jueves, 27 de marzo de 2014

La actitud de la familia...

Durante los 6 y medio de relación que he tenido con mi ex, he estado muy unida a su familia.

Seis años dan para mucho, por lo que yo fui testigo de cumpleaños, bodas, nacimientos, muertes... de la familia de mi ex.

Siempre me han tratado como a una más, y yo me sentía muy a gusto con ellos.
He pasado fines de semana enteros en su casa, vacaciones...

Y es precisamente por todo esto, por lo que no entiendo la actitud de su familia. Simplemente han desaparecido.
Mi ex me ha dejado, se lo comunica a ellos, les dice que estoy muy mal y lo que recibo por su parte es un silencio. Sencillamente no lo entiendo...

Una cuñada suya le dice que me llamará, para saber qué tal estoy, y mi ex la anima a hacerlo, ya que cree que me hará muy bien. Han pasado casi 8 meses y aun sigo esperando esa llamada...

Pero, qué está pasando?, por qué la familia actúa así?, por qué no me llaman para preguntarme qué tal estoy?... A mis ojos y siendo objetiva, parece que han borrado de sus mentes estos últimos 6 años. Mi ex me deja y automáticamente ya no soy nada para ellos.

A una conocida mía le sucedió lo mismo hace un año, cuando ella dejó a su pareja.
Después de 10 años de relación, no entendió porqué la familia de él no se había puesto en contacto con ella para saber qué tal estaba. Simplemente desaparecieron.

Quiero pensar que la gente actúa así porque no saben qué hacer, no quieren meterse ni involucrarse en un tema espinoso y delicado. Su objetivo es mantenerse al margen de la ruptura.
Y por eso es que nosotros lo percibimos como que están distantes.

También juega un papel fundamental lo que nuestro ex les haya contado sobre nosotros o sobre la ruptura, si hemos salido mal parados en sus comentarios, ellos evidentemente se pondrán de parte de nuestro ex.
Y esto si que no lo podemos controlar.

Yo había pensado en llamarles en alguna ocasión para darles las gracias por todo lo que han hecho por mí en estos últimos años. Sin embargo, pensándolo friamente, considero que deberían ser ellos quienes tienen que ponerse en contacto conmigo, que sé de sobra que no lo harán, pero es lo que les corresponde. Y no a mí, que soy la persona dejada, la que se ha llevado el palo...

viernes, 21 de marzo de 2014

La imposibilidad de amar...

Al principio ni lo pensaba, y ahora que me lo planteo me da cierto pánico.

Me refiero al hecho de rehacer mi vida, a conocer a otra persona, a volver a enamorarme...

Si, mi ex se ha marchado, se ha ido porque ha querido, pero eso no significa que yo no tenga derecho a volver a conocer a alguien.

Lo que sucede es que después de una ruptura, uno sale escaldado y muy dolorido.

Además, o por lo menos en mi caso es así, pienso que si una nueva persona entrase en mi vida, va a ocupar un espacio que en realidad no le corresponde, sino que ese lugar le corresponde a mi ex.
Esto lo que quiere decir es que aun no estoy preparada como para iniciar una nueva relación.

Soy de la idea de no comenzar una nueva relación hasta que no se haya sanado la herida de la anterior ruptura, y eso, querramos o no, lleva su tiempo y su proceso.

Hace muchos años, en una ruptura anterior, me vi en esa situación: A los 6 meses de que mi ex me dejara, me vi en la triste situación de estar besándome en el asiento trasero de mi coche con un chico al que apenas conocía y por el que no sentía absolutamente nada. Sólo lo hice por llenar el vacío tan grande que me había dejado mi ex...
Cuando me di cuenta de la situación, me sentí tanta triste, sola y desdichada, que preferí no continuar y pedirle a esta persona que se bajara de mi coche...

No quiero que se repita de nuevo esta experiencia.

Soy consciente de que me he construido una armadura que protege mi corazón, ahora dolorido y maltrecho, que hace que mis sentimientos estén a salvo de posibles golpes.
He contruido mi armadura de la mejor manera que he podido, he intentado que gruesa y resistente, y eso hace que me sienta muy segura y tranquila: nadie me hará daño.

Pero esta armadura tan gruesa, me aleja de poder sentir nuevamente, ya que no permite que una nueva persona entre en mi vida.
Soy plenamente consciente que esta armadura algún día tendrá que caer. Tendré que ser capaz de destruirla para poder volverme a enamorar. De lo contrario y con el tiempo, mi corazón se convertirá en algo seco, frío y seguramente tender problemas para volver a sentir con plenitude y normalidad.

El duelo lleva su tiempo, y debo ser paciente para conseguir mi recuperación, que sera lo que me permita el poder rehacer mi vida sentimental si llegado el caso me interesa hacerlo.

Mi armadura aquí sigue, brillante y reluciente, aún se sigue construyendo día a día, y espero que en un futuro no muy lejano, yo sea capaz de llenarme de fuerzas e ir rompiéndola poco a poco, agrietándola y debilitándola hasta romperla por completo.

miércoles, 5 de marzo de 2014

La decepción...

Ahora que han pasado unos cuantos meses desde mi ruptura, me hago muchas preguntas y me cuestiono situaciones vividas.

Mi relación no fue fácil. Nunca lo fué, ni siquiera al principio. Hubo algunas dificultades externas a nosotros que hicieron que estar con mi pareja fuera complicado.

A nosotros nos separaban varios kilómetros de distancia, y una situación familiar mía que hacía que todo fuera un poco más difícil.

Yo, pese a todo, siempre me animaba pensando que algún día podríamos juntarnos en una ciudad, vivir bajo un mismo techo, en definitiva, labrarnos un futuro en común.

Yo hacía planes, supongo que él también, mirando y buscando la manera de poder juntarnos. Aunque en muchas ocasiones me desanimaba viendo que el tiempo pasaba y pasaba y la cosa parecía no resolverse.
Yo, pese a todo, nunca fallé, siempre estuve allí.

De todos aquellos sueños, planes y proyectos de futuro, ya no queda nada. Tan solo las cenizas de lo que un día fue una relación llena de ilusión. Y eso me produce tristeza, desengaño, pero sobre todo, la sensación de estafa y decepción.

Por qué cuento todo esto?. Porque seguramente, si llevas el mismo tiempo que yo de ruptura, estarás con esa sensación en la boca.

El sentimiento de decepción, desde mi punto de vista, es bueno. Por qué?, porque cuando se siente decepción se sabe que la ruptura ya no tiene marcha atrás.
Se analiza y se sopesa lo que cada uno ha puesto en la relación, se ven las cosas con mayor objetividad, ya nuestro ex no es ni tan bueno ni tan malo, y nosotros ya no somos ni las pobres víctimas dejadas ni los malos de la película.

Con este sentimiento, parece que las cosas se ponen en su sitio. Cada uno asume (dentro de nuestra mente) el papel que verdaderamente le corresponde.

Es absolutamente normal llegar a este punto, al de la decepción. Uno siempre apuesta por una relación, pone sus ilusiones y sus ganas, sin embargo, la realidad nos dice que todo lo que hemos hecho no ha servido para nada.
Ese es el sentimiento que tengo yo: todo para nada.

De momento, y porque es lo que me toca, seguiré analizando, masticando y digiriendo esta decepción. Seguiré meditando sobre lo mucho que di, y lo poco que recibí... Quizás aprenda algo para la próxima vez...

martes, 4 de marzo de 2014

Siete meses después...

Pese a que he seguido todas mis pautas para alcanzar la recuperación, he de decir que he llegado a los 7 meses de ruptura sin haber alcanzado al 100% mi objetivo.

Siempre me imaginé que, una vez transcurrido más de medio año, llegaría a este punto del camino sintiéndome mucho mejor.
Pero no, no ha sido así.

Hoy puedo decir que mi ruptura no la tengo 100% superada. Aún queda trabajo por hacer. Y eso me desanima mucho, porque el llegar hasta aquí me ha costado lo suyo...

Quizás es que mi método de contacto 0, de cambiar hábitos, de hacer limpieza... no funciona?... Tal vez me esté equivocando, pero creo que no, que mi teoría es la acertada... simplemente que necesito un poco más de tiempo, mi mente necesita aceptar y asimilar que mi relación se ha roto y que no tiene marcha atrás...
Pero es tan difícil!...

Durante estos últimos meses he pasado por diversas situaciones: tristeza, rabia, ira, culpa... mucha sensaciones, muy confusas y dolorosas para mí...
Como bien describí no hace mucho tiempo, esto es una montaña rusa, y desgraciadamente se ha convertido en mi tónica habitual.
Ya he comenzado a acostumbrarme a los cambios de humor, a sentirme bien unas semanas si y otras no... Y aunque sé que tengo que seguir trabajando duro para salir este bache, y es precisamente este punto el que me tiene un poco desanimada, intento pensar en cómo iba todo hace meses atrás, cuando hacía poco tiempo que mi ex me había dejado, cuando pasaba noches y noches enteras sin poder dormir, cuando la pena me llenaba el pecho de tal manera que no podía ni respirar... y tantos y tantos etcéteras... que prefiero no acordarme.

Ahora que ha pasado el tiempo, si, aún quedan cosas por hacer, pero es evidente que he avanzado, y mucho.
Lo que sucede es que tengo la sensación que al principio de la ruptura notaba las mejoras muy rápidos, avances enormes, pero que ahora se han ralentizado, o no son tan espectaculares como al inicio...
Quizás tenga que saber que los progresos a partir de ahora irán un poco más lentos, pero seguirán produciéndose.

Es importante que no me estanque en ninguna fase (rabia, culpa...), porque de lo contrario no seré capaz de superar este duelo amoroso...

De momento siento mucha rabia contra mi ex. No en la misma intensidad como hace tiempo atrás pero si lo sigo notando...
Tal vez tenga que aferrarme a la idea de que pasito a pasito las cosas van yendo, que aunque todo está caminando más lento de lo esperado, si es cierto que no he vuelto atrás.
No sé qué decir. Me hubiera gustado llegar a este punto y decir que lo he superado, pero no, tengo que decir que aún me queda trabajo por delante...
Pero pese a esto debo llenarme de energías para seguir luchando, más que nada porque no me queda otra opción... no hay otra solución...

De mi ex no sé absolutamente nada desde hace muchísimo tiempo. Parece increíble cómo una persona que ha sido tan importante en nuestra vida, ahora se muestre esquiva y distintante... Increíble... Sin embargo, evito el venirme abajo con este pensamiento que no deja de macharme la cabeza día y noche, con esa sensación de que a mí ex ya no le importo absolutamente nada.
Prefiero pensar que él ha decidio dejarme mi espacio para no haberme más daño... No sé si es verdad, pero me evito más sufrimiento del que ya llevo a mis espaldas... Y de momento, esto me ayuda...





viernes, 21 de febrero de 2014

El enemigo en casa...

Uno nunca llega a comprender del todo porque un ex habla mal de uno/a, sobre todo si uno se ha portado bien.
Es difícil entender cómo es posible que una persona, con la que se ha compartido tanto, se ha sentido con tanta intensidad... ahora se dedique a hablar mal de nosotros, o a decir cosas que no son verdad.

Por suerte, no he vivido esta situación ni en esta ruptura ni en la anterior.
Aunque evidentemente desconozco si están hablando mal de mí en la actualidad... Nunca se sabe!.

Si personas cercanas a mí han vivido esta situación. Y es terriblemente desagradable. Sobre todo cuando meten en el medio de la historia personas cercanas a nosotros a quienes queremos y que no tienen nada que ver con la ruptura.

Creo que para poder hacer frente a esto primero hay que saber porqué sucede.
No es que sea una experta en la materia, pero como este blog lo he abierto para hacer mis reflexiones, opino lo siguiente:

Estoy segura que a la vez que nosotros pasamos por un duelo, nuestro ex también. Y es lógico y normal que ellos también sientan las fases, como el odio, la ira, el dolor...
Cuando uno siente ira, es difícil el poder controlarlo, y qué mejor que descargar con los amigos??...

Si a nuestros oídos llegan malos comentarios a través de amigos o familiares, creo que lo que deberíamos hacer es hablar con nuestro ex.
Y lo mejor es hacerlo por teléfono. Evitando en todo momento el quedar personalmente con él o ella, ya que eso podría hacernos mucho daño.
Si no te atreves a llamarle, un email es una Buena solución, siempre teniendo en cuenta que en ningún caso podemos tener como objetivo único el querer volver o iniciar un nuevo contacto con nuestro ex.

Hay que aclararles que esto no puede continuar así, que comprendemos la situación pero que no nos merecemos que hablen de ese modo de nosotros.
El hecho de que estemos delatándole hará que se sienta ridículo y recapacite.
Puede que continue en sus trece de querer seguir hablando mal de nosotros, insisto cuando falta motive para ello (infidelidad, engaño, mentiras...), pero nosotros en ese caso ya no deberíamos hacer nada más.
Nosotros ya le hemos avisado, decírselo una vez más, hará que sigamos manteniendo un contacto que a la larga no sera nada beneficiosa para nosotros.

Por otro lado, es necesario hablar con las personas implicadas (amigos o familiares) para que comprendan lo que está pasando.

A una amiga muy cercana a mí le sucedió que su ex no dejaba hablar mal de ella, y hablándolo las aguas se tranquilizaron.
Muchas veces son el fruto de no haber tratado determinados temas en el momento de la ruptura.

En el próximo post comentaré cómo me siento después de 6 meses de ruptura...