jueves, 31 de mayo de 2018

No hay pérdida sin ganancia... (Parte III)

Cuando las circunstancias te dan la posibilidad de poder vivir otras experiencias, te das cuenta que la vida que te esperaba junto a tu ex no era tan ideal como pensabas.

Por supuesto, es necesario que pase bastante tiempo para darse cuenta de esto. Y en mi caso particular, llegué a esa conclusión hace algunos meses cuando espié el Facebook de mi ex.  Viendo las fotos, vi como hubiera sido mi vida de haber seguido a su lado: previsible.

Francamente me resultó curioso constatar cómo aquella vida por la que yo tanto había llorado al perderla, ahora simplemente no la quería, no me interesaba, y mucho menos al lado de mi ex. 

Si bien al principio, nada más ver las fotos con su pareja, con los viajes, y actividades varias me hicieron sentir melancólica, pues representaban todo por lo que yo había luchado durante tantos años y nuncalo había obtenido, tiempo después comprendí que esa vida no era para mí. 

Yo deseaba fervientemente vivir en la misma ciudad con él, tener un proyecto de vida a su lado, comprar una vivienda, formar una familia... Ahora que ha pasado el tiempo y ya no estamos juntos, me he dado cuenta que de haber seguido con él me hubiera perdido todo lo vivido estos años, ya hablé de todo lo que descubrí en mi anterior post. 

Sin embargo, hace poco tiempo me di cuenta que el mayor problema no hubiera sido mi vida a su lado, ya que la vida de cada uno, depende, en gran medida, de cada uno. El mayor problema para mí hubiera sido precisamente mi ex.

Si bien en su perfil de Facebook tanto él como su pareja colgaban fotos de viajes y actividades juntos, lo cierto es que estas actividades parecen más algo fuera de lo común que la norma general, y sobre todo, parece que ese tipo de cosas se hacían más al comienzo de su relación que ahora que llevan tiempo juntos. Lo más habitual eran fotos y comentarios de actividades caseras: recetas de cocina, juegos de mesa... Mi ex era una persona a quien le encantaba jugar con la consola, podía pasarse horas y horas jugando. Lo mismo con los juegos de mesa, a los que se estaba aficionando en los últimos tiempos de una manera casi "enfermiza", esto lo que generaba era la sensación de estar perdiendo mi tiempo encerrada siempre en casa. 

Estando aún con él, asumía que la situación era así: siempre en casa; pero ahora me niego a tener esa vida. Me gusta salir a pasear, disfrutar de la naturaleza, salir con la moto... en definitiva, hacer una vida fuera de casa, viviendo y experimentando.
Yo he cambiado, y mucho.

Por otro lado, me llamó poderosamente la atención otro detalle, un detalle en el que no había caído hasta entonces.

Cuando se marchó a vivir a otra ciudad, él creció y maduró a base de vivir en una ciudad desconocida para él, nueva y mucho más grande y donde no conocía a nadie. Evidentemente como él estaba sufriendo unos cambios muy grandes en su vida, cambió y se adaptó a las nuevas situaciones que estaba experimentando. En pocas palabras: maduró. 
Yo, sin embargo, me quedé en casa de mis padres (no había terminado mis estudios aún y no podía moverme),  lo que propició nuestra ruptura: íbamos a dos velocidades distintas, él estaba viviendo unas experiencias totalmente diferentes a las mías en aquel momento.
Cuando él decide romper la relación, yo lo pierdo todo: pareja, proyectos de futuro, la ilusión de continuar a su lado... y teniendo en cuenta que en el mismo momento en el que esto se produce pierdo mi trabajo, mispadres se divorcian, pierdo a mis amigos, empezamos a tener problemas económicos en casa... pues lo que yo no había madurado en su día, me tocó madurarlo en poco tiempo a base de golpes. 

Hoy, que leo los comentarios de mi ex en las redes sociales, me doy cuenta que las tornas se han cambiado. Él maduró en su momento, y sin embargo, se estancó en ese estadio, no evolucionó. Sus comentarios me pareceninfantiles, de una persona que no sale de su burbuja de confort, que en realidad, ha tenido la vida bastante resuelta gracias a sus padres y que todo en la vida no le ha costado nada. 
Sigue con su vida de juegos de consola, de juegos de mesa... y pese a que ya no es un niño, no ha madurado, no ha crecido. 
Yo, de haber tenido una vida junto a esa persona, de no haber sido que mi ex rompió conmigo, seguramente yo sería igual que él. 

Sin duda alguna, y después de analizar la situación con perspectiva, mi ex me desilusiona, y me alegro enormemente de no estar con él. Prefiero la vida que tengo ahora con más actividad, más experiencias... que la que tenía antes. 
Y no es, ni mucho menos,  que mi vida sea perfecta, nada más lejos de la realidad, pero si puedo decir que lo que tengo ahora me llena más que lo he perdido.


sábado, 26 de mayo de 2018

No hay ganancia sin pérdida... (Parte II)

Para mí lo más difícil después de la ruptura, fue crear nuevos hábitos sin mi ex.
Al principio, no podía ni tan siquiera planteármelo, me generaba mucho vértigo pensar que, de aquí en adelante, todo tenía que ser nuevamente construido sin esa persona que durante tantos años me había acompañado a mi lado.

Sin embargo, una vez que me animé, comprendí que todo era empezar, y aunque al principio era duro, desconcertante y extraño a nivel emocional, pronto comprendí que ese era el único camino válido: construir un nuevo camino, buscar nuevas metas sin mi ex.

Lo primero que hice fue irme de vacaciones sola a Italia. Ya lo comenté hace unos cuantos post atrás. Ese viaje, que aparentemente no tenía ninguna importancia, para mí significaba un paso adelante, pequeño, pero un paso adelante en mi recuperación.
Desde entonces, descubrí que viajar era una de mis pasiones. Me encantaba y yo no lo sabía
Mi ex no era un gran amante de los viajes, solo mostraba interés en viajar a la ciudad de sus padres cada vez que teníamos vacaciones, y era lógico, dado que solo los podía ver en esas fechas. Por ello, me perdí la oportunidad de ir a muchos sitios que me hubiera gustado.
Cuando mi ex rompe conmigo, se me abre una ventana enorme de posibilidades: ahora podía viajar donde yo quería y cuando yo quisiera. No tenía que pedirle permiso a nadie…
Gracias a que mi ex me dejó, yo he visitado Italia, Francia, Cuba, México, Egipto, Holanda, Suecia, Irlanda… de haber seguido con él, jamás hubiera pisado esos países. Estoy segura.
Además el viajar sola me ha permitido vivir los viajes de una manera muy diferente a como lo hubiera hecho de haber viajado con pareja. Se vive todo de manera mucho más intensa.

Cuando una relación sentimental se rompe, llegas a una situación emocional límite. Con el tiempo, esa tensión del inicio va mermando, y te da la posibilidad de poder analizar la situación desde otra perspectiva. No sólo reflexionas sobre la relación, sino también sobre uno mismo.
Gracias a la ruptura me conocí mejor a mí misma. Empecé a conocer mis debilidades, mis fortalezas, mis capacidades… Comencé a escucharme más, a tenerme más en cuenta en mis decisiones, cubriendo mis necesidades y no tanto las de otra persona.
Cuando te dejan, debes mimarte y cuidarte como nadie, porque la realidad es esa: nadie mejor que tú para cuidarte.

Cuando te dejan ves otras posibilidades que antes no podías ni plantearte. Yo me marché a vivir a otro país durante una temporada, que no solo me permitió conocer otra cultura, sino también tener otras experiencias y vivencias que de haber seguido con mi ex jamás hubiera tenido. Cuando volví a mi país, ya era otra persona.
Estando con mi ex, no había tocado una moto en mi vida. Después que él me dejó monté en moto por primera vez. La experiencia me gustó tanto que decidí sacarme el carnet para no depender que nadie me llevase. El carnet me costó lo suyo, pero conseguí sacármelo. Primero me compré una moto de baja cilindrada, que hace algún tiempo cambié por una moto deportiva de gran cilindrada, y es con la que me manejo en mi día a día. Si estando con mi ex me hubieran contando todo esto, no me lo hubiera creído…

La lejanía de mi ex me ha permitido plantearme unos proyectos vitales diferentes, con otras posibilidades: la maternidad en solitario, vivir en otra ciudad, cambiar de trabajo buscando otras prioridades…
Y por supuesto, plantearme una relación con otra persona.

Estar solo no es malo, ni es una desgracia. En muchas ocasiones es una opción como la de tener pareja. Para mí está siendo una fuente de nuevas experiencias y posibilidades, el problema es elegir una de las opciones…

sábado, 19 de mayo de 2018

Un pequeño parón...

Antes que nada, quería pedir disculpas porque estos últimos meses he estado un poco ausente del blog. El motivo?: dos pérdidas muy grandes en mi vida, dos familiares muy enfermos que se han marchado, uno en Marzo y el otro en Abril. Dos golpes duros con poco tiempo de recuperación entre ambos.
Aún estoy intentando acomodarme emocionalmente y asumir la situación.

Aunque sabía que este momento iba a llegar, pues ambos estaban bastante enfermos y tenían cierta edad, cuando llega el instante de tener que decir adiós, debes afrontar una situación tremendamente dura y dolorosa para la que en realidad no estás preparada al 100%.

Pese a todo, uno debe asumir que este es el camino de la vida, que es el transcurso normal de las cosas.
Será inevitable, o bien el paso del tiempo, la enfermedad o un accidente, serán lo que nos indicará nuestro punto y final en el camino.

El duelo por una pérdida, es el que me está marcando los tiempos y mi actividad diaria a día de hoy.
Marcada por la tristeza, la desgana y la apatía, recién esta semana he comenzado, muy poco a poco, mis rutinas diarias, y esperando recuperar mi normalidad cuanto antes, aunque respetando el proceso normal de los acontecimientos, ya que luchar contra ellos no hará que me sienta mejor, más bien al contrario…

Con todo esto quiero decir que no me he olvidado de vosotros, claro que no.
Con el ánimo de volver a participar en el blog como he hecho hasta ahora, hoy he comenzado a preparar las siguientes entradas, y continuar por donde lo he dejado.

Asique en los próximos días continuaré con mis reflexiones y me encantará poder seguir leyendo vuestros pensamientos, opiniones y puntos de vista, que me encantan!.