sábado, 20 de febrero de 2016

La ruptura y los amigos... (Parte I)






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No he querido demorarme mucho en la publicación de este post, ya que desde que anuncié que iba a publicarlo, me habeis escrito emails pidiéndomelo y preguntándome.

Estoy segura que muchas de las sensaciones que describiré, a más de uno le sonará. 

Mi pandilla de amigos lo conformaban personas de mi confianza, algunas más que otras, pero de mi confianza al fin y al cabo. Nos habíamos conocido en la universidad, y desde entonces estábamos juntos.
Ellos conocían a mi ex, aunque como yo tenía una relación a distancia, lo habían visto muy poco.

Cuando la ruptura se produce, todo el mundo me preguntaba que había pasado, que había sucedido... Se les veía interesados por cómo se desarrollaban los acontecimientos.
En ese sentido yo me veía muy acompañada y arropada por ellos.

Pero había un problema: ellos nunca habían pasado por una ruptura dolorosa. Habían tenido sus relaciones y sus rollos, pero ninguna de importancia. En ningún caso habían sido relaciones de años y con proyectos. Y aunque esto puede parecer una bobada, en el fondo marcó la diferencia de lo que sucedió después.

Al principio me ayudaban, quedando conmigo y haciéndome salir de casa, cosa que siempre agradecí. Esta situación duró unas semanas, A partir de entonces todo cambió. Se mostraron distantes, cansados de mi dolor, de las historias de mi ex... ya les resultaba cansado y aburrido.

Evidentemente, una persona que está pasando por una ruptura, su principal tema de conversación (sobre todo al principio) es su ex, la relación, la ruptura... es lo normal. Los buenos amigos están ahí, para escuchar, aconsejar y ayudar. No digo en ningún caso que tengan que estar día y noche acompañándonos, pero si apoyándonos un poco para hacer más llevadero el dolor. O cuando alguno se pillaba una buena borrachera no era necesario llevarlo hasta casa y contaban con nosotros para ello?, o si hospitalizaban un familiar no contaban con uno para apoyarles?, y ni que decir tiene si éste fallecía... Siempre estuve al pie del cañón.
Si a las pocas semanas lo que hacemos es ignorar el dolor de un amigo, entonces, estamos ignorando una necesidad que tiene, un apoyo, y posiblemente estemos aislándolo en su propio sufrimiento, porque siente que nadie le comprende y que a nadie le interesa lo que le sucede ni cómo se siente.

Eso me pasó a mí. A la semana de la ruptura, jamás olvidaré las palabras de una de ellas: "Tienes que pasar página ya". Cómo????, hace una semana que mi pareja de más de 6 años me ha dejado y quieres que lo olvide???. Cómo se hace eso????.
Yo no estaba sufriendo por gusto, estaba sufriendo de verdad...

Evidentemente, ante este tipo de situaciones, uno tiende a dejar de hablar de la ruptura, del ex y de lo que siente. Se lo guarda uno para sí, porque dentro de uno mismo es el único lugar donde nadie le recrimina el estar preguntándose esto o lo otro.
Nunca me cansaré de decirlo: si hay algo que caracterizó a mi ruptura, fue la sensación de tremenda soledad. 

Yo seguía quedando con mis amigos, y evitaba el tema para evitar reproches o quejas. Por lo que terminaba estando en un sitio en el que no quería estar y con la gente con la que ya no me sentía a gusto.
Pero claro, el prescindir de ellos era un decisión que no me planteaba en aquel momento, bastante tenía ya con mi ruptura!, como para tener que hacerme cargo de otra separación (de amigos), y sobre todo, porque aunque uno no puede hablar de lo que le duele y de lo que sufre con total libertad, por lo menos, uno sabe que tiene a unos "amigos", que no está solo.

Pero esto último es una ilusión. En realidad uno está solo. Si uno se junta con gente para no estar solo, en realidad estamos ya solos. O no os ha pasado, que estais rodeado de personas pero que en realidad sentís un enorme vacío interior?. A mí me ha pasado.
Cuando yo estaba con mi ex, yo no sentía esa sensación estando con mis amigos, yo estaba a gusto y quería estar con ellos, pero cuando la ruptura se produce empecé a sentir esa terrible sensación.
Yo estaba pasando por un infierno, por un calvario, que no dudaba en guardarmelo para mí, con tal de no recibir críticas y gestos de cansancio. 
Ese sentimiento se me estaba convirtiendo en veneno dentro de mí, mientras mis amigos reían, contaban anécdotas del fin de semana o hacían bromas sobre esto o aquello, yo lloraba, lloraba por dentro.
Y aunque yo quedaba con ellos para pasármelo bien y desconectar de todo lo que estaba viviendo, lo cierto es que no conseguía olvidarme del todo, y cuando estaba con ellos tenía ganas de irme, de desaparecer de alli cuanto antes, e irme a mi casa.

Hay que tener en cuenta que solo había pasado un mes desde la ruptura, o quizás menos, pero no más de un mes en ningún caso, lo que hace que la situación sea aún más grave.

Todo cambio tiene unas etapas de adaptación. Una ruptura no es menos. Yo estaba pasando por una etapa de lágrimas, de querer llorar, de sentirme triste y desolada. Sentía una necesidad de apoyo que en aquel momento no tenía, y lo que hacía era aumentar mi vacío interior.
Yo no tenía porque avergonzarme de mis sentimientos, porque eran genuinos y auténticos, yo no tenía porque ocultarlos, porque eran mi realidad y los tenía y eran míos.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Feliz no aniversario!

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Ni me acordé estos días previos, pero si cuando llegó. Ayer, día 16 de Febrero hubiera sido nuestro aniversario.
Al contrario que en años anteriores, apenas me afectó.

El primer año fue el más duro de todos, fue el primer no aniversario, lo extrañaba y lo echaba de menos muchísimo. Recordaba donde habíamos pasado nuestra última celebración el año anterior, lo que habíamos hecho y lo que nos habíamos regalado.
Por aquel entonces, empeoró la situación que yo esperaba, ilusa de mí, que él si se hubiera acordado como yo de esta fecha, le hubiese entrado morriña y me hubiera llamado aunque sea para saludarme. Pero, evidentemente, eso nunca ocurrió.

Hoy, años más tarde, no he podido evitar el acordarme de esta fecha, pero con una única diferencia: no me ha hecho daño.
Tampoco me ha importado si él se ha acordado o no, simplemente me he fijado en que yo sí me acordado.

Con esto quiero decir que los recuerdos siempre estarán ahí, no podemos borrarlos, ya que forman parte de nuestro pasado y de nuestra historia, simplemente tenemos que asumirlos como nuestros e interiorizarlos. Para ello, es necesario el  haberlos gestionado correctamente, el haber elaborado el duelo de forma sana, pasando por sus diferentes estadios y digiriéndolos poco a poco.

sábado, 13 de febrero de 2016

Llenando huecos...



He estado este último mes ausente del blog, debido a que estaba preparando unos examenes.
Me he puesto a estudiar inglés, no sólo me sirve para mejorar mis conocimientos, sino para que conocer gente nueva y ocupar el tiempo que dedicaba a mi ex en cosas nuevas.

Es importante hacer esto, porque la sensación de vacío se minimiza. El hacer actividades nuevas que nos llenen y nos aporten,  no sólo nos saca de la espiral de dolor, sufrimiento y vacío típico de una ruptura, sino que nos enseña que nosotros podemos seguri nuestro propio camino y, sin duda alguna, podemos vivir sin nuestra ex pareja y ser igualmente felices.
Está claro que todo tiene su momento, al principio no hubiera podido hacerlo, pero hace tiempo que me he visto con las ganas y las fuerzas de seguir mi camino.

En la clase de inglés estoy conociendo gente nueva, poco a poco uno se va acercando a aquellos con los que tiene cosas en común, y va ampliando su círculo de amistades, que ya de por si estaba bastante mermado.

Además voy al gimnasio, lo que me hace hacer ejercicio y perder esos kilitos de más que había ganado en los últimos meses. En el gimansio también estoy conociendo gente, y me lo paso muy bien!.

En muchos aspectos estoy contenta, porque veo que poco a poco voy reorganizando mi vida y hago cosas que me llenan y me aportan. Aún así, me persigue la sombra de lo vivido, no sólo por la ruptura, sino también por las situaciones que viví a mi alrededor que hicieron que la ruptura fuese más difícil de sobrellevar.

En el próximo post, me gustaría hablar de la reacción de la familia, de los amigos... ante nuestra situación de ruptura. Seguro que muchos de vosotros también lo habeis vivido y os sentiréis identificados.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Feliz 2016!

Desde aquí os deseo un feliz 2016.
Sé que para muchos de nosotros, estas fechas no serán nada fáciles. Muchos recuerdos, muchas experiencias vividas con nuestros ex, un "el año pasado por estas fechas yo estaba aún con...".

Uno no está obligado a estar feliz en Navidad, contrariamente a lo que nos vende la televisión y la publicidad. Tenemos derecho a sentirnos como nos sentimos. Y ya está.

Dejamos atrás un año difícil y complicado en el que hemos tenido o, estamos en ello, que asumir que una persona muy importante para nosotros ha decidido no seguir a nuestro lado.

Pensad que este fatídico año queda atrás, y que uno nuevo comienza, con nuevos proyectos, con nuevos retos, con nueva ilusiones.

Nadie dijo que el duelo sea fácil, pero sería una buena idea mirar al 2016 con la perspectiva de "lo superaré", que este será nuestro gran año, que este año lo afrontaremos con más fuerza que el anterior y que nos permitirá ver el final de este duro camino, para algunos antes que para otros, dependiendo del tiempo que se lleve de duelo, pero siempre con la idea y el propósito de salir reforzados de esta experiencia.

Un saludo.

Natassha.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Porqué insistes?

Si mi ex me deja y yo opto por el contacto 0, porqué tiempo después yo recibo emails o mensajes contándome cómo le va todo?. Pareciera que se está arrepintiendo...

Yo, como muchas otras personas, al producirse la ruptura opté por el contacto 0 (algo que me fue muy dificil al principio), me pareció el mejor método para poder superar la separación, pero sobre todo, me pareció lo mejor para poder protegerme. Algo que la otra parte no aceptó con agrado al 100%.

Es normal que pasado un tiempo en el que no ha habido contacto de por medio, nuestro ex contacte con nosotros contándonos como le va su vida sin nosotros, y de paso, aprovecha la ocasión para preguntarnos algo para que sigamos el contacto.
Pues bien, no os engañéis. Todo es una ilusión.

En un porcentaje alto de las ocasiones, lo que mueve a la otra persona es puro egoísmo. Es el no aceptar que nosotros, los dejados, estamos haciendo nuestra vida sin ellos.
Correis el riesgo que si respondeis vuestro ex no vuelva a responder, o si lo hace esté jugando al gato y al ratón, es decir, que comais de su mano, o dicho de otro modo, le gustará el juego del tonteo pero sin definir nada, y nosotros, con la pequeña ilusión de un posible regreso sigamos, sigamos y sigamos respondiendo esos mensajes sin pensar en el daño que nos estamos haciendo a nosotros mismos.

Les gusta ese juego de tener una persona a su merced, a su antojo, que les esté detrás como un perrito faldero.

No niego que en ocasiones la otra parte se esté arrepintiendo, pero no os preocupeis, porque de ser así, la otra persona pondrá todo de su parte para que os entereis de sus intenciones.
Y tampoco niego que contacten con nosotros para saber cómo estamos, pero antes de hacer ese tipo de cosas deberían pensar antes el resultado que tendrán sobre nosotros.

Para mi desgracia yo sufrí estas "apariciones", y no lo negaré, caí. Caí como una tonta en cada una de ellas, siempre con la espereanza de poder volver.
Él estaba muy cómodo en ese papel de "contacto contigo cuando quiero y te contesto cuando me da la gana", incluso si han pasado varios meses que no sé nada de ti.

Lo triste de todo era que yo estaba sufriendo horrores, porque ese posible regreso hipotético nunca sucedió, y yo misma, a través de sus mensajes, me creaba una ilusión, una ilusión que se quedó en eso, en cenizas.

Cuándo me dí cuenta que estos mensajes no servían de nada?, pues cuando empiezo a ver que en sus mensajes no definía nada. Me contaba su vida, me preguntaba por la mía, me contaba las cosas que hacía y los proyectos que tenía para él, proyectos en los que evidentemente yo no figuraba.
Con el tiempo me voy dando cuenta que en los contenidos generales de esos mensajes no había nada, sólo un vehículo para seguir manteniendo el contacto conmigo.
O dicho de otro modo, facilitarle su recuperación.

Él también lo estaba pasando mal, él también estaba pasando su duelo, y aunque la decisión de romper la relación había sido suya, a él también le estaba costando romper el contacto conmigo definitivamente.
Estos contactos lo que hacían era que su recuperación fuera más llevadera, porque de alguna manera yo seguía presente en su vida, aún no me había ido, seguía ahí a través de los mensajes.

Pero quién pensaba en mí?, yo también lo estaba pasando mal, y seguramente peor que él, porque la decisión de romper había sido suya y no mía.

Y un buen día él desapareció, y nunca más volví a tener noticias suyas. Seguramente porque ya habría rehecho su vida con otra persona y ya no me necesitaba.

Que mi experiencia os sirva.