domingo, 3 de septiembre de 2017

El viaje

Hace unos cuantos posts atrás, hablé de un viaje que hice habiendo sido ya dejada por mi ex. Era un viaje que había planeado primero con él, un viaje cuyo destino era Italia.
Unos meses antes habíamos hablado de hacer ese viaje, aunque como ya él estaba pensando en dejarme, no mostró en principio demasiada ilusión. Yo noté esa falta de interés por su parte, pero como estaba siendo la tónica últimamente y teniendo en cuenta que él estaba teniendo problemas en su trabajo, no le dí
demasiada importancia en un principio.

La cosa es que él rompió la relación, y a los 2 meses yo tenía que empezar las vacaciones. No estaba en mi mejor momento, pero quedarme en mi casa sin salir, creí que podía ser muchísismo peor, además, por aquel entonces, yo albergaba la falsa esperanza que él iba a volver... Asique aún me encontraba en estado de shock total, sin creerme lo que me estaba pasando.

Decidí hacer aquel viaje en solitario, 15 días en Italia moviéndome por mi cuenta, recorriendo de sur a norte todo el país, con la única compañía de mi maleta y un coche alquilado durante unos días, el resto me movería por mi cuenta usando tren y autobús...
Ahora que ha pasado el tiempo, reconozco que, teniendo en cuenta la situación emocional que yo estaba viviendo en esos momentos, hacer ese viaje no fue la mejor de las decisiones. Yo aún lo seguía esperando, aún lo seguía queriendo y echándolo de menos.
Me gustaría hablar más al detalle de lo que me ocurrió en aquel viaje, sola, en un país extranjero, porque si bien no era el mejor momento para hacerlo, si es cierto que me abrió la posibilidad de poder viajar sola, de conocer nuevos países y de descubrir una nueva afición: los viajes.
Una afición que hasta la fecha no he abandonado, y gracias a él he conocido muchos países y nuevas culturas.

Viajar en solitario puede ser duro si no estás preparado para ello, pero también puede ser una experiencia inolvidable. Es cierto que yo no tenía con quien viajar, y me vi obligada a ello, no tenía otra opción: o viajaba sola o me quedaba en casa. Yo tenía una pareja o a unos amigos que me esperasen a mi regreso. Pero reconozco que aprendí mucho. Y quería compartirlo con vosotros, mis recuerdos, mis vivencias... Estoy segura que os ayudarán mucho si os estais plantenado hacer un viaje solos por primera vez.

sábado, 22 de julio de 2017

Mis errores... (Parte II)

Hace poco tiempo os comenté que había roto una corta relación con un chico con el que había estado saliendo unos 2 meses aproximadamente.

Ahora que veo la situación con más perspectiva, veo que no me he equivocado en mi decisión: esa relación no iba a funcionanr nunca. Yo no me estaba enamorando de esta persona, era un buen chico, pero no me atraía en absoluto.

El problema es que esta persona no termina de aceptar la situación. Cuando decidí romper con él, fui lo más clara que pude en mis motivos, no quise engañarle porque me negaba a que pasase por lo mismo que yo con mi ex. Los engaños, las medias verdades al final se descubren y hacen mucho daño.
Pues bien, al principio, no se lo tomó nada bien, como era de esperar, pero ha pasado el tiempo y el tema no mejora...

Al principio se mostró desesperado (quién no recuerda ese sentimiento?) al ver que me perdía, pero cuando comprobó que mi decisión no tenía marcha atrás comenzó a mostrarse violento.
Comenzaron los insultos y las descalificaciones. Me ha llamado "falsa", "actriz", "mentirosa"... Por supuesto, yo no he entrado en su juego, y no lo he hecho porque entiendo su situación.
Yo nunca insulté a mi ex. NUNCA. Pero entiendo por el proceso que está pasando esta persona. Y estoy segura que dentro no mucho tiempo se arrepentirá de todo esto.
No es él quien habla, si no su dolor y su incredulidad ante la ruptura. Aunque debemos tener claro que hay que evitar estas situaciones a toda costa. Aunque nos hayan dejado y nos duela el alma, no se debe faltar el respeto a nadie, y menos con quien hemos compartido tantas sensaciones y vivencias, no podemos cruzar esa línea roja bajo ninguna circunstancia, dirá poco de nosotros y nos dejará en mal lugar. Aunque nos cueste, no podemos entrar en este campo.
Si queremos recuperar a nuestro ex, insultándole y faltándole el respeto es la peor de las maneras.

Es mi ruptura vivida la que me ayuda a comprenderle, y a no juzgarle.

Ha pasado ya un tiempo desde que he roto con él, y si bien ha estado una temporada tranquilo, ha vuelto a las andadas mandándome mensajes al móvil.
También he recibido algunos emails suyos como si los mandase por accidente, poniendo en copia a más gente y haciendo de cuenta que me lo ha mandado sin querer...
Yo pasé por eso, seguramente tú también, y este chico no es la excepción.

El duelo es un proceso en el que vamos asumiendo la situación, no exenta de dolor y sufrimiento, pero si llena de aprendizaje para un futuro.
Debemos amoldarnos a la nueva vida que tenemos, y eso requiere un tiempo de adaptación y asimilación.

miércoles, 31 de mayo de 2017

Mis errores... (Parte I)

Un corazón roto en un momento de debilidad puede hacernos cometer grandes errores de los que después nos arrepentiremos.
Quién no ha escrito una carta de amor a su ex declarando sus sentimientos?, quién no ha intentado cruzarse (forzando la situación) con la persona que le ha dejado para actuar como si la situación fuese accidental?, quién no ha pronunciado las frases “te quiero”, cuando la otra persona ya había roto la relación?.

No eres el único, ni serás el último. Yo lo hice. Y seguro que más de uno de los que entran aquí también lo ha hecho. Ante todo, he de decirte que es absolutamente normal

Ante una ruptura sentimental es difícil mantener la cordura. No quieres que la relación se rompa, e intentas por todos los medios, aunque sea con un mínimo resquicio de esperanza, recuperar a la otra persona a cualquier precio, y esto te empuja a hacer cosas que, con total seguridad, después te arrepentirás.
Nuestro miedo a perder a la persona a la que amamos, el tener que asumir que a partir de entonces debemos seguir caminos distintos en la vida, no es fácil. La resignación es lo último que queremos, y luchamos para no conformarnos. Es precisamente en esta lucha de no conformarnos cuando aparecen esta “situaciones” en las que, pasado un tiempo, no queremos ni recordar.

Os contaré algunos de los errores que cometí una vez mis ex me dejó para que os sirva de ejemplo.
Yo, a las pocas semanas que mi ex rompió conmigo, escribí un listado de las cosas que me gustaban de él, y también detallé aquellas cosas que no habían funcionado en nuestra relación desde mi punto de vista.
En lugar de guardarme esa hoja para mí, cometí el error de llamarle por teléfono y leersela.
Mi ex, alucinando, me escuchaba callado sin decir nada, mientras yo, con la voz temblorosa y llorosa, le leía "mi listado de la compra".
Mi ex no dijo prácticamente nada. Tampoco tenía mucho que decir.
La situación era totalmente ridícula, porque si bien mi ex me dejó sin decirme jamás que había dejado de quererme, era evidente que había roto conmigo por eso, pero yo no quería verlo en aquel momento.Y yo, en aquel monólogo telefónico, estaba intentando por todos los medios recuperar algo que ya estaba muerto... Obvio que necesité tiempo para darme cuenta de ello, pero el ridículo ya lo había hecho.

Qué estúpida me siento hoy viéndome a mí misma contenta por haber llamado a mi ex y haber hablado un rato después que él me había dejado!. Se puede ser más tonta??. Por suerte, él eso, no lo sabe...

Lo mejor vino pasados unos meses. Por aquel entonces yo escribía un diario, un diario que solo leía yo y en el que contaba mis más sinceros sentimientos hacia él: como había vivido la relación, como llevaba la ruptura... en fin, los sentimientos más íntimos que no se los cuentas a nadie.
No contenta con mi hazaña del teléfono, volví a repetir la acción, enviándole por email aquel diario. Es lo peor que pude haber hecho...
A los pocos días lo llamé, para preguntarle si lo había leído, y él, visiblemente molesto, me dijo que si, aunque no quiso entrar demasiado en el tema. Me dió largas y era evidente que no quería hablar conmigo. Enviarle aquel diario fue un grandísimo error!.

En otra ocasión, concretamente el último día que lo vi, y haciendo una semana que me había dejado, entre llantos le hice la pregunta más tonta que le he podido hacer: "qué voy hacer yo ahora sin ti?". La respuesta era obvia: seguir mi camino. Pero yo en aquel momento necesitaba soltar aquellas palabras, y creo que lo hice sin pensar.
Lamentable recibí como respuesta por su parte, y de muy malas maneras: "Y a mí qué me cuentas??, ese es tu problema!!".

Como veis, yo también hice el ridículo en muchas ocasiones. Pero sabéis qué?, no me arrepiento. No me arrepiento porque en aquel momento era lo que yo sentía, y porque no puedo perder la perspectiva que aquellos tiempos fueron muy difíciles para mi.
No debemos culpabilizarnos por cosas ridiculas que hayamos hecho: nosotros queríamos mucho a una persona, y lo que hicimos fue fruto de ese amor que sentíamos por ellos. Y en eso, no hay nada de malo. Es comprensible, es lícito y es humano.

martes, 30 de mayo de 2017

Cuando las cosas no funcionan...

Así he querido llamar este post, “cuando las cosas no funcionan”, porque por primera vez, después de la ruptura, me he visto en el papel del dejador.

Os comenté hace algún tiempo, que había comenzado una relación con un chico, al cual había conocido en una fiesta de solteros. Yo, sinceramente, en un principio no tenía grandes expectativas con él, preferí mantenerme siempre cauta, dejándome llevar y viendo que pasaba. Yo prefería que todo fuera más despacio, llevo mucho tiempo sola y meterme en una relación me da mucho vértigo.
Él, por el contrario, cada día se ilusionaba más conmigo. A mí me parecía que él corría demasiado, planeado proyectos de futuro que yo soy incapaz en este momento de poder ofrecer a nadie, después de todo, solo hacía 2 meses que nos conocíamos y yo aún no me siento 100% preparada para entregar mi corazón a nadie.
Sabiendo por lo que he pasado, pues conoce mi situación emocional, planea proyectos sin tener en cuenta que necesito mi ritmo, mi espacio. Pese a que le advertí de esta situación, él estaba más pendiente de sus proyectos que de mis necesidades reales. En definitiva, íbamos a 2 velocidades diferentes. Él necesitaba una pareja a su lado, y yo tiempo y espacio para poder amoldar una nueva persona a mi vida.
Tampoco tuvo tacto ni mano izquierda en determinadas situaciones bastante delicadas, lo que hizo que la situación fuera bastante insostenible.

Pero no todo fue culpa suya. Con el transcurso del tiempo, me voy dando cuenta que la magia, que la explosión de sentimientos que yo había sentido cuando empecé mi relación con mi ex, en este caso no se estaba produciendo ni de lejos. Por supuesto que yo no buscaba a mi ex en este chico, pero el tiempo pasaba y aquello no avanzaba.
Al principio, dejé margen, esperando que el tiempo y el roce hicieran aparecer algo, un sentimiento, una ilusión, un hilo con el que poco a poco se podría construir algo.
Pero su forma de ser, de comportarse, su falta de masculinidad… o lo que sea, no me atraían… Y eso no era culpa suya. No era mala persona ni mucho menos, él era así, pero a mí no me gustaba.

Y mientras todo esto ocurría, él se marcha de vacaciones unos días, y es ahí cuando se produce mi toma de decisión: me doy cuenta que lo que siento en ese tiempo, es alivio. No lo extrañé, y yo no estaba contando los días que quedaban para su regreso. Definitivamente estaba perdiendo el tiempo y se lo estaba haciendo perder a él. Tenía que dejarlo.

Pero claro, me invadió un sentimiento horrible de culpabilidad, me sentí una mala persona. Y no tardaron en aparecer en mi mente los recuerdos de mi ruptura, de mi sentimiento de soledad, de dolor, de incredulidad… Me puse en su piel. Y aunque era conocedora que esa relación ya no podía continuar, viví la situación con mucha angustia. Tenía que tomar la decisión, pero no sabía muy bien cómo hacerlo.
Cómo se deja a alguien sin hacerle daño?. Imposible. Es inevitable no hacer daño, pero existen maneras elegantes de hacerlo.
Yo tuve claro que no iba a hacer lo que hizo mi ex conmigo: tratarme mal y darme vagas explicaciones. Yo quería ser clara y sincera con este chico, y quería que él entendiera de verdad porque yo lo dejaba. Yo no iba a poder evitar su dolor, pero si podía hacer que su ruptura no fuese tan inexplicable como lo fue la mía.

El problema era que, conociéndolo, quedar en persona iba a ser un poco peligroso. Yo sabía que bien no se lo iba a tomar (como era normal), y un lugar público era un riesgo elevado de montar un escándalo por su parte. Tomé la decisión mas cobarde que se pueda tomar, y hoy, me arrepiento enormemente: Le escribí una carta.
Escribir me iba a dar la oportunidad de poder expresarle lo que “no-sentía” por él, y explicarle sin tapujos y muy claramente el motivo por el cual lo dejaba. Pero a la vez, me evitaba el tener que quedar en persona, arriesgándome a una escenita por su parte y el tener que afrontar el terrible trago de romper con él cara a cara. Si, lo sé, soy una cobarde.
Creo que ha sido la carta más sincera que he escrito en mi vida. Allí le expongo, de manera delicada, pero sin ocultar nada, el motivo de la ruptura. Me alejé de las frases que me dijo mi ex en su día: “te mereces estar con alguien mejor que yo”, y cosas por el estilo que lo único que hacen es hacerte sentir peor.
Mientras le envié la carta por email, me sentí la persona más horrible del mundo: no solo lo dejaba, sino que además lo hacía por carta… 

Hacía muchísimo tiempo que no lloraba tanto. Parecía que me habían dejado a mí.
Era evidente que me estaba poniendo en la piel de este chico, y que estaba sufriendo la ruptura como si me hubieran dejado a mí, y no al revés.

Yo estuve casi 2 meses con esta persona, y dejarlo fue difícil, imaginaos lo que es dejar a una persona con la que llevas más tiempo, ilusiones, proyectos de futuro, tantos y tantos momentos vividos y compartidos.
Por primera vez me puse en la piel de mi ex, y entendí algunas decisiones que tomó y que en su día tanto critiqué. Por ejemplo cuando mi ex me dejó por teléfono. Después de 6 y medio de relación me llama y rompe la relación en un abrir y cerrar de ojos. No, no fue fácil para él. Yo creo que él tomó la decisión menos dura para los dos, pero sobre todo para él. El tener que decirle a alguien cara a cara que no lo quieres y que deseas romper la relación es sumamente complicado. Yo no pude.
El que deja sabe que la otra persona lo quiere, que quiere luchar por esa relación, que quiere continuar, pero aún así, hay algo que no le encaja y se forzado a romper. Ya lo he hablado muchas veces en este blog, los motivos por los cuales nos dejan.
Es evidente que muchas veces no lo pueden evitar: han dejado de sentir algo por nosotros, y eso hay que respetarlo. Lo que es de obligado cumplimiento son las maneras, de las que he hablado en varias ocasiones en este blog. Mi ex no se portó bien conmigo: hubo una situación de deslealtad por su parte (estaba tonteando con otra chica a mis espaldas y llegó a quedar con ella), me trató muy mal después que me dejó y me dijo cosas que, aunque ha pasado mucho tiempo, cada vez que las recuerdo me duelen profundamente. Eso sin mencionar que en los motivos de la ruptura no fue claro y mintió, como tiempo después descubrí.

La reacción de este chico al recibir la carta no se hizo esperar. A las pocas horas comenzó a enviarme WhatsApp sin parar preguntándome si estaba segura de mi decisión. Yo, habiendo vivido las malas maneras de mi ex, le respondí cuidando mucho el lenguaje y alejándome de toda crueldad. Volví a explicarle los motivos nuevamente, de la misma manera que yo había hecho en la carta.
Contra todo pronóstico, la reacción de él fue la de insultarme. Me llamó mentirosa, falsa y actriz.

Y esto me ha dado pie a mi siguiente post sobre los errores que cometemos los dejados. Los errores que, en un momento de debilidad emocional, todos hemos hecho alguna vez. Yo los hice, y seguramente tú tambié, y no por ello somos personas horribles, somos simplemente humanas.

martes, 25 de abril de 2017

Mi camino sin ti...

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Mi ex y yo llevábamos juntos 6 años y medio cuando él decidió romper la relación. Una relación que 
siempre fue a distancia, y que por circunstancias de estudios primero y de trabajo después, no pudimos juntarnos en una única ciudad. Si había planes de irnos a vivir juntos, es más, yo tenía la posibilidad de pedir traslado a la ciudad de mi ex en unos meses, que nunca se pudo concretar debido a que la relación se rompió de forma repentina.

Yo hacía tiempo que venía preparando nuestra unión: había comprado montones de cosas para nuestra futura casa, él, por su parte también lo hacía, aunque últimamente con menos ganas… Hablábamos mucho de a donde iríamos a vivir, como resolveríamos el tema económico.. y demás detalles.

Yo me veía viviendo en su ciudad, para mí una de las más bonitas de mi país. Me veía teniendo una vida feliz a su lado, por fin juntos, por fin solos!. Solo teníamos que esperar unos meses a que yo pudiese pedir el traslado en mi trabajo y la espera de más de 6 años se acabaría. Atrás quedarían los 650Km. Que nos separaban, los viajes en autobús, en coche, en avión y en tren. Y nuestros proyectos, nuestros planes de futuro, que cada vez eran más míos y menos de él, se concretarían, se harían realidad.
Pero no, no pudo ser. Una llamada de teléfono por parte de mi ex fulminó toda opción. Lo que tardamos en construir años, se desplomó en tan solo unos minutos.

Ya hablé hace tiempo de los sueños rotos, de la tristeza que genera el tener que asumir que no solo hemos perdido a nuestra pareja, sino también los proyectos de futuro que iban asociados con él/ ella. Pero qué pasa con ese sentimiento de vértigo que se produce cuando ves que tienes que seguir con tu vida sol@, sin tu pareja?, cuando los planes que tenías ya no valen, hay que construir unos nuevos, pero cuáles?, por dónde empezar?.
A mí ese sentimiento de vértigo me apareció a los 2 meses de la ruptura. Hasta entonces, yo vivía en una burbuja, en un estado total de shock, con el convencimiento de que mi ex recapacitaría y volvería a mi lado. Pero a los 2 meses de la ruptura, la sombra de la posibilidad que no fuera a volver, que la ruptura era definitiva y no había vuelta atrás, empezó a amenazar mi estabilidad emocional, mis pensamientos, pero sobre todo, mis planes con él.

La simple idea de tener que seguir mi camino sin él me producía auténtico vértigo. Qué hacer?, por dónde tirar?. El sentimiento de vértigo tiene algo bueno: nos estamos empezando a plantear la vida sin nuestro ex. Y aunque parezca una tontería no lo es.
Si durante bastante tiempo hemos tenido una persona a nuestro lado, apoyándonos, queriéndonos y con quienes habíamos planificado unos proyectos de futuro, y ahora esa persona ya no está con nosotros, hay que tener claro que no es fácil tener que planificar nuevamente, rehacer nuestra vida, no solo porque debemos buscar un nuevo camino y eso requiere de ganas, de tiempo, de superar barreras… sino también porque en la mayor parte de las ocasiones nos encontraremos emocionalmente muy sensibles y hará que esa búsqueda sea un poco más complicada.
Tenemos que partir de la base que debemos reacomodarnos, acostumbrarnos a la nueva situación, a nuestra nueva vida, y eso lleva tiempo.

El sentimiento de vértigo aparece como miedo a lo desconocido. Cuando estábamos con nuestra ex pareja, todo era más seguro. Teníamos a alguien a nuestro lado, con quien compartíamos las decisiones, los miedos, las inseguridades… lo que hacía las cosas más llevaderas, pero ahora las decisiones pasan únicamente por nosotros, SOLOS, y el escenario es bien distinto.
Lo desconocido da miedo, si, sobre todo si hemos pasado de cierta edad. Nos sentimos bien cuando nos rodeamos de seguridad, de la rutina, de lo previsible, y nos tiemblan las piernas cuando no sabemos lo que va a pasar, cuando tenemos que tomar decisiones de cierta importancia…

Pero tranquilo, y te lo digo por propia experiencia, el sentimiento de vértigo se pasa, o mejor dicho, aprendes a lidiar con él. Con el tiempo se hace tan cotidiano que pasará a formar parte de tu vida. Ya no te afectará tanto si los planes que tenías ya no se cumplen como esperabas, ahora puedes hacer otras cosas, cambiar de camino y volver a empezar.
El vértigo se hará algo tan habitual que apenas notarás que está. Y no lo digo por decir, lo digo porque fue lo que me pasó a mí, lo que sucede es que queremos que todo pase rápido y ya, y no debemos olvidar que nos encontramos en un proceso de duelo que exige paciencia, tiempo y compresión de los demás, pero también, y sobre todo, de nosotros mismos.

Debemos ser pacientes y sobre todo comprender que el escenario ha cambiado y que nosotros estamos en un proceso de adaptación a una nueva situación que no hemos elegido. El sentimiento de vértigo aparecerá, claro que si, pero si piensas lo siguiente quizás te sea más fácil sobrellevarlo:

1.       Cuando una relación se rompe es importante que, con el tiempo, rellenemos esos espacios que antes dedicábamos a nuestro ex dedicarlos a otras actividades que nos hagan sentir bien. Lo mismo da si es apuntarse al gimnasio, estudiar un idioma, hacer un voluntariado, ir a clases de canto, de piano o de ballet. Descubrir una nueva afición además de enriquecernos nos alejará un poco del mono tema de la ruptura, nos despejará la mente, nos dejará descansar un poco del agobio de la separación. Pero sobre todo, nos ayudará entender que aunque sintamos dolor, la vida continúa, podemos seguir sin nuestra ex pareja. En realidad, sin darnos cuenta, estamos siguiendo nuestro camino, pasito a pasito.

2.       Una nueva actividad en nuestra vida nos puede ayudar a encontrar un nuevo camino. Por ejemplo, yo empecé a viajar (a mi ex no le gustaba mucho), descubrí una nueva afición que se convirtió un poco en mi nueva filosofía de vida. Si mi ex nunca hubiera roto conmigo, seguramente jamás lo hubiera descubierto. Lo mismo lo aplico al gimnasio (nunca antes había pisado un gimnasio en mi vida), y ahora no puedo vivir sin él. 

3.       El sentimiento de vértigo es lo que precisamente nos obliga a movernos. A nadie le gusta estar en esta situación, y es precisamente por ello por lo que queremos salir de ella. No veas el vértigo como algo amenazante, míralo como un impulso para salir adelante. Sírvete de él para salir del agujero. Piensa que el vértigo aparece porque estamos en una fase de adaptación a la nueva situación, y el miedo a lo desconocido es normal. No sabes por donde tirar, qué hacer con tu vida, y el no saber que camino elegir produce inseguridad, pero piensa que estás en un proceso de duelo, y que necesitas tiempo para adaptarte. A algunas personas les lleva unas semanas, otras unos meses, otras incluso años (como fue mi caso), cada persona y cada caso es un mundo, y cada uno tiene sus propios ritmos. Y como no tengas esto claro se te hará muy difícil. NO TE AGOBIES!. Respira hondo, busca tu tiempo, tu ritmo. 

4.       No tener un camino planificado qué seguir es una fuente de oportunidades. Ahora puedes elegir otro camino, que aun quizás no te lo habías planteado porque estabas con tu pareja y se habían barajado otras opciones. Ahora tienes esa oportunidad. Puedes hacer lo que quieras (casi siempre). Os contaré lo que me pasó a mí. Estando con mi pareja y teniendo una relación a distancia, tuve que aparcar mi sueño de irme a vivir al extranjero una buena temporada para no complicar más la situación de lo que ya estaba. Cuando la relación se rompió, y ya sin ataduras, se me presentó la oportunidad de marcharme fuera y lo hice. Y sinceramente, no me arrepiento. Yo me volví, porque no quería quedarme a vivir allí, pero si hubiera querido quedarme lo hubiera hecho, y hubiera vivido unas nuevas experiencias que jamás me habría imaginado antes.

5.       No vivas la incertidumbre con miedo y con inseguridad por lo que pasará o no pasará en relación a tu vida. Ahora te encuentras en una encrucijada en la que debes elegir qué hacer. Pues bien, piensa que elijas lo que elijas será una nueva aventura para ti, nuevas sensaciones y nuevas experiencias. Algunas buenas, otras malas, pero experiencias al fin y al cabo que te enriquecerán. No tengas miedo a lo desconocido, es lo que nos han inculcado. El miedo nos paraliza, no nos ayuda, y nos impide vivir, tener y disfrutar de nuevas experiencias. 

6.       Si no sabes qué hacer con tu vida ahora que tu ex ha roto contigo, te hago la siguiente pregunta: tienes que decidirlo todo ya?, si no te encuentras bien, quédate tranquilo, cura tus heridas, y cuando te sientas seren@ y mejor, piensa con calma que quieres hacer. Como te comentaba antes, las cosas llevan su tiempo, y quizás este no es el tuyo a la hora de tomar decisiones importantes. Tómate tu tiempo y ya te sentirás fuerte para decidir. 

7. Tómate la sensación de vértigo como una parte del proceso del duelo. Al igual que pasas por fases de odio, de depresión, de culpabilidad... el vértigo a seguir tu camino sin tu ex pareja también lo es.

8.       Puedes elegir un camino y equivocarte. Y qué?, nadie se equivoca?. Lo importante no es ver los errores como fracasos, si no como aprendizajes y experiencias vividas.  Míralo como algo que se quedará contigo para siempre.

Cuando sientas el vértigo en tu pecho, que te paraliza, que no te deja respirar, que te agobia… piensa que es normal, que tienes miedo, que te sientes inseguro y que no estás pasando por el mejor momento. En lugar de pensar en la falta de caminos, piensa en la multitud de opciones que tienes ahora o más adelante para elegir, piensa en la infinidad de sensaciones y experiencias que tienes a tu alcance.