mis tiempos para pensar sobre lo que ha pasado, ya que no quiero que esto enmascare el proceso de duelo que estoy llevando.


Durante estas semanas de ausencia, además de hacer un gran esfuerzo por continuar con mi vida, darle un nuevo sentido, construir mi nuevo camino sin él, también han pasado algunas cosas.
Contra todo pronóstico mi ex ha parecido, y me gustaría dedicar el próximo post a comentar lo que pasó.

Creo que será de gran ayudar para muchos, más teniendo en cuenta lo que me ha pasado a mí.
Escribiré con más tranquilidad.

viernes, 11 de abril de 2014

Ocho meses...

Ocho largos meses han pasado desde que mi ex decidió dejarme.
No tengo noticias de él.

Parece increíble que después de tantos años de relación, ahora ni siquiera aparezca. Simplemente se esfumó.

Esto me hace plantar algunas incógnitas para las que seguramente nunca obtenga respuesta: si su reacción ha sido esta, entonces, eso quiere decir que llevaba tiempo dándole vueltas al dejarme. Pero cuánto tiempo?...

Cuánto tiempo ha estado él desenamorado de mí?, planeando el romper conmigo?, cuántas mentiras habrá habido durante ese tiempo?...
Cuántas veces yo habré hecho plantes de futuro, mientras tanto él estaba pensando en la ruptura?...

No tengo respuestas para esto. Unicamente sé, que llevaba unos 3 ó 4 meses literalmente "peléandose consigo mismo" para mantener la relación. O eso fue lo que me dijo.

Ocho meses después siento el abismo de su ausencia, siento su lejanía... Y sobre todo, la imposibilidad de poder hacer algo para cambiar esta situación.

A medida que pasa el tiempo, siento que bajo poco a poco por unas escaleras hacia el sótano. Cada vez veo más oscuridad a mi alrededor.

Es evidente que ante esta situación, debo cambiar de actidud. Esta actitud negativa no me está haciendo ningún bien.
Comencé con mi cambio de hábitos, dedicando el tiempo que mi ex se llevaba a otros menesteres, pero el dolor y la tristeza siguen ahí.

Estos ochos meses han sido de reflexión y de adaptación a la nueva situación. Ahora toca un cambio.

miércoles, 2 de abril de 2014

Todavía sigues con eso?...

Esta es, sin duda, la pregunta más extendida cada vez que saco el tema de mi ex... Y es la pregunta más odiada por mí.

Por qué la gente no es capaz de entender por lo que estoy pasando?, por qué no son capaces de ponerse en mi piel?...

Me hace daño escuchar esta frase cuando comento que me está costando superar la ruptura, y que sigo haciéndome preguntas una y otra vez sin poder obtener respuestas.

Es evidente, que ante esta cuestión, la persona que tengo al otro lado no tiene la capacidad de entender el motivo por el cuál me siento así.
Es probable que esta persona jamás haya pasado por una ruptura, y si lo ha hecho, su ex no significaba mucho para ella.
Es evidente que la otra persona no ha pasado por una situación de duelo como estoy pasando yo en estos momentos.

Lo peor de todo es que no tengo respuesta para esta pregunta. O en realidad, no tengo ganas de dársela.
Es normal que después de una ruptura pasemos por una situación muy difícil y complicada para poder superar el dolor que nos han producido.
La mayoría lo entenderán, sobre todo al principio de la ruptura, pero después... querido amigo, siento decirte que a nuestro lado siempre se mantendrán los incondicionales!. Los demás dejarán de apoyarnos poco a poco y nos lo harán saber soltando este tipo de frases...

Consejo?, hay que alejarse de estas personas. Simplemente no nos ayudan. A estas personas no hay que contarles nada.
Lo que nosotros necesitamos en estos momentos es apoyo y una palmadita en la espalda para poder salir adelante, lo que no nos aporte nada, yo lo tengo claro: sobra.

jueves, 27 de marzo de 2014

La actitud de la familia...

Durante los 6 y medio de relación que he tenido con mi ex, he estado muy unida a su familia.

Seis años dan para mucho, por lo que yo fui testigo de cumpleaños, bodas, nacimientos, muertes... de la familia de mi ex.

Siempre me han tratado como a una más, y yo me sentía muy a gusto con ellos.
He pasado fines de semana enteros en su casa, vacaciones...

Y es precisamente por todo esto, por lo que no entiendo la actitud de su familia. Simplemente han desaparecido.
Mi ex me ha dejado, se lo comunica a ellos, les dice que estoy muy mal y lo que recibo por su parte es un silencio. Sencillamente no lo entiendo...

Una cuñada suya le dice que me llamará, para saber qué tal estoy, y mi ex la anima a hacerlo, ya que cree que me hará muy bien. Han pasado casi 8 meses y aun sigo esperando esa llamada...

Pero, qué está pasando?, por qué la familia actúa así?, por qué no me llaman para preguntarme qué tal estoy?... A mis ojos y siendo objetiva, parece que han borrado de sus mentes estos últimos 6 años. Mi ex me deja y automáticamente ya no soy nada para ellos.

A una conocida mía le sucedió lo mismo hace un año, cuando ella dejó a su pareja.
Después de 10 años de relación, no entendió porqué la familia de él no se había puesto en contacto con ella para saber qué tal estaba. Simplemente desaparecieron.

Quiero pensar que la gente actúa así porque no saben qué hacer, no quieren meterse ni involucrarse en un tema espinoso y delicado. Su objetivo es mantenerse al margen de la ruptura.
Y por eso es que nosotros lo percibimos como que están distantes.

También juega un papel fundamental lo que nuestro ex les haya contado sobre nosotros o sobre la ruptura, si hemos salido mal parados en sus comentarios, ellos evidentemente se pondrán de parte de nuestro ex.
Y esto si que no lo podemos controlar.

Yo había pensado en llamarles en alguna ocasión para darles las gracias por todo lo que han hecho por mí en estos últimos años. Sin embargo, pensándolo friamente, considero que deberían ser ellos quienes tienen que ponerse en contacto conmigo, que sé de sobra que no lo harán, pero es lo que les corresponde. Y no a mí, que soy la persona dejada, la que se ha llevado el palo...

viernes, 21 de marzo de 2014

La imposibilidad de amar...

Al principio ni lo pensaba, y ahora que me lo planteo me da cierto pánico.

Me refiero al hecho de rehacer mi vida, a conocer a otra persona, a volver a enamorarme...

Si, mi ex se ha marchado, se ha ido porque ha querido, pero eso no significa que yo no tenga derecho a volver a conocer a alguien.

Lo que sucede es que después de una ruptura, uno sale escaldado y muy dolorido.

Además, o por lo menos en mi caso es así, pienso que si una nueva persona entrase en mi vida, va a ocupar un espacio que en realidad no le corresponde, sino que ese lugar le corresponde a mi ex.
Esto lo que quiere decir es que aun no estoy preparada como para iniciar una nueva relación.

Soy de la idea de no comenzar una nueva relación hasta que no se haya sanado la herida de la anterior ruptura, y eso, querramos o no, lleva su tiempo y su proceso.

Hace muchos años, en una ruptura anterior, me vi en esa situación: A los 6 meses de que mi ex me dejara, me vi en la triste situación de estar besándome en el asiento trasero de mi coche con un chico al que apenas conocía y por el que no sentía absolutamente nada. Sólo lo hice por llenar el vacío tan grande que me había dejado mi ex...
Cuando me di cuenta de la situación, me sentí tanta triste, sola y desdichada, que preferí no continuar y pedirle a esta persona que se bajara de mi coche...

No quiero que se repita de nuevo esta experiencia.

Soy consciente de que me he construido una armadura que protege mi corazón, ahora dolorido y maltrecho, que hace que mis sentimientos estén a salvo de posibles golpes.
He contruido mi armadura de la mejor manera que he podido, he intentado que gruesa y resistente, y eso hace que me sienta muy segura y tranquila: nadie me hará daño.

Pero esta armadura tan gruesa, me aleja de poder sentir nuevamente, ya que no permite que una nueva persona entre en mi vida.
Soy plenamente consciente que esta armadura algún día tendrá que caer. Tendré que ser capaz de destruirla para poder volverme a enamorar. De lo contrario y con el tiempo, mi corazón se convertirá en algo seco, frío y seguramente tender problemas para volver a sentir con plenitude y normalidad.

El duelo lleva su tiempo, y debo ser paciente para conseguir mi recuperación, que sera lo que me permita el poder rehacer mi vida sentimental si llegado el caso me interesa hacerlo.

Mi armadura aquí sigue, brillante y reluciente, aún se sigue construyendo día a día, y espero que en un futuro no muy lejano, yo sea capaz de llenarme de fuerzas e ir rompiéndola poco a poco, agrietándola y debilitándola hasta romperla por completo.