martes, 25 de abril de 2017

Mi camino sin ti...

Resultado de imagen de camino

Mi ex y yo llevábamos juntos 6 años y medio cuando él decidió romper la relación. Una relación que 
siempre fue a distancia, y que por circunstancias de estudios primero y de trabajo después, no pudimos juntarnos en una única ciudad. Si había planes de irnos a vivir juntos, es más, yo tenía la posibilidad de pedir traslado a la ciudad de mi ex en unos meses, que nunca se pudo concretar debido a que la relación se rompió de forma repentina.

Yo hacía tiempo que venía preparando nuestra unión: había comprado montones de cosas para nuestra futura casa, él, por su parte también lo hacía, aunque últimamente con menos ganas… Hablábamos mucho de a donde iríamos a vivir, como resolveríamos el tema económico.. y demás detalles.

Yo me veía viviendo en su ciudad, para mí una de las más bonitas de mi país. Me veía teniendo una vida feliz a su lado, por fin juntos, por fin solos!. Solo teníamos que esperar unos meses a que yo pudiese pedir el traslado en mi trabajo y la espera de más de 6 años se acabaría. Atrás quedarían los 650Km. Que nos separaban, los viajes en autobús, en coche, en avión y en tren. Y nuestros proyectos, nuestros planes de futuro, que cada vez eran más míos y menos de él, se concretarían, se harían realidad.
Pero no, no pudo ser. Una llamada de teléfono por parte de mi ex fulminó toda opción. Lo que tardamos en construir años, se desplomó en tan solo unos minutos.

Ya hablé hace tiempo de los sueños rotos, de la tristeza que genera el tener que asumir que no solo hemos perdido a nuestra pareja, sino también los proyectos de futuro que iban asociados con él/ ella. Pero qué pasa con ese sentimiento de vértigo que se produce cuando ves que tienes que seguir con tu vida sol@, sin tu pareja?, cuando los planes que tenías ya no valen, hay que construir unos nuevos, pero cuáles?, por dónde empezar?.
A mí ese sentimiento de vértigo me apareció a los 2 meses de la ruptura. Hasta entonces, yo vivía en una burbuja, en un estado total de shock, con el convencimiento de que mi ex recapacitaría y volvería a mi lado. Pero a los 2 meses de la ruptura, la sombra de la posibilidad que no fuera a volver, que la ruptura era definitiva y no había vuelta atrás, empezó a amenazar mi estabilidad emocional, mis pensamientos, pero sobre todo, mis planes con él.

La simple idea de tener que seguir mi camino sin él me producía auténtico vértigo. Qué hacer?, por dónde tirar?. El sentimiento de vértigo tiene algo bueno: nos estamos empezando a plantear la vida sin nuestro ex. Y aunque parezca una tontería no lo es.
Si durante bastante tiempo hemos tenido una persona a nuestro lado, apoyándonos, queriéndonos y con quienes habíamos planificado unos proyectos de futuro, y ahora esa persona ya no está con nosotros, hay que tener claro que no es fácil tener que planificar nuevamente, rehacer nuestra vida, no solo porque debemos buscar un nuevo camino y eso requiere de ganas, de tiempo, de superar barreras… sino también porque en la mayor parte de las ocasiones nos encontraremos emocionalmente muy sensibles y hará que esa búsqueda sea un poco más complicada.
Tenemos que partir de la base que debemos reacomodarnos, acostumbrarnos a la nueva situación, a nuestra nueva vida, y eso lleva tiempo.

El sentimiento de vértigo aparece como miedo a lo desconocido. Cuando estábamos con nuestra ex pareja, todo era más seguro. Teníamos a alguien a nuestro lado, con quien compartíamos las decisiones, los miedos, las inseguridades… lo que hacía las cosas más llevaderas, pero ahora las decisiones pasan únicamente por nosotros, SOLOS, y el escenario es bien distinto.
Lo desconocido da miedo, si, sobre todo si hemos pasado de cierta edad. Nos sentimos bien cuando nos rodeamos de seguridad, de la rutina, de lo previsible, y nos tiemblan las piernas cuando no sabemos lo que va a pasar, cuando tenemos que tomar decisiones de cierta importancia…

Pero tranquilo, y te lo digo por propia experiencia, el sentimiento de vértigo se pasa, o mejor dicho, aprendes a lidiar con él. Con el tiempo se hace tan cotidiano que pasará a formar parte de tu vida. Ya no te afectará tanto si los planes que tenías ya no se cumplen como esperabas, ahora puedes hacer otras cosas, cambiar de camino y volver a empezar.
El vértigo se hará algo tan habitual que apenas notarás que está. Y no lo digo por decir, lo digo porque fue lo que me pasó a mí, lo que sucede es que queremos que todo pase rápido y ya, y no debemos olvidar que nos encontramos en un proceso de duelo que exige paciencia, tiempo y compresión de los demás, pero también, y sobre todo, de nosotros mismos.

Debemos ser pacientes y sobre todo comprender que el escenario ha cambiado y que nosotros estamos en un proceso de adaptación a una nueva situación que no hemos elegido. El sentimiento de vértigo aparecerá, claro que si, pero si piensas lo siguiente quizás te sea más fácil sobrellevarlo:

1.       Cuando una relación se rompe es importante que, con el tiempo, rellenemos esos espacios que antes dedicábamos a nuestro ex dedicarlos a otras actividades que nos hagan sentir bien. Lo mismo da si es apuntarse al gimnasio, estudiar un idioma, hacer un voluntariado, ir a clases de canto, de piano o de ballet. Descubrir una nueva afición además de enriquecernos nos alejará un poco del mono tema de la ruptura, nos despejará la mente, nos dejará descansar un poco del agobio de la separación. Pero sobre todo, nos ayudará entender que aunque sintamos dolor, la vida continúa, podemos seguir sin nuestra ex pareja. En realidad, sin darnos cuenta, estamos siguiendo nuestro camino, pasito a pasito.

2.       Una nueva actividad en nuestra vida nos puede ayudar a encontrar un nuevo camino. Por ejemplo, yo empecé a viajar (a mi ex no le gustaba mucho), descubrí una nueva afición que se convirtió un poco en mi nueva filosofía de vida. Si mi ex nunca hubiera roto conmigo, seguramente jamás lo hubiera descubierto. Lo mismo lo aplico al gimnasio (nunca antes había pisado un gimnasio en mi vida), y ahora no puedo vivir sin él. 

3.       El sentimiento de vértigo es lo que precisamente nos obliga a movernos. A nadie le gusta estar en esta situación, y es precisamente por ello por lo que queremos salir de ella. No veas el vértigo como algo amenazante, míralo como un impulso para salir adelante. Sírvete de él para salir del agujero. Piensa que el vértigo aparece porque estamos en una fase de adaptación a la nueva situación, y el miedo a lo desconocido es normal. No sabes por donde tirar, qué hacer con tu vida, y el no saber que camino elegir produce inseguridad, pero piensa que estás en un proceso de duelo, y que necesitas tiempo para adaptarte. A algunas personas les lleva unas semanas, otras unos meses, otras incluso años (como fue mi caso), cada persona y cada caso es un mundo, y cada uno tiene sus propios ritmos. Y como no tengas esto claro se te hará muy difícil. NO TE AGOBIES!. Respira hondo, busca tu tiempo, tu ritmo. 

4.       No tener un camino planificado qué seguir es una fuente de oportunidades. Ahora puedes elegir otro camino, que aun quizás no te lo habías planteado porque estabas con tu pareja y se habían barajado otras opciones. Ahora tienes esa oportunidad. Puedes hacer lo que quieras (casi siempre). Os contaré lo que me pasó a mí. Estando con mi pareja y teniendo una relación a distancia, tuve que aparcar mi sueño de irme a vivir al extranjero una buena temporada para no complicar más la situación de lo que ya estaba. Cuando la relación se rompió, y ya sin ataduras, se me presentó la oportunidad de marcharme fuera y lo hice. Y sinceramente, no me arrepiento. Yo me volví, porque no quería quedarme a vivir allí, pero si hubiera querido quedarme lo hubiera hecho, y hubiera vivido unas nuevas experiencias que jamás me habría imaginado antes.

5.       No vivas la incertidumbre con miedo y con inseguridad por lo que pasará o no pasará en relación a tu vida. Ahora te encuentras en una encrucijada en la que debes elegir qué hacer. Pues bien, piensa que elijas lo que elijas será una nueva aventura para ti, nuevas sensaciones y nuevas experiencias. Algunas buenas, otras malas, pero experiencias al fin y al cabo que te enriquecerán. No tengas miedo a lo desconocido, es lo que nos han inculcado. El miedo nos paraliza, no nos ayuda, y nos impide vivir, tener y disfrutar de nuevas experiencias. 

6.       Si no sabes qué hacer con tu vida ahora que tu ex ha roto contigo, te hago la siguiente pregunta: tienes que decidirlo todo ya?, si no te encuentras bien, quédate tranquilo, cura tus heridas, y cuando te sientas seren@ y mejor, piensa con calma que quieres hacer. Como te comentaba antes, las cosas llevan su tiempo, y quizás este no es el tuyo a la hora de tomar decisiones importantes. Tómate tu tiempo y ya te sentirás fuerte para decidir. 

7. Tómate la sensación de vértigo como una parte del proceso del duelo. Al igual que pasas por fases de odio, de depresión, de culpabilidad... el vértigo a seguir tu camino sin tu ex pareja también lo es.

8.       Puedes elegir un camino y equivocarte. Y qué?, nadie se equivoca?. Lo importante no es ver los errores como fracasos, si no como aprendizajes y experiencias vividas.  Míralo como algo que se quedará contigo para siempre.

Cuando sientas el vértigo en tu pecho, que te paraliza, que no te deja respirar, que te agobia… piensa que es normal, que tienes miedo, que te sientes inseguro y que no estás pasando por el mejor momento. En lugar de pensar en la falta de caminos, piensa en la multitud de opciones que tienes ahora o más adelante para elegir, piensa en la infinidad de sensaciones y experiencias que tienes a tu alcance.

miércoles, 12 de abril de 2017

La falsa culpa del dejado...

Siempre que se produce una ruptura se busca un culpable. Es como cuando algo se rompe y deja de funcionar, por ejemplo un televisor, intentamos descubrir que cable se ha cortado, qué circuito se ha quemado… y ha producido que la tele ya no funcione.
Con las rupturas pasa un poco lo mismo.

A la gente le encanta especular sobre los motivos que han empujado a que la relación se haya roto: porque ella era muy celosa, porque él era muy posesivo… siempre buscamos un motivo.
Pero no hace falta irnos muy lejos. Los componentes de la ruptura también sienten culpa.
El dejado porque cree que ha hecho, no ha hecho, ha dicho, no ha dicho, ha sido o no ha sido como la otra persona esperaba que fuese, dijese o tuviese para seguir con ella. En definitiva, porque no ha estado a la altura de lo que su ex pareja esperaba de ella.
El dejado siente la culpa cuando ve que no ha sido la persona elegida para continuar con su ex pareja.

Como sentimos la culpa de no haber sido lo que se esperaba de nosotros, automáticamente sentimos que no valemos nada, que somos poca cosa, en definitiva, nos merma nuestra autoestima.
Yo me sentí tremendamente culpable por la ruptura, creía que mi ex había dejado de quererme porque yo era una persona horrible, y desgraciadamente tuve esa sensación durante mucho tiempo, más del que yo hubiera deseado...
La culpa en el caso del dejado es terrible, porque a la tristeza propia de una ruptura, se le suma la culpabilidad de que nos hayhan dejado de querer.

Pero el dejador tampoco se queda atrás. El dejador siente culpabilidad de romper, de dejar a una persona a la que ha querido, y que en muchas ocasiones no es la responsable de que se haya dejado de querer.
El dejador sabe que está rompiendo una relación en la que se ha puesto ilusión, en la que seguramente había proyectos de futuro, y se siente totalmente culpable de dejar a una persona hecha polvo.
No es nada agradable ver a la persona a la que has querido tanto, con la que tanto has compartido, llorando sin cesar y pidiéndote una segunda oportunidad que segurantemente nunca le darás. No es fácil.

La culpa del dejador puede manifestarse de varias maneras:

1. Lo reconoce. Generalmente lo hace de manera verbal con un "lo siento mucho". Lo dice a las claras que se siente culpable de romper la relación.

2. No lo dice verbalmente, pero se muestra demasiado amable. Como entiende la posición del dejado, intenta ayudarle, le llama por teléfono para saber como está, está muy pendiente del dejado. No es raro que plantee una relación de amistad con su ex pareja para quitarse culpas.

3. Reacciona con violencia. No dice que se sienta culpable porque no puede o no sabe expresarlo, o simplemente no sabe que siente esa culpabilidad. Como tiene esa bomba de relojería dentro de sí mismo y no sabe como gestionarla, reacciona con violencia, con malas maneras, tratando mal al dejado, porque en el fondo, para él, el dejado es el responsable de su malestar (culpabilidad).
Cuando un dejador reacciona con violencia, muchas veces es la manifestación de la frustración de no saber como gestionar el sentimiento de culpabilidad. Y que mejor que descargar en la persona que está provocándole ese sentimiento...

4. Echándole la culpa al dejado de todo. Es bastante común, y a mí me ha pasado, que el dejador le echa la culpa de todo al dejado. "Te dejo porque eres de esta manera o de otra (cuando el dejado siempre ha sido así, no ha cambiado)", "te dejo porque siento que no me quieres"...

Me gustaría pararme detenidamente en este último punto. Por qué el dejador le echa la culpa de todo al dejado?. Puede que en algunos casos tenga razón, que el dejado haya sido advertido de su comportamiento en muchas ocasiones y éste no haya cambiado. O puede (como ha sido mi caso) que se entere en ese preciso momento que a su ex le molestaban determinadas actitudes de uno...
No niego que efectivamente algunas actitudes nuestras les molestasen, pero no es nada raro enterarse de este tipo de cosas una vez te han dejado. Algo que le quita totalmente la razón al dejador, porque si nunca se ha quejado, a qué viene ahora esto?...
En realidad hay parte de razón en estas quejas, quiero decir, efectivamente le molestaban determinadas cosas nuestras, pero también hay buena parte de excusas.

En este caso el dejador, en lugar de decirle al dejado abiertamente que lo deja porque no lo quiere, se busca excusas para justificar la decisión que está tomando.
Y para justificarse se pueden buscar la excusas más tontas que os podais imaginar. Hace poco hablaba con una chica que me contaba que su ex pareja la había dejado con el pretexto de que a ella no le caían bien los amigos de él... Sin comentarios.

También el dejador puede echar la culpa al dejado por una cuestión de falta de madurez. Quiero decir, "no asumo mi responsabilidad de romper porque no puedo, pues que lo asuma otro!". 
Es fácil echarle la culpa al de lado antes que asumir nuestra propia culpabilidad por lo decidido.

El problema de estas excusas, es que sobre todo al principio, causan mucho daño al dejado. Si éste ya de por sí se siente mal por haber sido abandonado, se siente aún peor por verse el culpable de haber provocado tal situación. Es necesario que pase cierto tiempo para darnos cuenta del "engaño", que no hemos sido nosotros los únicos culpables, y que es mejor cambiar la palabra "culpable" por "responsable", que es más apropiada.

Ambas partes han sido las responsables de haber llegado a la situación que se ha llegado, cada una en su justa medida deberá asumir su parte de responsabilidad. No os creais todo lo que os dicen, que nosotros no somos ni tan perfectos ni tan malos como se nos quiere hacer creer, ni ellos tan buenos ni tan culpables. Aquí cada debe asumir su papel, su parte del pastel.