Pasado un tiempo después de una ruptura, cuando
hemos asimilado que la situación ya no tiene vuelta atrás, además de la
tristeza, de la frustración, de la sensación de fracaso, de la
culpabilidad y en muchos casos la sensación de soledad, también se
apunta al carro otro invitado: el sentimiento de inferioridad.
Comentaba en un post anterior que tengo a mi ex en un pedestal. Él es todo virtud y perfección, mientras yo todo lo hago mal.
A
simple vista, pudiera parecer muy evidente, sin embargo a mí me ha
costado darme cuenta de esto mucho tiempo, y es que ha sido a raíz de
una conversación con una amiga quien me hizo ver que evidentemente tengo
un problema de autoestima. Y si, así es. Y lo tengo precisamente a raíz
a la ruptura.
Después
que mi ex decidió romper la relación me quedé muy tocada, y no he sido
capaz de ver más que defectos en mí y virtudes en él. Claramente tengo a
mi ex idealizado. Y esto, no es bueno… Porque mientras esto siga así,
yo seguiré enganchada a una relación que se terminó hace tiempo, dándole
vueltas y más vueltas a por qué no funcionó, qué es lo que YO hice mal
para perder a una persona como él, culpándome una y otra vez de la
ruptura y haciéndome sentir que yo a él no me lo merecía porque él era
una persona estupenda y yo fui la responsable de la ruptura al no haber
hecho esto o lo otro. Esto me coloca siempre en una posición peor que la
suya.
Está
claro que la sensación de inferioridad va muy de la mano con la de
culpabilidad, y es normal que aparezcan a la vez y se entremezclen. A
decir verdad, en cierta forma creo que una no puede vivir sin la otra…
por lo tanto, para que desaparezcan estas negatividades es importante
reforzar nuestra autoestima. Asique empezaremos por el sentimiento de
inferioridad.
Pues
bien, el otro día estaba en el gimnasio pensando precisamente en esto.
Esta situación está siendo muy dañina conmigo, no me está ayudando a
avanzar. Me siento atrapada en una espiral de preguntas: “por qué ya no
me quiere?, “qué es lo que he hecho mal?”, “ por qué me ha dejado?”,
“por qué no hice esto o lo otro?”… Definitivamente tengo que acabar con
esta espiral!.
Y mientras estaba haciendo ejercicio una idea me atacó: “la lista de aportaciones”.
En
qué consiste?. Pues es muy sencillo, consiste en hacer una lista de
todas las cosas buenas que hemos aportado a la relación, cosas que no
solo se ha beneficiado nuestra pareja, sino también nosotros y por tanto
la relación también. Esto nos ayudará a ver las cosas buenas que hemos
hecho, reforzarnos, hacernos ver que no todo ha sido malo.
No
es fácil hacer la lista de aportaciones, a mí me costó varios días y al
principio no sabía ni qué poner. Aunque todavía no la he terminado,
pues ya llevo tiempo haciéndola, sí puedo decir que estoy sacando en
claro muchas cosas y me está haciendo ver de otra manera la relación.
Aquí va mi lista inacabada:
- Pese a las discusiones con mi madre (pues a ella no le gustaba mi ex) siempre le defendí a él, siempre le apoyé y estuve a su lado. Todo pese a ponerme en contra de mi propia madre.
- Cuando decidió marcharse de su ciudad yo le apoyé de manera incondicional, no le puse ningún obstáculo para que se fuera, pese a que nos veríamos menos.
- Le animé a que hiciera un master para mejorar su currículo
- Dejé a un lado mi sueño de vivir en el extranjero para estar su lado, ya que si me marchaba ya directamente ni nos hubiéramos visto.
- Le quise muchísimo
Aún mi lista está sin terminar, y con esto no quiero decir que él no haya hecho o no haya puesto de su parte, pero con mi lista de aportaciones estoy valorando lo que he hecho yo, que no fue poco.
De esta manera alejo de mí esa sensación de inferioridad que tanto me persigue.