Mi ex y yo llevábamos juntos 6 años y medio cuando
él decidió romper la relación. Una relación que
siempre fue a distancia,
y que por circunstancias de estudios primero y de trabajo después, no
pudimos juntarnos en una única ciudad. Si había planes de irnos a vivir
juntos, es más, yo tenía la posibilidad de pedir traslado a la ciudad de
mi ex en unos meses, que nunca se pudo concretar debido a que la
relación se rompió de forma repentina.
Yo
hacía tiempo que venía preparando nuestra unión: había comprado
montones de cosas para nuestra futura casa, él, por su parte también lo
hacía, aunque últimamente con menos ganas… Hablábamos mucho de a donde
iríamos a vivir, como resolveríamos el tema económico.. y demás
detalles.
Yo
me veía viviendo en su ciudad, para mí una de las más bonitas de mi
país. Me veía teniendo una vida feliz a su lado, por fin juntos, por fin
solos!. Solo teníamos que esperar unos meses a que yo pudiese pedir el
traslado en mi trabajo y la espera de más de 6 años se acabaría. Atrás
quedarían los 650Km. Que nos separaban, los viajes en autobús, en coche,
en avión y en tren. Y nuestros proyectos, nuestros planes de futuro,
que cada vez eran más míos y menos de él, se concretarían, se harían
realidad.
Pero no, no pudo ser.
Una llamada de teléfono por parte de mi ex fulminó toda opción. Lo que
tardamos en construir años, se desplomó en tan solo unos minutos.
Ya
hablé hace tiempo de los sueños rotos, de la tristeza que genera el
tener que asumir que no solo hemos perdido a nuestra pareja, sino
también los proyectos de futuro que iban asociados con él/ ella. Pero
qué pasa con ese sentimiento de vértigo que se produce cuando ves que
tienes que seguir con tu vida sol@, sin tu pareja?, cuando los planes
que tenías ya no valen, hay que construir unos nuevos, pero cuáles?, por
dónde empezar?.
A mí ese
sentimiento de vértigo me apareció a los 2 meses de la ruptura. Hasta
entonces, yo vivía en una burbuja, en un estado total de shock, con el
convencimiento de que mi ex recapacitaría y volvería a mi lado. Pero a los
2 meses de la ruptura, la sombra de la posibilidad que no fuera a
volver, que la ruptura era definitiva y no había vuelta atrás, empezó a amenazar mi estabilidad
emocional, mis pensamientos, pero sobre todo, mis planes con él.
La
simple idea de tener que seguir mi camino sin él me producía auténtico
vértigo. Qué hacer?, por dónde tirar?. El sentimiento de vértigo tiene
algo bueno: nos estamos empezando a plantear la vida sin nuestro ex. Y aunque parezca una tontería no lo es.
Si
durante bastante tiempo hemos tenido una persona a nuestro lado,
apoyándonos, queriéndonos y con quienes habíamos planificado unos
proyectos de futuro, y ahora esa persona ya no está con nosotros, hay
que tener claro que no es fácil tener que planificar nuevamente, rehacer
nuestra vida, no solo porque debemos buscar un nuevo camino y eso
requiere de ganas, de tiempo, de superar barreras… sino también porque
en la mayor parte de las ocasiones nos encontraremos emocionalmente muy
sensibles y hará que esa búsqueda sea un poco más complicada.
Tenemos
que partir de la base que debemos reacomodarnos, acostumbrarnos a la
nueva situación, a nuestra nueva vida, y eso lleva tiempo.
El sentimiento de vértigo aparece como miedo a lo desconocido.
Cuando estábamos con nuestra ex pareja, todo era más seguro. Teníamos a
alguien a nuestro lado, con quien compartíamos las decisiones, los
miedos, las inseguridades… lo que hacía las cosas más llevaderas, pero
ahora las decisiones pasan únicamente por nosotros, SOLOS, y el
escenario es bien distinto.
Lo
desconocido da miedo, si, sobre todo si hemos pasado de cierta edad. Nos
sentimos bien cuando nos rodeamos de seguridad, de la rutina, de lo
previsible, y nos tiemblan las piernas cuando no sabemos lo que va a
pasar, cuando tenemos que tomar decisiones de cierta importancia…
Pero tranquilo, y te lo digo por propia experiencia, el
sentimiento de vértigo se pasa, o mejor dicho, aprendes a lidiar con
él. Con el tiempo se hace tan cotidiano que pasará a formar parte de tu
vida. Ya no te afectará tanto si los planes que tenías ya no se
cumplen como esperabas, ahora puedes hacer otras cosas, cambiar de
camino y volver a empezar.
El
vértigo se hará algo tan habitual que apenas notarás que está. Y no lo
digo por decir, lo digo porque fue lo que me pasó a mí, lo que sucede es
que queremos que todo pase rápido y ya, y no debemos olvidar que nos
encontramos en un proceso de duelo que exige paciencia, tiempo y
compresión de los demás, pero también, y sobre todo, de nosotros mismos.
Debemos
ser pacientes y sobre todo comprender que el escenario ha cambiado y
que nosotros estamos en un proceso de adaptación a una nueva situación
que no hemos elegido. El sentimiento de vértigo aparecerá, claro que si,
pero si piensas lo siguiente quizás te sea más fácil sobrellevarlo:
1. Cuando
una relación se rompe es importante que, con el tiempo, rellenemos esos
espacios que antes dedicábamos a nuestro ex dedicarlos a otras
actividades que nos hagan sentir bien. Lo mismo da si es apuntarse al
gimnasio, estudiar un idioma, hacer un voluntariado, ir a clases de
canto, de piano o de ballet. Descubrir una nueva afición además de
enriquecernos nos alejará un poco del mono tema de la ruptura, nos
despejará la mente, nos dejará descansar un poco del agobio de la
separación. Pero sobre todo, nos ayudará entender que aunque sintamos
dolor, la vida continúa, podemos seguir sin nuestra ex pareja. En
realidad, sin darnos cuenta, estamos siguiendo nuestro camino, pasito a
pasito.
2. Una
nueva actividad en nuestra vida nos puede ayudar a encontrar un nuevo
camino. Por ejemplo, yo empecé a viajar (a mi ex no le gustaba mucho),
descubrí una nueva afición que se convirtió un poco en mi nueva
filosofía de vida. Si mi ex nunca hubiera roto conmigo, seguramente
jamás lo hubiera descubierto. Lo mismo lo aplico al gimnasio (nunca
antes había pisado un gimnasio en mi vida), y ahora no puedo vivir sin
él.
3. El
sentimiento de vértigo es lo que precisamente nos obliga a movernos. A
nadie le gusta estar en esta situación, y es precisamente por ello por
lo que queremos salir de ella. No veas el vértigo como algo amenazante,
míralo como un impulso para salir adelante. Sírvete de él para salir del
agujero. Piensa que el vértigo aparece porque estamos en una fase de
adaptación a la nueva situación, y el miedo a lo desconocido es normal.
No sabes por donde tirar, qué hacer con tu vida, y el no saber que
camino elegir produce inseguridad, pero piensa que estás en un proceso
de duelo, y que necesitas tiempo para adaptarte. A algunas personas les
lleva unas semanas, otras unos meses, otras incluso años (como fue mi
caso), cada persona y cada caso es un mundo, y cada uno tiene sus
propios ritmos. Y como no tengas esto claro se te hará muy difícil. NO
TE AGOBIES!. Respira hondo, busca tu tiempo, tu ritmo.
4. No
tener un camino planificado qué seguir es una fuente de oportunidades.
Ahora puedes elegir otro camino, que aun quizás no te lo habías
planteado porque estabas con tu pareja y se habían barajado otras
opciones. Ahora tienes esa oportunidad. Puedes hacer lo que quieras
(casi siempre). Os contaré lo que me pasó a mí. Estando con mi pareja y
teniendo una relación a distancia, tuve que aparcar mi sueño de irme a
vivir al extranjero una buena temporada para no complicar más la
situación de lo que ya estaba. Cuando la relación se rompió, y ya sin
ataduras, se me presentó la oportunidad de marcharme fuera y lo hice. Y
sinceramente, no me arrepiento. Yo me volví, porque no quería quedarme a
vivir allí, pero si hubiera querido quedarme lo hubiera hecho, y
hubiera vivido unas nuevas experiencias que jamás me habría imaginado
antes.
5. No
vivas la incertidumbre con miedo y con inseguridad por lo que pasará o
no pasará en relación a tu vida. Ahora te encuentras en una encrucijada
en la que debes elegir qué hacer. Pues bien, piensa que elijas lo que
elijas será una nueva aventura para ti, nuevas sensaciones y nuevas
experiencias. Algunas buenas, otras malas, pero experiencias al fin y al
cabo que te enriquecerán. No tengas miedo a lo desconocido, es lo que
nos han inculcado. El miedo nos paraliza, no nos ayuda, y nos impide
vivir, tener y disfrutar de nuevas experiencias.
6. Si
no sabes qué hacer con tu vida ahora que tu ex ha roto contigo, te hago
la siguiente pregunta: tienes que decidirlo todo ya?, si no te
encuentras bien, quédate tranquilo, cura tus heridas, y cuando te
sientas seren@ y mejor, piensa con calma que quieres hacer. Como te
comentaba antes, las cosas llevan su tiempo, y quizás este no es el tuyo
a la hora de tomar decisiones importantes. Tómate tu tiempo y ya te
sentirás fuerte para decidir.
7. Tómate la sensación de vértigo como una parte del proceso del duelo. Al igual que pasas por fases de odio, de depresión, de culpabilidad... el vértigo a seguir tu camino sin tu ex pareja también lo es.
8. Puedes
elegir un camino y equivocarte. Y qué?, nadie se equivoca?. Lo
importante no es ver los errores como fracasos, si no como aprendizajes y
experiencias vividas. Míralo como algo que se quedará contigo para
siempre.
Cuando
sientas el vértigo en tu pecho, que te paraliza, que no te deja
respirar, que te agobia… piensa que es normal, que tienes miedo, que te
sientes inseguro y que no estás pasando por el mejor momento. En lugar
de pensar en la falta de caminos, piensa en la multitud de opciones que
tienes ahora o más adelante para elegir, piensa en la infinidad de
sensaciones y experiencias que tienes a tu alcance.