sábado, 29 de agosto de 2015

Recapitulando

Comentaba en un post anterior, que hace poco cumplí los dos años de ruptura.
Y sin embargo, después de haber pasado por todo lo que pasé, recién ahora puedo decir que estoy intentando rehacer mi vida.

Madre mía!, cuánto tiempo he necesitado!.

Ahora comienzo una nueva etapa, una etapa que no será fácil, pero que afronto con ilusión.

Después de mi ruptura nada fue igual. Al desengaño amoroso hay que sumarle la separación de mis padres, los problemas económicos, el abandono de mis amigos, el infierno que se había convertido mi trabajo... todo en muy poco tiempo.
Cuando uno está débil emocionalmente, no sabe muy bien cómo afrontar todo esto que viene encima. Y os aseguro que no fue poco.

Cuando mi ex me dejó, no tardaron en llegar los problemas en la oficina. Cambiaron al jefe de departamento y convirtió mi empleo en un infierno. Bueno, el mío y el de mis compañeros.
Mi horario era de 9:00 hs. a 18:30hs., pero jamás se cumplió. Era tal el exceso de trabajo, que yo comenzaba a las 7:30hs. y terminaba a las 23:00hs. Y nunca llegaba... Pese a que trabajaba de lunes a domingo. No tenía día de descanso.
Pero eso no era lo peor. Los trabajadores sufríamos constantes amenazas de despido, nos sometían a reuniones durante horas, cuya única misión era humillarte delante de otro superior.
Siempre había quejas de tu trabajo, por muy bien que lo hicieras.
Un infierno. Un infierno que fue peor porque mientras yo padecía estas calamidades, la situación de la ruptura no dejaba de matillarme la cabeza.

No contenta con esto, a los 2 meses de la ruptura mis amigos empiezan a alejarse de mí. Ya no me llaman tanto ni se preocupan por mi situación.
Cuando mi ex me dejó, todo el mundo me llamó. Yo creo ahora que fue un poco por cotilleo.
Al principio todos quieren ayudarte, pero cuando ven que la cosa va para largo, la gente lo que ve en ti en un problemas con patas. Y se aleja.
A la semana de haber roto, yo tuve que escuchar de sus labios ese "tienes que pasar página ya". Me resultó Kafkiano en su momento, y ahora que ha pasado el tiempo mucho más.
Es evidente que la persona que dice eso, no te comprende, y seguramente no ha pasado por lo mismo...
Mi círculo de amistades se fue alejando, hasta que desaparecieron por completo meses después.

La guinda de la tarta la puso la separación de mis padres, después de 32 años de casados. No había pasado ni un año de la ruptura.
Los meses previos a la separación fueron un infierno. Vivir en casa era un tormento, había muy mal rollo y el aire se cortaba con un cuchillo.
La cosa se relajó cuando mi padre se fue, aunque su marcha fue triste y no exenta de polémica. Sin embargo, las reacciones de los familiares no tuvo desperdicio, y a la ya angustiosa situación, no hicieron mas que empeorarla. No recibimos ayuda de nadie.
Mi madre y yo nos quedamos solas. Física y mentalmente.

De más está decir, que el estado ánimo de mi madre era un desastre. Estaba todo el día tirada en la cama llorando, deprimida, sin ganas de nada. Yo llegaba de mi trabajo - infierno, con la cabeza a punto de estallar por la ruptura, y me encontraba en este estado a mi madre. Y yo tenía que tirar de ella como buenamente podía para animarla. No siempre lo conseguía.

A raíz de todo ello, comenzaron los problemas económicos. No llegábamos a final de mes. Hubo que apretarse mucho el cinturón y yo tuve que buscarme otro trabajo.
A esto hay que sumarle que la mitad de los electrodomésticos de la casa dejaron de funcionar, electrodomésticos importantes como la lavadora, la caldera de agua o la vitrocerámica.
No había forma de postponer su compra, asique a nuestra ya triste situación económica había que sumarle unos gastos extras que no estaban previstos.

Y por supuesto, entre medias, surgían problemas del día a día, que cuando uno está bien los afronta sin problemas, pero como uno está tambaleante, reacciona como puede, a veces no de la mejor manera posible, y hace que la vida sea un infierno.

sábado, 22 de agosto de 2015

De vuelta de las vacaciones

Hola a tod@s!!, acabo de regresar de las vacaciones!. He estado unas semanas fuera, disfrutando, descansando y desconenctado. Cosa que siempre viene muy bien!.

Ahora toca vuelta a la rutina y a la realidad.

Durante mis vacaciones, cumplí los 2 años de ruptura. Me parece absolutamente increible que haya pasado tanto el tiempo, aunque en algunos momentos he tenido la sensación que pasaba demasiado lentamente...

Aquel día claro que me acordé. Y reconozco que no fue un día cualquiera, pero tampoco me afectó demasiado emocionalmente. Yo me dediqué a disfrutar de mis merecidas vacaciones.

Si me ocurrió algo llamativo. Un día, mientras estaba desayunando, estaba mirando el móvil y éste se apagó súbitamente. No volvió a encenderse. Tuve que mandarlo a reparar. Mientras tanto, estuve usando un móvil que me prestaron. Tuve que instalar el Whats'up en el teléfono prestado a la espera de tener el mío nuevo.
Fue ahí cuando empecé a chequear mis contactos, para ver que no había perdido ninguno, y descubrí, no sin sorpresa, que mi ex me había bloqueado en el Whats'up.

Yo nunca borré su número, por el simple motivo que si algún día él contacta conmigo saber quién es, ya me ha pasado en otras ocasiones con otras personas. En ningún caso he mantenido su número para saber qué es lo que hace, llamarle o mandarle un mensaje. Nunca le he mirado en el Whats'up en el último año. No me interesa lo que hace.

Desconozco hace cuando tiempo que me ha bloqueado, y mucho menos el motivo por el que lo ha hecho. Me quedé pensando en aquello, y de alguna manera me hizo sentir la mala de la historia, pero después pensé que por algo lo habrá hecho y "vete tú a saber...".

Es sumamente complicado entender y estar dentro de la mente de otra persona... Y sobre todo, una pérdida de tiempo...