sábado, 27 de febrero de 2016

La ruptura y los amigos... (Parte II)



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En el post anterior os comentaba que yo había empezado por guardar silencio en relación a mi ruptura cuando estaba con mis amigos.
Lo que sentía era incomprensión, falta de sensibilidad... y durante este tiempo nadie me preguntaba qué tal estaba o como lo llevaba.
Todo esto produjo distanciamiento, que se agravó y mucho con otro episodio que sucedió meses después y que fue la gota que colmó el vaso. Hablaré de este episodio en el próximo post, que no quiero adelantar acontecimientos...

Sinceramente, pasado un tiempo, casi un año de la ruptura, y al ver que a los que yo conocía como amigos no estaban respondiendo como tal, decidí romper con ellos definitivamente. Aunque si lo pienso friamente, la relación ya venía rota desde el momento que se produce mi ruptura sentimiental...
Actualmente el único contacto que mantengo con ellos es a través de Facebook muy ocasionalmente.

Pero... qué pasó?, por qué una relación de años se vino abajo en cuestión de meses?. Me costó mucho tiempo saberlo y descifrarlo, pero las siguientes reflexiones seguramente os ayudarán a comprender porque la relación con vuestros amigos no está viviendo el mejor momento:

- Yo tenía unas expectativas sobre mis amigos. Yo pensaba que ellos estaban en las malas, en las duras y en las maduras... pero eso era lo que yo esperaba de ellos, la realidad era que ellos no eran nada de eso.
O por poner un ejemplo, supongamos que en casa tengo un gato precioso, muy cariñoso y atento, y pretendo que sea tan fiel como un perro: que esté siempre a mi lado, que tenga ese grado de dependencia típico de los perros hacia su amo... pues no, no es posible, porque lo que tengo es un gato y no un perro. Los dos tienens 4 patas, una cola, cabeza, dos ojos, dos orejas... pero no son lo mismo...
La culpa no es del gato, si no mía que prentedo que sea un perro cuando en realidad no lo es...

- Ninguno de mis amigos había vivido una ruptura dolorosa. Y no me cansaré de decirlo, solo nos entenderán quienes hayan pasado por lo mismo. Podemos entender que la pérdida de un ser querido es dura y dolorosa, pero si no lo hemos vivido no podremos entenderlo al 100%, o por lo menos darle los consejos más acertados, simplemente porque no hemos pasado por ello.
Quien no ha pasado por una ruptura sentimental dura, entiende que es doloroso y triste, pero a su vez comprende que es cuestión de unas pocas semanas que la cosa se supere...

- Tipos de amigos: A groso modo clasifico a los amigos de "juerga" y de "emociones". Los primeros está claro para que se quieren, y los segundos son a aquellos a quienes contamos nuestros pensamientos, sensanciones, vivencias... más íntimas.
Los primeros son más superficiales. No se meten ni les importa demasiado los sentimientos sinceros, no llegan a profundizar mucho en las relaciones con las personas. En este caso es fácil perder a este tipo de amigos.
En el segundo caso, estas personas son mucho más sensitivas, sensibles y profundas. Y si conseguimos un grado de empatía grande, estas personas podrían ser amigos nuestros durante mucho tiempo!.
Hay que saber elegir bien con cual de los dos grupos queremos quedarnos...

- Evolucionamos. Y no siempre nuestros amigos lo hacen con nosotros... Vivimos y experimentamos sensaciones diferentes a lo largo de nuestra vida. A veces nuestros amigos nos acompañan, y comprenden nuestro cambio, y otras veces no.
Algunas amistades van evolucionando poco a poco de la mano, van cambiado juntas y perdura la relación durante mucho tiempo, pero otras, sin embargo, no es así, y cada uno evoluciona por separado, lo que puede ocasionar un distanciamiento entre las dos partes.

En cualquier caso, es importante entender que ante una situación de ruptura (como cualquier otra situación dolorosa de la vida), debemos rodearnos de las personas que nos ayuden, nos apoyen y nos animen en este duro y largo caminar que supone la superación de una ruptura sentimental.
Tened claro que necesitamos apoyo, y si las personas que creemos nuestros amigos no están a la altura de lo que necesitamos, quizás, sea el momento de plantearnos el lugar que ellos deben ocupar de aquí en adelante.

En mi caso, pasaron de ser grandes amigos, a ocupar una lista de amigos en Facebook, con los que me comunico una vez al año para desearles felices fiestas.
A veces no es necesario echarles de nuestra vida definitivamente como si fueran perros pulgosos, simplemente es darles otro espacio, otro lugar dentro de nosotros.

Que no os de miedo si teneis que tomar la decisión de alejaros de estos amigos porque no están junto a vosotros en estos duros momentos, porque sentís que no están a la altura de las circunstancias o porque os han dejado solos.
Como comentaba en el post anterior, desde el primer momento que sentís ese vacío, tened claro que ya estais solos, y el estar con ellos lo único que hará es haceros sentir más solos aún, porque lo que estais intentando hacer es rellenar un hueco, un vacío...
Pensad que quizás, el seguir con estas amistades, os está cerrando la posiblidad de conocer nueva gente agradable, amable, abierta... que podrían ser amigos vuestros por mucho tiempo...

sábado, 20 de febrero de 2016

La ruptura y los amigos... (Parte I)






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No he querido demorarme mucho en la publicación de este post, ya que desde que anuncié que iba a publicarlo, me habeis escrito emails pidiéndomelo y preguntándome.

Estoy segura que muchas de las sensaciones que describiré, a más de uno le sonará. 

Mi pandilla de amigos lo conformaban personas de mi confianza, algunas más que otras, pero de mi confianza al fin y al cabo. Nos habíamos conocido en la universidad, y desde entonces estábamos juntos.
Ellos conocían a mi ex, aunque como yo tenía una relación a distancia, lo habían visto muy poco.

Cuando la ruptura se produce, todo el mundo me preguntaba que había pasado, que había sucedido... Se les veía interesados por cómo se desarrollaban los acontecimientos.
En ese sentido yo me veía muy acompañada y arropada por ellos.

Pero había un problema: ellos nunca habían pasado por una ruptura dolorosa. Habían tenido sus relaciones y sus rollos, pero ninguna de importancia. En ningún caso habían sido relaciones de años y con proyectos. Y aunque esto puede parecer una bobada, en el fondo marcó la diferencia de lo que sucedió después.

Al principio me ayudaban, quedando conmigo y haciéndome salir de casa, cosa que siempre agradecí. Esta situación duró unas semanas, A partir de entonces todo cambió. Se mostraron distantes, cansados de mi dolor, de las historias de mi ex... ya les resultaba cansado y aburrido.

Evidentemente, una persona que está pasando por una ruptura, su principal tema de conversación (sobre todo al principio) es su ex, la relación, la ruptura... es lo normal. Los buenos amigos están ahí, para escuchar, aconsejar y ayudar. No digo en ningún caso que tengan que estar día y noche acompañándonos, pero si apoyándonos un poco para hacer más llevadero el dolor. O cuando alguno se pillaba una buena borrachera no era necesario llevarlo hasta casa y contaban con nosotros para ello?, o si hospitalizaban un familiar no contaban con uno para apoyarles?, y ni que decir tiene si éste fallecía... Siempre estuve al pie del cañón.
Si a las pocas semanas lo que hacemos es ignorar el dolor de un amigo, entonces, estamos ignorando una necesidad que tiene, un apoyo, y posiblemente estemos aislándolo en su propio sufrimiento, porque siente que nadie le comprende y que a nadie le interesa lo que le sucede ni cómo se siente.

Eso me pasó a mí. A la semana de la ruptura, jamás olvidaré las palabras de una de ellas: "Tienes que pasar página ya". Cómo????, hace una semana que mi pareja de más de 6 años me ha dejado y quieres que lo olvide???. Cómo se hace eso????.
Yo no estaba sufriendo por gusto, estaba sufriendo de verdad...

Evidentemente, ante este tipo de situaciones, uno tiende a dejar de hablar de la ruptura, del ex y de lo que siente. Se lo guarda uno para sí, porque dentro de uno mismo es el único lugar donde nadie le recrimina el estar preguntándose esto o lo otro.
Nunca me cansaré de decirlo: si hay algo que caracterizó a mi ruptura, fue la sensación de tremenda soledad. 

Yo seguía quedando con mis amigos, y evitaba el tema para evitar reproches o quejas. Por lo que terminaba estando en un sitio en el que no quería estar y con la gente con la que ya no me sentía a gusto.
Pero claro, el prescindir de ellos era un decisión que no me planteaba en aquel momento, bastante tenía ya con mi ruptura!, como para tener que hacerme cargo de otra separación (de amigos), y sobre todo, porque aunque uno no puede hablar de lo que le duele y de lo que sufre con total libertad, por lo menos, uno sabe que tiene a unos "amigos", que no está solo.

Pero esto último es una ilusión. En realidad uno está solo. Si uno se junta con gente para no estar solo, en realidad estamos ya solos. O no os ha pasado, que estais rodeado de personas pero que en realidad sentís un enorme vacío interior?. A mí me ha pasado.
Cuando yo estaba con mi ex, yo no sentía esa sensación estando con mis amigos, yo estaba a gusto y quería estar con ellos, pero cuando la ruptura se produce empecé a sentir esa terrible sensación.
Yo estaba pasando por un infierno, por un calvario, que no dudaba en guardarmelo para mí, con tal de no recibir críticas y gestos de cansancio. 
Ese sentimiento se me estaba convirtiendo en veneno dentro de mí, mientras mis amigos reían, contaban anécdotas del fin de semana o hacían bromas sobre esto o aquello, yo lloraba, lloraba por dentro.
Y aunque yo quedaba con ellos para pasármelo bien y desconectar de todo lo que estaba viviendo, lo cierto es que no conseguía olvidarme del todo, y cuando estaba con ellos tenía ganas de irme, de desaparecer de alli cuanto antes, e irme a mi casa.

Hay que tener en cuenta que solo había pasado un mes desde la ruptura, o quizás menos, pero no más de un mes en ningún caso, lo que hace que la situación sea aún más grave.

Todo cambio tiene unas etapas de adaptación. Una ruptura no es menos. Yo estaba pasando por una etapa de lágrimas, de querer llorar, de sentirme triste y desolada. Sentía una necesidad de apoyo que en aquel momento no tenía, y lo que hacía era aumentar mi vacío interior.
Yo no tenía porque avergonzarme de mis sentimientos, porque eran genuinos y auténticos, yo no tenía porque ocultarlos, porque eran mi realidad y los tenía y eran míos.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Feliz no aniversario!

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Ni me acordé estos días previos, pero si cuando llegó. Ayer, día 16 de Febrero hubiera sido nuestro aniversario.
Al contrario que en años anteriores, apenas me afectó.

El primer año fue el más duro de todos, fue el primer no aniversario, lo extrañaba y lo echaba de menos muchísimo. Recordaba donde habíamos pasado nuestra última celebración el año anterior, lo que habíamos hecho y lo que nos habíamos regalado.
Por aquel entonces, empeoró la situación que yo esperaba, ilusa de mí, que él si se hubiera acordado como yo de esta fecha, le hubiese entrado morriña y me hubiera llamado aunque sea para saludarme. Pero, evidentemente, eso nunca ocurrió.

Hoy, años más tarde, no he podido evitar el acordarme de esta fecha, pero con una única diferencia: no me ha hecho daño.
Tampoco me ha importado si él se ha acordado o no, simplemente me he fijado en que yo sí me acordado.

Con esto quiero decir que los recuerdos siempre estarán ahí, no podemos borrarlos, ya que forman parte de nuestro pasado y de nuestra historia, simplemente tenemos que asumirlos como nuestros e interiorizarlos. Para ello, es necesario el  haberlos gestionado correctamente, el haber elaborado el duelo de forma sana, pasando por sus diferentes estadios y digiriéndolos poco a poco.

sábado, 13 de febrero de 2016

Llenando huecos...



He estado este último mes ausente del blog, debido a que estaba preparando unos examenes.
Me he puesto a estudiar inglés, no sólo me sirve para mejorar mis conocimientos, sino para que conocer gente nueva y ocupar el tiempo que dedicaba a mi ex en cosas nuevas.

Es importante hacer esto, porque la sensación de vacío se minimiza. El hacer actividades nuevas que nos llenen y nos aporten,  no sólo nos saca de la espiral de dolor, sufrimiento y vacío típico de una ruptura, sino que nos enseña que nosotros podemos seguri nuestro propio camino y, sin duda alguna, podemos vivir sin nuestra ex pareja y ser igualmente felices.
Está claro que todo tiene su momento, al principio no hubiera podido hacerlo, pero hace tiempo que me he visto con las ganas y las fuerzas de seguir mi camino.

En la clase de inglés estoy conociendo gente nueva, poco a poco uno se va acercando a aquellos con los que tiene cosas en común, y va ampliando su círculo de amistades, que ya de por si estaba bastante mermado.

Además voy al gimnasio, lo que me hace hacer ejercicio y perder esos kilitos de más que había ganado en los últimos meses. En el gimansio también estoy conociendo gente, y me lo paso muy bien!.

En muchos aspectos estoy contenta, porque veo que poco a poco voy reorganizando mi vida y hago cosas que me llenan y me aportan. Aún así, me persigue la sombra de lo vivido, no sólo por la ruptura, sino también por las situaciones que viví a mi alrededor que hicieron que la ruptura fuese más difícil de sobrellevar.

En el próximo post, me gustaría hablar de la reacción de la familia, de los amigos... ante nuestra situación de ruptura. Seguro que muchos de vosotros también lo habeis vivido y os sentiréis identificados.