Hace poco tiempo os comenté que había roto una corta relación con un chico con el que había estado saliendo unos 2 meses aproximadamente.
Ahora que veo la situación con más perspectiva, veo que no me he equivocado en mi decisión: esa relación no iba a funcionanr nunca. Yo no me estaba enamorando de esta persona, era un buen chico, pero no me atraía en absoluto.
El problema es que esta persona no termina de aceptar la situación. Cuando decidí romper con él, fui lo más clara que pude en mis motivos, no quise engañarle porque me negaba a que pasase por lo mismo que yo con mi ex. Los engaños, las medias verdades al final se descubren y hacen mucho daño.
Pues bien, al principio, no se lo tomó nada bien, como era de esperar, pero ha pasado el tiempo y el tema no mejora...
Al principio se mostró desesperado (quién no recuerda ese sentimiento?) al ver que me perdía, pero cuando comprobó que mi decisión no tenía marcha atrás comenzó a mostrarse violento.
Comenzaron los insultos y las descalificaciones. Me ha llamado "falsa", "actriz", "mentirosa"... Por supuesto, yo no he entrado en su juego, y no lo he hecho porque entiendo su situación.
Yo nunca insulté a mi ex. NUNCA. Pero entiendo por el proceso que está pasando esta persona. Y estoy segura que dentro no mucho tiempo se arrepentirá de todo esto.
No es él quien habla, si no su dolor y su incredulidad ante la ruptura. Aunque debemos tener claro que hay que evitar estas situaciones a toda costa. Aunque nos hayan dejado y nos duela el alma, no se debe faltar el respeto a nadie, y menos con quien hemos compartido tantas sensaciones y vivencias, no podemos cruzar esa línea roja bajo ninguna circunstancia, dirá poco de nosotros y nos dejará en mal lugar. Aunque nos cueste, no podemos entrar en este campo.
Si queremos recuperar a nuestro ex, insultándole y faltándole el respeto es la peor de las maneras.
Es mi ruptura vivida la que me ayuda a comprenderle, y a no juzgarle.
Ha pasado ya un tiempo desde que he roto con él, y si bien ha estado una temporada tranquilo, ha vuelto a las andadas mandándome mensajes al móvil.
También he recibido algunos emails suyos como si los mandase por accidente, poniendo en copia a más gente y haciendo de cuenta que me lo ha mandado sin querer...
Yo pasé por eso, seguramente tú también, y este chico no es la excepción.
El duelo es un proceso en el que vamos asumiendo la situación, no exenta de dolor y sufrimiento, pero si llena de aprendizaje para un futuro.
Debemos amoldarnos a la nueva vida que tenemos, y eso requiere un tiempo de adaptación y asimilación.
Natassha, en mi busqueda por entender encontré este artículo que me ha sido de gran ayuda, creo que a ti también te aclarará algunas cosas (aunque se nota que estas muy trabajada en el tema) y a los amigos de tu blog también. va en dos partes porque no deja publicarlo solo en uno.
ResponderEliminar¿Cómo se siente la persona que deja?
¿Nos echan de menos alguna vez? ¿Les duele o continúan su vida como si nada? ¿Sufren o se sienten aliviados? ¿No tienen que hacer un duelo? ¿Por qué actúan como si les diese igual? En definitiva: ¿qué siente la persona que rompe la relación?
Muchas de las preguntas que siguen a una ruptura, giran en torno a lo que hace, dice, y experimenta en su fuero interno la otra persona. Nuestra cabeza empieza a funcionar como si fuese la máquina de descifrar Enigma: probamos todas las combinaciones, explicaciones y posibilidades que puedan existir para explicarnos el sentido del universo, si fue antes el huevo o la gallina y qué demonios hicimos para que alguien que nos quiso, ya no nos quiera.
Evidentemente, hay matices en función de cada caso. No es lo mismo una buena relación en la que uno de los dos componentes ha dejado de sentir ganas o voluntad de estar con el otro, que un tortuoso amor tóxico plagado de sufrimiento. Vamos a centrarnos en primera instancia en lo que sería una relación más o menos normal.
Cuando se termina historia en la que ha habido cariño, respeto, amistad, ilusión y proyectos en común, la persona que toma la decisión, ha tenido que reflexionarla y pensarla detenidamente. La ruptura en realidad se viene fraguando tiempo atrás: lo que significa que ha vivido una larga racha de dudas, de comerse la cabeza, de llorar a escondidas, de luchar consigo mismo, de autoengañarse, de intentar aguantar y finalmente, de mentalizarse progresivamente de que la relación ha de ser finiquitada.
Una cantidad sustancial de personas pueden estar debatiéndose así durante años, agarrándose al flaco consuelo de puntuales momentos buenos y pensando que total, ahí fuera se estaría mucho peor. Por esta razón, la mayoría de las rupturas se efectúan cuando aparece una tercera persona. El pánico a la soledad, no a la soledad real, sino a la soledad interior de no ser querido, es una de las mayores fuerzas motrices del ser humano. Si uno se ha visto atrapado en una relación donde no era feliz y no ha sido capaz de dejarla, conocerá el asombroso poder paralizante de un miedo por el cual hacemos las más ímprobas hazañas y sacrificios, incluido nuestra salud y paz mental. Ni por amor hacemos lo que hacemos por miedo.
Cuando te planteas dejar una relación, tienes muchos pseudointentos. Entonces, te ves solo, te ves triste, empiezas a recordar los buenos momentos y de repente, te entra un ataque repentino en el que sientes que no puedes vivir sin esta persona.
¿Conocéis el experimento de Galvani? Este médico y físico tomaba una rana muerta, le aplicaba una descarga eléctrica y por unos breves instantes, se movía como si volviese a estar viva. Algo similar ocurre con los sentimientos: pueden estar muertos, pero la súbita descarga del pánico los retorna brevemente a la vida.
ResponderEliminarCuando una persona derrocha promesas de amor repentinas y exuberantes tres días antes de romper contigo, está siendo víctima del efecto Galvani.
Las primeras emociones que aparecen cuando dejas una relación es el alivio, la culpa y el miedo.
Alivio, porque sales de un largo tiempo de dudas que te machacan y por fin tomaste la decisión; culpa, por el dolor que sufre alguien a quien amaste; miedo, porque podrías equivocarte.
El cerebro humano se apega a las sensaciones agradables. El alivio es una sensación agradable. Nos gusta sentirnos aliviados. Hasta ahí, todo bien.
Sin embargo, ni la culpa ni el miedo son sensaciones agradables. El cerebro humano crea subterfugios para huir de aquello que le genera malestar. Hay personas que intentan desplazar la culpa al otro: si tú hubieras cambiado, si me hubieras hecho más caso, si no tuvieses este carácter…
O de la misma manera, se autoinculpan con un martirologio digno de encomio, en lo que podríamos sintetizar con la archiconocida no eres tú, soy yo.
La huida es la respuesta más habitual ante el miedo. No me hables, déjame en paz, no me apetece darte explicaciones, etcétera…
Cuando una persona nos deja y pasan estas cosas, nos parece haber compartido nuestra vida con un completo desconocido. En realidad, no estamos hablando con la persona que conocemos y amamos, estamos hablando con su culpa y su miedo. Y la culpa y el miedo son como los terroristas: no se puede negociar con ellos.
Después de dar el cierre (más o menos) a la cuestión, la persona que deja ha de afrontar, al igual que nosotros, una etapa desconocida, ya sea solo o acompañado. En este punto, cobra más vida la nostalgia, el echar de menos ciertas rutinas, el cariño, los abrazos, los entornos, los amigos, etcétera…en resumen, lo que suponía el contexto de la anterior relación, que no la relación en sí.
Los momentos de nostalgia, como las hemorroides, debieran sufrirse en silencio, pero de ellos provienen en su mayor parte las llamadas sorpresivas, los mensajes eventuales, los intentos de mantener amistades que alientan las esperanzas del otro o las difusas promesas de un hipotético regreso futuro, todo ello, seguido de desapariciones intempestivas.
Es decir: quien deja una relación suele vivir también un resto de duelo, unos coletazos de miedo o nostalgia y en respuesta a ello, siente el repentino impulso de contactar con la ex pareja para que le proporcione el alivio de saber que existe, que alguien por alguna parte, le sigue queriendo. Una vez que la ex pareja responde con cualquiera cosa (sea rabia, sea cariño, etcétera…) quien envió el S.O.S. se siente tranquilo y seguro y entonces ya no se volverá a saber de él hasta el próximo ataque nostálgico. En cierto modo, esas llamadas y mensajes le sirven para reafirmarse en su decisión, no para dudar de ella.
¿Qué ocurre cuando la persona dejada aplica contacto cero?
Al perder completa y definitivamente cualquier vínculo o contacto con alguien que ha compartido tantas cosas, que ha sido como tu familia, uno se ve obligado, tanto como el otro, a aprender a perder.
En nuestra sociedad, no estamos preparados, ni mentalizados para afrontar pérdidas. La única información que nos dan desde la infancia al respecto, es que si algo desaparece, va a al cielo. Pero nadie tiene a bien indicar que las personas y cosas se van perdiendo, que es necesario llorarlas, que toda pérdida requiere un proceso de aceptación y que nada ni nadie puede sustituirse, por mucho que huyamos hacia adelante buscando una persona tras otra.
Así pues, si la persona que tomó la decisión tampoco tiene los recursos para dejar ir, el contacto cero le enfrentará a la siguiente disyuntiva: o bien, regresar la relación perdida, o bien desarrollar estos recursos y madurar.
ResponderEliminar¿Puede no sentir nada la persona que deja?
Puede ocurrir. Cuando se abandona una relación, lo que duele es el desprendimiento de un vínculo y el renunciar a esa conexión con esta persona. Si se ha vivido la relación de forma distante, o sin quitarse la coraza, o sin conectar realmente con el otro, la ruptura pasará sin pena ni gloria.
Hola Juan!,
EliminarSuscribo cada palabra del artículo que has publicado.
De alguna manera, lo he estado describiendo en los diferentes post que he ido publicando, con mis palabaras, con mi experiencia... pero coincido totalmente con lo que se escribe.
Nosotros, que en muchas ocasiones no esperamos la ruptura, debemos asumir poco a poco que la otra persona ya no quiere estar con nosotros, mientras ellos, los que dejan, nos llevan ventaja, de ahí que muchas veces los percibamos como personas diferentes, frías, calculadoras...
A mí me pasó, y tardé mucho tiempo en darme cuenta de la situación, en entender que él había cambiado la manera de relacionarse conmigo porque ya no me quería... pero eso no significaba que yo no valiese nada para él, o que fuera mala persona, o una calculadora... Simplemente me llevaba tiepo de ventaja en la recuperación, y no solo eso, él decidió romper, yo no. Y las cosas desde esos roles tan distintos cambian mucho.
Un abrazo!.
Natassha.
Ya se echaba de menos tus entradas! Sigue así, en mi caso me dejaron hace 4 meses, y cada día gracias a este blog y otros foros estoy muchísimo mejor! Y por supuesto el C0, el único miedo que tengo es el de encontrarmela, es bastante dificil, pero ya sabes... el mundo es un pañuelo! Estoy ansioso por recuperarme del todo al 100%
ResponderEliminarHola!,
EliminarSi, eso es lo difícil, los encuentros inesperados!.
Pero vete pensando la manera en la que debes actuar por si te la cruzas, no te vaya a pillar desprevenido... Es mi consejo!.
Un saludo.
Natassha.
Hola Natasha, hola Juan,
ResponderEliminarMe quedo con esta frase:
"
¿Puede no sentir nada la persona que deja?
Puede ocurrir. Cuando se abandona una relación, lo que duele es el desprendimiento de un vínculo y el renunciar a esa conexión con esta persona. Si se ha vivido la relación de forma distante, o sin quitarse la coraza, o sin conectar realmente con el otro, la ruptura pasará sin pena ni gloria."
Hay rupturas importantes, importantísimas, con mucha más trascendencia para nosotros, con más sentimiento, en la que no vamos a sufrir ni de lejos tanto como en otras. En este punto me gustaría diferenciar dolor de sufrimiento. El dolor es normal, el sufrimiento llega a ser enfermizo, hunde, ahoga, aplasta. El dolor tiene la capacidad de construir. El sufrimiento no. Así lo veo yo.
Muchas veces afrontamos una ruptura desde la óptica equivocada: la perspectiva de nuestra autoestima. O al menos en mi caso. Recuerdo especialmente agonizantes (para mi) dos rupturas que minaron mi autoestima. Casualmente, las otras dos rupturas, las importantes, me dolieron y me duelen hoy en día, pero no me hacen sufrir.
En el caso de las rupturas agonizantes, se trató de dos personas cortadas por el mismo patrón, un patrón o personalidad por el que me he sentido atraída pero que no conectaba conmigo. Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que este tipo de personalidades no son para mi, que no conecto con ellas, que no llego a vínculos auténticos. Son personalidades que nunca llegan a conocer mi alma. Y aquí llego a la frase que referenciaba al principio: en ambos casos me encontré en una ruptura en la que la otra persona nunca conectó conmigo, y que , por tanto, le resultó tan fácilmente desprenderse de mi, jamás lloraron, jamás flaquearon, no les quedó ni el más mínimo resto del "supuesto amor" que me profesaron. No sólo tuve que asumir la ruptura, sino la incredulidad de haber vivido "una mentira". La frialdad de estas personas fue tal que me trataron como si fuera un incordio, alguien molesto, peor que nada, no tuvieron ni el más mínimo gesto de cariño. Únicamente el primero de ellos, me escribió en una noche de borrachera (éramos muy jóvenes) deseándome lo mejor, diciendo que yo valía mucho, y eso me alivió, no me hizo sentir como una tonta, me hizo pensar que el tiempo que habíamos pasado juntos había sido real. Años después me agregó como desconocido por msn para decirme que era un chico que me había tratado muy mal en un pasado. Al menos lo reconocía! Aunque ya me daba igual me hizo cerrar del todo el círculo, ver que no sólo fue mi error y sentirme algo más aliviada.
Hola Anónima!,
EliminarQué alivio que tiempo después reconozcan que te han tratado mal!.
No arregla el dolor, el sufrimiento, los malos momentos pasados... pero consuela, porque mientras la otra persona no reconoce que se ha portado mal con uno (cuando realmente lo ha hecho), entonces el sentimiento que tenemos nosotros los dejados es el de habernos inventado parte de la hsitoria, como si la otra persona no reconociera su parte de responsabilidad.
Porque se puede dejar querer, claro que si, pero la responsabilidad de hacer un buen cierre, de comunicar la ruptura de buenas maneras, de aclarar que la ruptura es definitiva... es de quien toma la decisión, del dejador.
Quiero decir, que mientras el dejador no reconozca que se ha portado mal con su ex, la sensación que tenemos es que nuestra versión no es cierta, falta el optro punto de vista.
Un saludo.
Natassha.
hola Nat,
Eliminarquiero agradecerte infinitamente por compartir tus experiencias, sentimientos y darnos esperanzas. Yo perdí a alguíen hace ya casí tres meses, esa persona ya esta con otra. Duele si y mucho. A vecés creí que no iba a sobrevivir un dia mas pero sigo aqui, en pie de lucha porque no queda otra. Hay mucha culpa, mucho dolor y he buscado consuelo en aventuras de una noche que al final solo me hacen sentir mas el vacio. Espero poder aceptar algún dia que ya no estoy instalada en su corazón, de verdad que lo espero.
Hola ANHónimo!,
EliminarSiento que estés pasando por esta situación.
Los primeros meses son los peores, pero el mejro consejo que te puedo dar es que no esperes que las cosas cambien, es normal sentirse desanimado y depresivo al principio, pero una vez que ha pasado este tiempo, uno debe luchar por salir del agujero, de lo conrtario se hará muy cuesta arriba y muy complicado elmpoder seguir avanzando.
Te dio los otivos de la ruptura?. La verdad que enterarte que está con otra persona, a demás de sentir el dolor de la rutpura, sientes la decepción y el sentimiento de sentirte un objeto de usar y tirar. Aa mí también me pasó.
Pero tambie´n te digo que ayudar mucho el saber que ha pasado página, porque sabes que no hay marcha atrás, que él no va a volver, que la relación está definitivamente rota.
Un saludo.
Natassha.
Hola Natassha,
ResponderEliminarTe quiero exponer mi situación para ver cual es tu opinión ya que ahora mismo estoy desesperado.
Comenzare por el principio del todo:
Hace 4 años vine a Barcelona a estudiar una carrera universitaria, venía solo y además tenía que independizarme por completo ya que mi familia se encuentra a 700 km de la ciudad. En la carrera el primer año conocí a la chica que se convertiría durante 3 años y medio en lo mejor que me había pasado hasta la fecha (ya que el instituto fue muy duro para mi). Ella consiguió despejar de mi cabeza todos los malos recuerdos y se convirtió en aquello por lo que me levantaba cada mañana. Lo compartíamos prácticamente todo y nos veíamos a diario debido a la universidad.
La semana del 23 de abril un día realmente importante en Cataluña y Barcelona por ser Sant Jordi (Día donde las parejas se regalan rosas y libros) me dijo que el 23 no quería celebrarlo que estaba cansada del trabajo y que lo podíamos hacer otro día, me extraño muchisimo ya que a ella le encantaba Sant Jordi y le pregunte si estaba bien, no recuerdo con que me contesto, pero note que algo sucedía al instante. El 23 fui a verla y aquel fue el día que culmino nuestra relación. Los días anteriores no mostró ni un ápice de encontrarse mal conmigo ni de no quererme simplemente me dijo de la noche a la mañana. Para que te hagas una idea de lo repentino que fue la semana anterior acabamos de reservar hotel y vuelo para Tokio un viaje que llevábamos planeando desde que casi nos conocimos había invertido mucho tiempo y dinero (Dinero que finalmente termine perdiendo al igual que ella).
Tras ir a su casa y hablar del tema durante horas, salí sin creer muy bien que acababa de suceder, simplemente había aceptado la situación. Le dije que darnos un tiempo podría ser buena idea, pero lo rechazo de plano, le pregunte si había hecho algo malo solo, pero dijo que no que solo era que ya no me quería y no sentía nada por mi. La frustración lleno mi cuerpo tras pronunciar esas palabras sabía que yo no podía hacer nada... no podía arreglarlo, no podía hacer que me quisiese, porque, ella no me quería cerca. Salí de su casa y fui a dar una vuelta, ¡si!, genial idea, todo estaba lleno de rosas rojas, puestos, parejas... y yo allí solo andado tratando de asimilar que ahora estaba solo, sin nadie a quien coger de la mano... No estaba enfadado con ella, no sentía odio ni ira, solo frustración por no poder saber que había hecho mal o que estaba/había pasado.
Las primeras semanas fueron muy duras, además tenía muchísimo trabajo entre la universidad, el trabajo final de grado y las practicas del trabajo. Conseguí centrarme y terminar la carrera en julio. Ahora estoy graduado he conseguido terminar y debería estar contento, sin embargo no estoy ni cerca de encontrarme feliz, no tengo amigos ya que dedique muchísimo tiempo a mi relación y de los pocos amigos que tenía, que eran mis compañeros de piso ahora están demasiado lejos como para mantener el contacto.
He tenido que mudarme y he perdido a otro ser vivo muy importante en vida, mi gata, mi gata siempre fue un punto clave en nuestra relación y más importante aún en mi vida, ella siempre ha estado ahí desde que llegue a Barcelona. Ahora he tenido que dejársela a mis padres ya que en el nuevo piso (temporal) en el que estoy no aceptan animales.
Así que aquí me encuentro, solo, sin amigos, ni familia, en un constante bucle de soledad y depresión donde siento que todo lo construido, toda la estabilidad que tenía... se ha derrumbado por completo. He intentado trabajar peor no he podido concentrarme y he tenido que salirme del trabajo, ahora me dispongo a hacer un máster, por el mero hecho de aprovechar mi día a día, pero no puedo pagarme más que uno online y me da miedo aislarme aún más...
Aunque no me cuesta hablar con la gente, aún no he encontrado un grupo de amigos con los que salir o quedar para pasar el tiempo.
¿Como crees que debería alejarme de la soledad?
Saludos!
Hola Anónimo!,
EliminarSin duda alguna. debes aljarte de la soledad. En tu situación tienes unas altas probabilidades de caer en depresión, porque estás sin amigos y lejos de tu fmailia.
Yo creo que puedes hacer el master online, eso no te limita a la hora de tener vida social, en el sentido que puede que no tengas compañeros de clase, pero si puedes apuntarte a hacer un curso, ir al ginnasio, apuntarte a un grupo de senderismo o intercambio de idiomas... Barcelona es una ciudad enorme, con cantidad de opciones, pero también es una ciudad muy grande en la que puedes sentir una enorme soledad si no te alejas de ella.
Creo qeue n tu caso es importante que busques alternativas que te saquen de casa, que te alejen un poco de esa enorme trsiteza que tienes,q eu te ayude a salir del agujero, que no es sinónimo de sentir dolor, porque desgraciadamente no pdklemos escapar de él, debemos afrontarlo y asumirlo.
Pero yo en prioncpipio comenzaría por ahí.
Cuéntame cómo vas, qué estás planteando hacer, hablar con gente que ha pasado por lo mismo qpuede ayudarte más de lo que crees, aquí todos los que escribimos estamos pasando por la misma situación y te entendemos al 100%.
Un abrazo!.
Natassha.
Sigue luchando por tu hombre, yo pasé por lo mismo y nunca perdí la esperanza y así es como pude recuperar al amor de mi vida.
ResponderEliminarHola, creo por lo que voy leyendo que partimos de conceptos equivocados. Cada uno vive el amor como quiere o como puede pero comentarios de "seguir luchando por tu hombre" me parecen incorrectos y os diré porqué. He tenido varias parejas, algunas de muchooos años, tengo 44 tacos y me dejaron hace poco después de 4 años y una convivencia "fantástica" en común. A la conclusión que he llegado es que el amor hay que vivirlo sin apegos, ser conscientes de que en la vida hay ganancias y perdidas, qué estar con una persona no implica perder tu identidad, ni depender de nadie sino más bien sumar juntos respetando las características de cada uno. Qué estoy no porque te necesito sino por que quiero y en consecuencias queremos y creerme que si esto se consigue la relación será mucho más placentera y real. Por supuesto que puede terminar, todo en la vida termina y simplemente hay que aceptar, dejar marchar por muchos que ames a esa persona y agradecer lo vivido juntos. Ya os digo que esto lo he aprendido a base de experiencia, la sociedad nos dice otra cosa, nos enseñan otras cosas desde que somos pequeños y esto nos lleva al sufrimiento al vernos abandonados o simplemente al seguir con una persona que ya no amamos. Solo hay un camino amigos, amaros a vosotros mismos y luego ya veremos como la vida fluye.
ResponderEliminarJuan, chapeau por tu comentario!, suscribo cada palabara!. No puedo estar más de acuerdo.
EliminarUn abrazo!.
Natassha.
no estoy para de acuerdo , estar asi es como dejar siempre un trozo de ti sin entregar por si acaso ( es inebitable ) la experiencia asi nos dicta que si entregas todo al final sufres , y nos guardamos ese trozo siempre , esto no es un contrato de compra y venta , cuando te enamoras de verdad eso no pasa , no puedes vivir sin apegos , fluye asi , lo otro es un estar por estar por no estar solo o por querer estar con alguien como es logico en esta vida , pero siempre , toda tu vida vas a recordar aquel amor especial el que te jodio la vida el que te enseño lo que es sufrir , lo que es sentirte una mierda , lo que es dolor , parece que seamos masoquistas pero es asi . vendran 200 chicas , pero aquella persona hummmmmmm reconocelo .
Eliminar3 meses no son 6 años , me pareces bastante honesta al decirle eso antes de que la cosa fuera a mas .
ResponderEliminarQué remedio... o se lo decía ya o la cosa sería peor después...
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