viernes, 5 de septiembre de 2014

Primer año sin él...


Se hizo esperar, parecía que no quería llegar, pero si, llegó... el primer año sin mi ex, el primer año sin su compañía, sin sus abrazos, sin sus besos... mi primer año escribiendo en este blog.
Mi primer año llorando las penas, desahogando mi dolor aquí, y compartiéndolo con vosotros que, con total seguridad, estáis pasando por lo mismo que yo...

Mi primer año llegó en plenas vacaciones. Los días previos yo estaba muy nerviosa y triste por la llegada del primer aniversario, pero sabía que era inevitable, y que con total seguridad sería muy beneficiosa para mí: ya no habrá más primeras vacaciones sin él, no habrá más primer cumnpleaños sin él, ni primeras Navidades sin su compañía... Ya no más.
Ahora es tan solo pensar en lo mal que estaba yo el año pasado por estas fechas, cuando apenas me había dejado, cuando la herida aún sangraba abundantemente.

Y es precisamente esto lo que me preocupa, el ver que ha pasado un año, y si, el dolor no es el mismo: he avanzado mucho, mi día a día nada o poco tiene que ver con el principio: noches enteras sin dormir, el agobio de querer recibir un mensaje, una llamada suya y que nunca llegaba... y pese a todo esto aún siento el dolor.

Siento el dolor de su partida, de su decisión de dejarme, de ver que ahora tengo que continuar mi vida sin él y no sé muy bien cómo se hace eso cuando teníamos tanto proyectos de futuro juntos...

Veo que avanzo, si, pero muy poco a poco. A veces me siento agotada por sufrir tanto, parece que esto no se acaba más, y me pregunto cuándo se acabará...

Tengo claro que mi mejora emocional y la reconstrucción de mi autoestima depende exclusivamente de mi, pero es complicado conseguirlo teniendo dos trabajos y no disponiendo de tiempo libre para poder hacer las cosas que me gusta y poder conocer gente nueva... aunque conservo a mis amigos, apenas puedo verlos.

Estoy consiguiendo sacarme poco tiempo al día, tiempo libre para mí, que normalmente no supera los 40 minutos, ya que enseguida tengo que irme a trabajar al otro trabajo.

En ese tiempo, aunque pequeño, pienso e intento tener mi propios proyectos de futuro. Tengo algunas cosas entre las manos, y a ellas me aferro para continuar con mi vida.
Mis proyectos de futuro son lo único que tengo ahora que me aminan y me mantienen un poco contenta.

Como comentaba, mi primer aniversario se produjo en plenas vacaciones. Ese día fue triste, no dejé de pensar en todo lo que había pasado aquel día: en su llamada, en lo que me dijo, en todo lo que vino después... Incluso estaba pendiente de la hora a la que me dejó...

Al día siguiente me sentí liberada: ya habia pasado, y continúe con mi viaje, tocada, triste, pero un poco mejor que el día anterior.

Y eso me alivió.

Sé que escribo poco, pero como comentaba antes, sufro de escasez de tiempo.
He decidido escribir al menos una vez a la semana, para contar cómo me va, lo que pienso y lo que estoy haciendo para salir adelante.

Me está costando superar esta ruptura, más de lo que yo pensaba inicialemente, pero entre que me he enterado que mi ex ha rehecho su vida con otra persona, mi vida estresante de trabajo... es complicado.
Asique esto me obligará a poner más de mi parte si quiero salir adelante... asique: manos a la obra y a trabajar!.

sábado, 12 de julio de 2014

El reencuentro...

Durante todo este tiempo siempre he imaginado sobre nuestro reencuentro: dónde será?, cómo será?, estaré yo lo suficientemente entera emocionalmente como para que no me afecte?, cuándo será?... y un sinfín de etcéteras...
Sobre todo me preocupaba sobre mi actuación: digna, tranquila, con la situación absolutamente superada, como una verdadera señora...

Pues nada de lo que imaginé fué lo que sucedió hace unas semanas.

Yo regresaba a casa en coche despues de uno de mis trabajos como cada día, con la clara intención de cambiarme de ropa e incorporarme al otro trabajo que tengo por las tardes.
Unas calles antes de llegar a mi casa, me voy acercando a un semáforo que está en rojo, y voy frenando el coche poco a poco. Unos cuantos metros antes de pararme completamente, veo un coche negro aparcado esperando que el semáforo se ponga en verde.

La marca del coche yo ya la conocía, y el color era idéntico. Acto seguido, como un reflejo me fijo en el número de la matrícula: no había dudas, el coche era el de mi ex.
Después de tantos meses desde nuestra ruptura, sin habernos visto y casi sin cruzarnos ni media palabra, me lo encuentro parado en un semáforo cerca de mi casa...

Me fui acercando muy lentamente, os aseguro que el corazón me latía a 1000 por hora, parecía que se me iba a salir de la boca, las manos me sudaban, y creo que me temblaban las manos y las piernas...

Al ir acercándome, tomé la decisión en una milésima de segundo de pararme a su lado, justo en el carril contiguo, pero sin mirarle, como si no le hubiera visto. No sé porqué tomé esa decisión...
Y así lo hice. Me paré a su lado. Os aseguro que tener a tu ex a unos pocos metros después de tanto tiempo impone muchísimo. Uno no sabe qué hacer, si mirar, no mirar, sonreir, estar serio... no sabe.

De reojo noto que él se mueve desde su asiento de conductor. Yo, que me mató la impaciencia y la curiosidad, giré la cabeza para mirar.
Yo lo vi a él, después de muchísimo tiempo, se había dejado la barba, se estaba riendo, partiéndose de risa con una persona que estaba sentada su lado.

Por el momento él no me había visto. Aprovechando la ocasión, me incorporo hacia delante para ver quién estaba con él.
Descubro que a su lado hay sentada una chica que jamás había visto. Los dos se estaban riendo.

En una centésima de segundo noto que mi ex se va a girar hacia mí, asique me echo hacia atrás, y miro hacia el frente, como si estuviera pendiente del semáforo.

De reojo noto que él me ha visto. Era evidente que me había visto, porque percibí que se me quedaba mirando.

El semáforo se pone en verde, yo acelero y me voy a casa.
Mientras estoy en el segundo trabajo, no dejo de darle vueltas a lo que he vivido, y no dejo de preguntarme quién será aquella chica...

Cuando llego de madrugada a casa, y ya no aguantando la curiosidad y rompiendo todas las reglas básicas de las que he hablado en este blog, entré en su perfil de Facebook.

Allí descubrí que esta chica es su actual pareja. No llevan mucho tiempo juntos, tan solo unos pocos meses.
Él no dudó en colgar fotos de ellos juntos viajando y compartiendo momentos.

En ese instante sentí una horrible sensación de vacío, me faltaba el aire y el corazón se me aceleró. Me invadió una enorme tristeza, una invasión de sensaciones muy confusas.

De esto han pasado unas semanas, y sigo sin poder terminar de asumir la noticia.
Me cuesta asumir que él ya está con otra persona, que ha rehecho su vida, que una nueva persona ocupe el lugar que hasta hace unos cuantos meses ocupaba yo.
Me cuesta asumir que mientras yo aún sigo llorando, triste e intentando superar la ruptura, él ya ha pasado página. Quizás esto último es lo que más me duele, que él haya pasado página.

Ahora mismo, por temas económicos tengo dos trabajos, salgo de uno, paso por mi casa, me cambio y me voy al otro y trabajo hasta las 12 de la noche, para repetir la operación al día siguiente.
Casi no tengo tiempo ni para pensar, estoy siempre triste, siento que esto está siendo demasiado duro para mí, y me cuesta sonreir.

Me agarro al hecho que el saber que él está con otra persona me ayudará a superar esta ruptura, porque si él ya ha pasado página, si él ya tiene pareja, si él ya se ha olvidado de mí, entonces ya no quedan esperanzas, ya no queda otra más que asumir que él no volverá, que mi relación se ha acabado.

He hablado muchas veces en este blog sobre la importancia de asumir la realidad, de asumir que la relación se ha terminado, porque solo de esa manera podremos superar la ruptura.
Yo lo he escrito muchas veces, y hoy lo estoy viviendo en mi propias carnes.
Por primera vez después de tanto tiempo, dejo de estar anestesiada para sentir la realidad, una realidad tremendamente dolorosa, pero real al fin y al cabo.

Ahora que estoy tocando fondo solo me queda levantarme de las cenizas y seguir adelante...


domingo, 25 de mayo de 2014

Apareció...

Comentaba en un post anterior que mi ex ha aparecido.
Lo hizo de la manera más cobarde. Sin embargo, en mí tuvo unos efectos nefastos...

Hace unas 2 semanas aproximadamente abrí mi correo, y cuál fue mi sorpresa cuando descubro que mi ex me había enviado un email hacía unas horas.

Primero tuvea  una sensación de incertidumbre, de duda, de miedo, de escalofríos, de nerviosismo... todo a la vez. Ha pasado mucho tiempo sin tener noticias suyas...

Abrí el correo que me enviaba. No escribió muchas líneas.
Me pregunta qué tal estoy, cómo me van las cosas después de tanto tiempo sin saber nada de mí. Me cuenta algunas cosas de su vida, como que se ha cambiado de trabajo.
Aprovecha la ocasión para adjuntarme unas fotos de una sobrina suya que ha nacido hace unos 5 meses, y que yo no he llegado a conocer.

No sabía qué hacer, si responder o no, y en caso de hacerlo qué decirle.

Y si, aun teniendo las cosas tan claras como parece que las tengo me dejé llevar por el engaño de mi inconsciente y caí, si, caí en sus redes y le respondí el email. Nunca debí hacerlo...

Le respondi diciéndole que su sobrina era muy guapa, que me alegraba mucho de su nuevo trabajo. No le conté nada de mí.
Él no tardó en contestarme tal solo unas horas después: sin titubeos me pregunta qué cómo estoy. Y nada más.
Yo me limité a contarle que en mi trabajo las cosas iban bien. Y nada más. No quise explicarme cómo me las cosas. Eso me lo reservo para mí...

Mientras tanto, mi inconsciente ha hecho de las suyas: me ha hecho creer que tengo posibilidades de volver, que quizás él se lo está pensando y quiera regresar a mi lado de ahí que me haya escrito... es decir, que he volado como hacía mucho tiempo que no me pasaba, me he inventado una historia yo misma y de ahí a la órbita de plutón...

Pero no, la realidad me ha devuelto a mi sitio: desde que le respondí este último email no he vuelto a saber nada más de él. Simplemente ha desaparecido... Y yo me he quedado destrozada y hecha polvo...

Conclusión?, hoy he aprendido una nueva lección: jamás responder a sus mensajes...

martes, 20 de mayo de 2014

El tiempo pasa...


Como cantaría Serrat: "El tiempo pasa..." y si, ya han pasado más de 9 meses desde que mi pareja decidió dejarme.
Últimamente no escribo mucho, no por falta de ganas, sino de tiempo.

Comenté hace algunas semanas que me notaba de bajón, desanimada, y que tenía que tomar medidas, pues es precisamente lo que he hecho, aunque esto me ha supuesto no contar con demasiado tiempo libre...
Cierto es que me doy mis tiempos para pensar sobre lo que ha pasado, ya que no quiero que esto enmascare el proceso de duelo que estoy llevando.


Durante estas semanas de ausencia, además de hacer un gran esfuerzo por continuar con mi vida, darle un nuevo sentido, construir mi nuevo camino sin él, también han pasado algunas cosas.
Contra todo pronóstico mi ex ha parecido, y me gustaría dedicar el próximo post a comentar lo que pasó.

Creo que será de gran ayudar para muchos, más teniendo en cuenta lo que me ha pasado a mí.
Escribiré con más tranquilidad.

viernes, 11 de abril de 2014

Ocho meses...

Ocho largos meses han pasado desde que mi ex decidió dejarme.
No tengo noticias de él.

Parece increíble que después de tantos años de relación, ahora ni siquiera aparezca. Simplemente se esfumó.

Esto me hace plantar algunas incógnitas para las que seguramente nunca obtenga respuesta: si su reacción ha sido esta, entonces, eso quiere decir que llevaba tiempo dándole vueltas al dejarme. Pero cuánto tiempo?...

Cuánto tiempo ha estado él desenamorado de mí?, planeando el romper conmigo?, cuántas mentiras habrá habido durante ese tiempo?...
Cuántas veces yo habré hecho plantes de futuro, mientras tanto él estaba pensando en la ruptura?...

No tengo respuestas para esto. Unicamente sé, que llevaba unos 3 ó 4 meses literalmente "peléandose consigo mismo" para mantener la relación. O eso fue lo que me dijo.

Ocho meses después siento el abismo de su ausencia, siento su lejanía... Y sobre todo, la imposibilidad de poder hacer algo para cambiar esta situación.

A medida que pasa el tiempo, siento que bajo poco a poco por unas escaleras hacia el sótano. Cada vez veo más oscuridad a mi alrededor.

Es evidente que ante esta situación, debo cambiar de actidud. Esta actitud negativa no me está haciendo ningún bien.
Comencé con mi cambio de hábitos, dedicando el tiempo que mi ex se llevaba a otros menesteres, pero el dolor y la tristeza siguen ahí.

Estos ochos meses han sido de reflexión y de adaptación a la nueva situación. Ahora toca un cambio.