Aunque ya he terminado mi etapa de limpieza, y he creado nuevos hábitos a mi rutina diaria, los recuerdos siguen estando allí... y los sentimientos, también.
Ya han pasado 6 meses desde que se produjo mi ruptura, y aunque avanzo, lo hago de una manera muy lenta, a veces incluso, tengo la sensación de volver para atrás, como si retrocediera en mi recuperación.
Tengo que asumir que este camino no es fácil, y aunque muchos consiguen superarlo en unos 6 meses más o menos, es evidente que a mí me costará un poco más, y tendré que ser más paciente.
Recuerdo muchas cosas de él, muchos detalles que le hacían único y especial: su manera de caminar, su olor, su voz, las pecas de su cuerpo, el modo en el que me hablaba...
Estos recuerdos, que aparecen en mi mente continuamente me hacen daño, porque me hacen tener presente que él no está conmigo.
Creo que esta parte de la recuperación es importante: tenemos que ser plenamente conscientes de su ausencia, y la única manera de hacerlo es sintiéndola.
Tengo que percibir su lejanía, su silencio, el enorme vacío que me ha dejado, debo sentirlo para poder seguir avanzando.
Solo sintiendo esa ausencia, nuestro inconsciente comienza a aceptar la nueva situación: él/ella ya no está con nosotros.
Y vosotros, qué recordais?...