viernes, 29 de abril de 2016

Pero... qué me pasa?...

Cuando recibes una llamada de teléfono, en la que te comunican que tu relación de más de 6 años se ha roto, y en la que no te dan demasiadas explicaciones, todo lo conocido hasta entonces se desvanece para siempre.

Notas que te falta algo, una parte importante de ti, es como si te hubieran arrancado de cuajo una pierna o un brazo...

Si bien al principio estaba en un completo estado de shock, situación que se alargó durante unos 3 meses, y en el que intentaba asimilar todo lo que me estaba pasando, una vez superada esta fase entré en la deseperación. Sufría continuas crisis de ansiedad y era incapaz de poder domir.

Una vez había asimilado que me había dejado, y que tenía que continuar mi vida sin él, comencé a sentirme perdida, sin rumbo.
Yo tenía unos planes de futuro con él, unos planes que se fueron por el desagüe en el mismo momento que él me llama por teléfono y rompe la relación.
Tenía que asumir que la relación se había roto, pero también que tenía que hacer otros planes sin él.

Fue entonces cuando empecé a hacer cosas extrañas. Cosas que  hacían que no me reconociera a mí misma.

Un sábado por la mañana me desperté muy temprano, una vez más, insomnio. El mismo que venía sufriendo desde hacía unos 6 meses, tiempo que hacía que mi ex me había dejado.
No paraba de dar vueltas en la cama.
Cansada, me levanté, desayuné, cogí el coche y empecé a conducir sin rumbo.
No le había dicho a nadie a donde iba, yo solo conducía.

Cuando ya llevaba un buen rato conduciendo paré. Paré en una ciudad, me bajé del coche y me puse a caminar sin rumbo. Caminé, caminé y caminé.
Estuve paseando por la ciudad, recorriendo sus calles, y viendo a la gente pasear.
Cuando ya estaba por caer la noche, volví al coche, arranqué y conduje dirección mi casa.

A las 9 de la noche aún no había vuelto a casa. Mi madre, preocupada, me llamó por teléfono. Me preguntó donde estaba, y para su sorpresa descubrió que su hija, perdida, sin rumbo, había hecho 400 km. de ida y otros 400 km. de vuelta en unas pocas horas.

No era normal que yo me fuese de casa sin avisar, y menos que me hiciera esos kilómetros en un solo día para no hacer nada. Solo conducir.

En otra ocasión, también cogí el coche sin rumbo. No me fui tan lejos, pero unas vez hechos unos cuantos kilómetros me salí de la carretera y me metí por un camino de tierra.
No sabía adonde iba ese camino, si terminaba o desembocaba en algún lugar, solo sé que llegó un momento en el que no podía avanzar más, asique paré el coche debajo de unos arboles y comencé a caminar siguiendo el camino.

En todo el trayecto no me crucé con nadie. Estaba sola, en medio de un bosquecillo. De repente en mi camino me encontré una piedra enorme,  y decidí sentarme en ella a descansar.
No tardaron en brotarme las lágrimas de los ojos y empecé a llorar.
Rodeada de tanto silencio, de tanta soledad, comencé a sentirme muy triste por la situación que estaba viviendo, preguntándome porque mi ex ya no me quería, porque no quería estar a mi lado.

Sentada en aquella piedra, en medio de ninguna parte, me sentí tremendamente sola, y sobre todo, echandole mucho de menos.
Me preguntaba si volvería a verle, si él se arrepentiría y querría volver a mi lado...
Recuerdo que me ví a mí misma bastante penosa, llorando, sola, como una loca, en mitad de un bosquecillo.

Cuando me tranquilicé un poco decidí volver al coche de nuevo por el mismo camino, trayecto que hice llorando. Recuerdo que las lágrimas no me dejaban ver muy bien por donde pisaba.
Llegué al coche y volví a casa.


No os sintais mal si haceis cosas extrañas, como veis a mí también me pasó...
Me encantaría que vosotros también me contarais alguna experiencia extraña que hayais hecho en aquellos momento de "sin rumbo".

10 comentarios:

  1. Hola Natasha

    ¿Hay alguna manera de ponerme en contacto contigo por correo? Sólo para contarte mi historia y cómo lo estoy superando. Me siento muy identificada con lo que dices. No necesito que salgamos del anonimato (de hecho lo preferiría). Sólo poder intercambiar experiencias. Creo que nos puede reconfortar.

    Te descubrí hace un par de días y alucino lo identificada que me siento. Los típicos comentarios de los "amigos": "tienes que pasar página...". Yo tampoco entiendo que se pueda pasar página así como así... Al menos no de un día para otro, ni siquiera en un mes.

    En mi caso, ni siquiera tenía amigos con los que contar. Fui de tener pocos pero buenos amigos, y con los dos que tenía rompí relación poco antes de lo de mi ex, por motivos que no vienen al caso. Así que te puedes imaginar, sola (vivo sola), sabiendo que tenía que hacer un esfuerzo por salir y despejarme y sin nadie a quien hacer una triste llamada. Trabajo y estudio, y por tanto no tengo mucho tiempo libre. Y para colmo, mi ex es a la vez mi compañero de trabajo, con lo cual quedar con los del trabajo no era una buena idea. Había sido una relación de casi dos años mantenida en secreto de cara a la empresa. Te puedes imaginar el contacto 0, el tener que aparentar, el verle superado mientras yo estaba hecha polvo... Con la incertidumbre de si me dejó por otra chica de la empresa (no creo que llegue a saberlo nunca).

    Nunca he recibido un lo siento, para él la relación estaba muerta hacía mucho. Y lo peor de todo es que esperó y esperó a que la cosa no diera más de sí para dejarme y echarme toda la culpa encima.

    Se me juntaron demasiadas cosas en mi vida (no cabría contarlas aquí), y entré en una especie de depresión/apatía en la que no podía trabajar, tuve que parar los estudios porque iba a enfermar de tristeza, había engordado bastante, me veía fatal... Pasaba el fin de semana y estaba sola... Llegué a pasar 3 días enteros sin salir a la calle, llegar el viernes de trabajar y salir el lunes. Llegué a querer morirme (aunque nunca intenté nada), ya había tenido un duelo por otra relación muy larga, con proyectos fallidos, y ver que esta también se iba a al traste me terminó de rematar.

    Pero sabes... Todo eso pasó. No te voy a decir que esté genial, ni siquiera estoy "bien". Pero ya no estoy mal como antes. Tuve que sacar fuerzas de donde no las tenía para poder tratar normal con él en el trabajo (tengo la fortuna de no verle todos los días).

    Recuerdo los primeros días en los que mi primer pensamiento siempre era él. Pero también recuerdo todo el tiempo anterior que me hizo sufrir aún siendo pareja. Daba igual lo que yo hiciera, cualquier cosa, por insignificante que fuera, era más interesante para él. Así llego un día en el que me hicieron una oferta de trabajo de un sitio increíble. Él ni siquiera se inmutó, es más, yo estaba más gordita y necesitaba algo de ropa para ir a la entrevista. Su respuesta era "con la cantidad de ropa que tienes en el armario, qué necesidad hay". Y recuerdo cosas como estar yo bien con él y de repente darme cuenta de que llevaba un rato encerrado con llave en su habitación y al ir a abrir yo la puerta cabrearse muchísimo. Fue un mes o así antes de terminar. Posiblemente estuviera hablando con alguien, y ese alguien le tenía muy entretenido.

    La verdad que prefiero estar como estoy, aunque esté sola. Nunca me preguntó nada, ni qué tal estoy, nada, sin embargo n me dejaba ir, me escribía tonterías que me hacían dudar, me daban esperanzas.

    Pasados cuatro meses, yo más fuerte, me propone ir a comer, después de mucho sin hablar. Le digo q no puedo pero que al día siguiente sí porque me pillaba de paso. Me dice que sí y al día siguiente me dice q ha quedado a comer con un amigo, y que si quiero, que me una... Y como una tonta, fui. No debí humillarme así, no tenía ningún motivo para ver a su amigo. Me apetecía, por lo menos, estar con él de buen rollo como buenos amigos. Pero ni eso me dejó.



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  2. Está claro que para él no valía nada, que yo le importaba un pimiento. Pero ya no me afecta.

    Poco a poco estoy logrando salir del hoyo (en el que por cierto me había metido yo solita). Intento disfrutar de la vida. Tuve que hacer amigas nuevas (recurrí a una triste pág de internet), no tengo muchas, pero afortunadamente he conocido gente con la que he creado lazos muy profundos. Y tengo planes. Y si no los tengo, me los creo. Viajo. Y si no tengo con quien viajar, viajo sola.

    Ya he tocado fondo... por qué tener miedo?

    A él, no le deseo nada malo. Tampoco bueno, no sé. Simplemente está fuera de mi vida. Lo único que sé es que en un momento nuestras vidas se cruzaron, y vivimos momentos maravillosos. Quizá el "EL" del que me enamoré sólo existió allí y entonces, quizá nació de un conjunto de circunstancias que crearon algo maravilloso e irrepetible. Pero fue, y ya no es.

    Por supuesto, me pone triste que se acabara, pero tengo claro que por muy bello que fuera lo que vivimos con nada se paga el sufrimiento, la humillación y la destrucción de autoestima que sufrí después.

    Yo, como tú, he luchado muchísimo. Nada me ha sido regalado. Y a veces, me da la impresión, de que tanto tú como yo nos olvidamos de eso. Cuando dices "mi ex en un pedestal", parece que fuera yo, pero, pienso, ¿Realmente nuestros ex habrían salido adelante por sí solos? Por lo que cuentas del tuyo, parece que no. El mio, tampoco. Sus condiciones vitales siempre fueron mucho más propicias que las mías.

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    1. Hola Anónimo!,
      Es leerte y verme a mí misma hace tiempo atrás...
      El verle a él superado mientras yo no podía parar de llorar, los contactos que él hacía contándome tonterías y que despertaban en mí la sombra de un posible regreso...
      Y sobre todo, el ver poco antes de la ruptura que la relación se estaba hundiendo mientras él no hacía nada.
      Él también me culpó de muchas cosas, y por supuesto, él no asumió nada por su parte. Esto lo que hace es quitarse las cargas él y dártelas a ti, con el consiguiente problema de alimentar la sensación de la culpa en el dejado... yo cargué durante demasiado tiempo con esto...No caigas tú en el mismo error que yo...

      En tu caso la peor parte es que trabajais juntos... No puedo ni imaginar lo duro que debió haber sido al principio... porque supongo que pasado un tiempo uno se acostumbra a verle, pero al principio de la ruptura tuvo que haber sido difícil, muy complicado y doloroso.
      Los fines de semana encerrada en casa, y entre semana el tener que verle...

      Creo que tienes la misma sensación que yo en relación a tu ex: les importamos un bledo.
      Comenté esto en un post anterior, y creo que el motivo de ello es que nuestros ex nos llevan ventaja: ellos ya hicieron su duelo antes que nosotros y rompen la relación en el momento que menos daño les va a provocar.
      A ellos la situación les viene dada: simplemente dejan de querernos, a nosotros nos viene impuesta, es porque si, si te gusta bien y si no también. Lo que nosotros pensemos, sintamos o creamos, da igual: ellos no nos quieren y no quieren estar a nuestro lado, y con eso hay que vivir.

      Después del palo, hay que reconstruirse y aprender de los errores. En tu caso creo que lo estás haciendo bien, intentando conocer gente nueva, saliendo, viajando... pero creo que no debes tratarte mal a ti misma diciéndote "recurrí a una triste página de Internet", no te subestimes, lo estás haciendo lo mejor que puedes y con las herramientas que tienes a tu alcance.
      El no intentarlo es aún peor.

      Estoy de acuerdo cuando dices que nada nos fue regalado. Por lo que comentas además de la ruptura has tenido que lidiar con otras situaciones ajenas a la ruptura pero que te afectaron negativamente también.
      Quizás algunas veces me olvido de eso y no valoro el hecho de haber llegado donde estoy gracias a mi esfuerzo. Creo que a partir de ahora tendré que tenerlo más en cuenta...

      Yo tuve a mi ex en un pedestal durante mucho tiempo, mientras me sentía como una cucaracha, un poco por el sentimiento de culpa que él mismo me otorgó y que yo no dudé en alimentar, y también porque mi estado anímico no estaba en su mejor momento...

      No dices hace cuanto tiempo que se produjo tu ruptura, ni si te dijo los motivos para dejarte.

      Claro que puedes escribirme, mi email es: natassha.schneider@gmail.com

      Un saludo.

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  3. Estuve varios días tentado a escribirte algo desde que descubrí tu valioso blog, que precisamente fue unos días atrás, justo cuando mi ex terminó conmigo. Y la verdad no encontraba ningún motivo poderoso para hacerlo, seguía dudando, hasta que leí el comentario de la chica que decidió ocultar su identidad y me identifiqué con diversas cuestiones que menciona. Especialmente en esa parte en la que dice que "esperó y esperó a que la cosa ya no diera para más de si para dejarme y echarme toda la culpa encima".
    Después de 12 años de conocernos, el martes pasado y de la manera más cobarde (a través de WhatsApp) termina conmigo y lo que brindó todo el valor para tomar una decisión así es que justo se le aparece la oportunidad de trabajar en otra ciudad. Así que la situación es la siguiente: me termina y se va lejos de aquí. Ah... y encima me echa toda la culpa de lo sucedido.
    Bueno, esa es mi situación. Ojalá podamos mantenernos en contacto y dar más detalles de lo sucedido y le pueda ayudar a alguien mi experiencia. Finalmente, de alguna manera aunque no te conozco, esos primeros días me ayudaste mucho. Hasta pronto.

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    1. Hola Javier,
      Muchas gracias por escribir.
      Siento decirte que el irse a trabajar a otra ciudad no es el motivo de la ruptura, en realidad es la excusa.
      Utiliza esa treta para justificar la decisión que toma.
      Si tú quieres a alguien y quieres estar a su lado, da igual donde te vayas, quieres que esa persona siga a tu lado y siga formando parte de tu vida.

      Yo creo que ella no quería continuar la relación, y el motivo laboral fue la mejor explicación.
      Javier, que no te engañe!, y sobre todo que se quite culpas echandotelas a ti... Creo que dejar una relación por WhatsApp tiene poca justificación.
      Valiente cobarde!.

      Lo siento, pero esta situación me cabrea, a mí mi ex me dejó por teléfono, por eso me enciende tanto esto.

      Javier, el mejor consejo que te puedo dar es que no te dejes engañar, ni tú tienes toda la culpa, ni ella ha sido tan buena... tanto en las relaciones como en las rupturas todos somos responsables, que no se quiten lo que les corresponde!.

      Qué tal lo llevas?, cómo vas?.

      Un saludo.
      Natassha.

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  4. Que te echen la culpa es lo más cobarde que te pueden hacer, y además es lo que más daño te puede causar. Llegas a creer que el error eres tú, que eres un producto defectuoso que desechan porque no cumplió con su función. Así de triste es.


    En mi caso, no sólo me echó toda la culpa, sino que además jamás, ni por un segundo, ni por una sola vez, dijo: "lo siento". Eché en falta una mínima consideración a lo que los dos habíamos sido el uno para el otro y al tiempo que habíamos pasado juntos. Un lo siento no me habría aliviado el dolor, pero sí habría resultado más fácil de sobrellevar mi machacada autoestima. Tampoco fue capaz de dedicarme un "eres alguien maravilloso"; "tienes muchas virtudes" o un "te deseo lo mejor".

    Sin embargo, con el tiempo, llegué a pensar que tan culpable era yo como él de lo que había pasado: Yo por aguantar humillaciones, faltas de interés, falta de cariño. Y él, por no evidenciar lo que estaba mal, por no hacer nada por arreglarlo.

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    1. 100% de acuerdo en cada palabra, tanto en lo vivido como en lo sentido.
      Lo que sucede es que cuando nos damos cuenta que ellos también han cometido errores, nosotros hemos sufrido innecesariamente durante bastante tiempo.
      Una vez más, el dejado no solo tiene que afrontar la ruptura, si no que además es el culpable. LAMENTABLE!.

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  5. Hola Natassha. Gracias por tomarte el tiempo de responderme. Respecto a tu pregunta podría decir que lo llevo bien, toda las emociones que causó el impacto de que me dejara, como si estuviera en alguna clase de conmoción, han desaparecido. Supongo que no estoy tan mal porque de alguna manera este camino ya lo había recorrido, y es que en todo el tiempo que estuvimos juntos por lo menos terminamos unas 3 veces (o debería decir con más precisión que ella terminaba conmigo) y todas ellas parecían muy definitivas.
    ¿Sabes? es extraño, pero en estos días que he estado pensando mucho y en muchas cosas, he podido ir viendo de manera más objetiva cada uno de mis errores (claro, porque yo también me equivoqué y lo asumo) y hay uno de ellos que no deja de dar vueltas en mi cabeza: fue una enorme equivocación volver con ella la última vez.
    Y es que, más allá de que cada vez que me dejaba era duro, yo la seguía queriendo. Sin embargo, la última vez fue la peor porque ella me dejó por otro y simplemente dejé de quererla.

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  6. La situación fue la siguiente: ella se dedica a la odontología y un día quedamos de vernos en su consultorio. Cuando llegué la encontré con un tipo, en una circunstancia que me pareció muy peculiar, como si estuvieran coqueteando o algo así. Obviamente yo me molesté y no salude al hombre que la acompañaba. Nos salimos del lugar y para mí sorpresa ella me reclamó que no lo hubiera hecho. Entonces quedé pasmado y por pura intuición le pregunté si tenía algo que ver con él, ella lo negó con mucha seguridad. Pero yo no le creí. Después de todo, podía haber cierta lógica en pensarlo, ya que en ese entonces nuestra relación ya estaba desgastada (en ese tiempo ya llevábamos cinco años) y si alguien le brindaba lo que yo no, podía sentirse atraída hacia esa nueva persona.
    El tiempo pasó y el incidente volvía a aparecer en alguna conversación y yo le preguntaba lo mismo y obtenía la misma respuesta. Hasta que un día por alguna tontería volvimos a tener una pelea, ella simplemente se fue. Al otro día fui a buscarle a su consultorio y para mí sorpresa ella ya estaba con él. Cuando le dije que yo no me iba a ir del lugar hasta tener una explicación suya, le pidió al tipo este que me sacara y casi llegamos a los golpes, aunque al final no pasó nada. Pero me sentí tan humillado y preferí largarme del sitio.
    Quedé muy dolido, pero comencé a elaborar mi duelo. Cuando pasaron 3 meses y sin haber superado a mi ex, inicié una relación con una amiga que conocía de algún tiempo atrás, pero resultó ser un noviazgo muy tormentoso. Y al mes, ya habíamos terminado. Así me quede con un doble dolor.
    En ese breve lapso de tiempo en el que estaba soltero de nuevo, mi ex regresa a buscarme y me cuenta que su relación es lo peor que le ha pasado en la vida. Como yo todavía no la superaba, empiezo a sentir la esperanza de todos esos casos de regresar; sin embargo antes de que eso ocurriera se arrepiente y supuestamente regresa con él (aunque en realidad fue otra mentira suya). Cuando el tipo este se entera de que ha vuelto a tener contacto conmigo enfurece (ya que siempre fui un fantasma que le hacia mucha sombra) y me llama para insultarme hasta que se cansa de hacerlo. Yo quedo devastado y humillado de nuevo.
    Mientras estoy en esa confusión mi otra ex, me busca y decido volver con ella. Volvemos a lo mismo e incluso hasta podría decir que peor y terminamos de manera definitiva. Sé que suena a todo un lío, pero así fue.
    Y bueno, después de todo ese desorden yo prefiero realizar ahora si mis duelos respectivos y vivir por fin en paz, y cuando por fin lo estaba consiguiendo después de algunos meses, mi ex vuelve a buscarme. Nos volvimos a ver y todo estaba tranquilo, yo no deseaba nada de ella, de hecho sentía mucho resentimiento. Sin embargo, al cabo de unos días volvimos y así estuvimos juntos los últimos años. Es ahí donde veo el gran error. Yo ya no sentía nada yo debí hacerlo. Además, cada que podía hacerlo se lo reprochaba porque al final nunca pude perdonarlo. En fin, así fueron las cosas.
    Ojalá mi historia le sirva a alguien. Por lo menos a mí me ha servido para desahogarme. Saludos.

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    1. Cuando uno está en pleno proceso de un duelo es fácil caer cuando el ex reaparece prometiendo amor eterno.
      A mí no me pasó, pero estoy segura que hubiera caido en sus redes si él hubiera aparecido.
      Tampoco es nada extraño caer con otra persona cuando aún no hemos cerrado la herida anterior. No es bueno buscar atajos, ni para nosotros, ni para la nueva persona, porque será quien terminará pagando el pato al final.

      Crees que nadie ha cometido errores?, que todos somos perfectos?. No seas duro contigo mismo. Todos nos hemos equivocado y hemos tropezado con la misma piedra, no una, ni dos, si no varias veces.
      No intentes macharcarte, porque eso no te ayudará ni te aportará nada, procura ver ese error como un aprendizaje, un "si me vuelve a pasar ya sé lo que no tengo que hacer". No crees que es más constructivo?....

      Qué tal estás ahora?...

      Un saludo.
      Natassha.

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