miércoles, 7 de agosto de 2013

Dejado o dejador... esa es la cuestión.

Ser dejado o dejador en una ruptura cambia mucho la manera de enfrentarse a la misma.


No hace falta pensar demasiado para darse cuenta que la peor parte siempre se la llevará el dejado. Casi siempre la noticia nos pilla desprevenidos, de sorpresa, sin esperarlo...
Aunque los papeles son radicalmente diferentes, la manera de enfrentarse a la ruptura es prácticamente igual: en ambos casos habrá un duelo que superar, lo único que lo diferencia son los tiempos...
Del tema del duelo me encargaré en un próximo post.

Yo he tenido ambos papeles, por lo que puedo hablar de cómo lo he vivido en cada caso.
Y si os dijera que el día que el dejador nos comunica la ruptura no es el día que realmente nos ha dejado?. En realidad, el dejador ya nos abandonó mucho tiempo antes.

Seguramente lleve semanas, meses o incluso años mascando la idea de romper la relación.
Nadie se levanta una mañana y decide dejar a su pareja sin motivo. Siempre hay un motivo. Y siempre hay una previa elaboración de la ruptura...

Cuando me he visto en la situación de romper con una pareja, siempre he meditado mucho mi decisión, y al ver que no sentía lo que tenía que sentir por esa persona, o ver que la situación no tenía solución, comenzaba a plantearme la ruptura. Incluso se la planteaba a mi pareja, aunque de manera muy fugaz.
Al principio la idea es vaga, da miedo, y con solo pensarlo se te bloquea la mente. No quieres ni oir hablar de separarte de tu pareja.
Pero con el tiempo, la idea va creciendo, poco a poco, como si fuera un bebé en gestación. Ya no ves que la ruptura sea algo tan malo, es más, hasta lo ves como algo bueno, como algo que te librará de la enorme carga en la que se ha convertido tu pareja.

Ya no estás a gusto con él, y la ruptura se ve como algo muy posible y nada descabellado.
A medida que pasa el tiempo la idea sigue creciendo, y comienzas a manifestar los primeros síntomas de una separación futura: tu pareja ya no te importa tanto.
Puede que en algunos casos nuestra pareja note el distanciamiento, en otras puede que directamente no lo quiera ver... 

Así va pasando el tiempo, hasta que un buen día se tiene el coraje suficiente como para decírselo. El día que se decide dar el paso, la idea está más que masticada, y en cierta manera se siente un alivio el poder soltarla...

Pero el día que nos comunican a los dejados la ruptura, tampoco es el día de nuestra dejadez.
Generalmente cuando nos comunican la separación no solemos reaccionar, estamos en estado de shock. Pensamos, incluso, que la situación tiene solución y que puede ser una pataleta que le ha dado a nuestra pareja. Sin embargo, pasado un tiempo, y siempre y cuando la ruptura sea definitiva, nos damos cuenta que no hay marcha atrás, que nuestra pareja tiene claro que no quiere continuar con nosotros. Y es precisamente ese día, el día de nuestra dejadez, cuando comenzamos nuestro camino, el mismo día en que nos damos cuenta que nos han dejado...

En ambos casos se debe pasar por un duelo, por una aceptación de la pérdida, lo único que diferencia al dejado del dejador, es que en este último, la decisión de romper la relación ha venido prácticamente sola, sin esfuerzo. Él unicamente se ha dejado llevar por lo que siente.
El dejador va gestando la ruptura, pero mientras tanto tiene a su pareja a su lado, no está solo.

Sin embargo, a los dejados, la noticia nos suele llegar como un jarro de agua fría, nos suele pillar de sorpresa y nos vemos forzados a aceptar una situación que no la queremos, ya que nos hace daño...
Pero no nos queda otra que asumirla, nos guste o no.

Mientras el dejador está concluyendo su proceso de duelo, el dejado comienza el suyo, de ahí que se tenga la sensación de que al dejador "no le importa nada", o que "él o ella está genial mientras yo me estoy muriendo", o "nunca pensé que mi ex pareja fuera tan fría que hace su vida como si no hubiera pasado nada". El dejador ha elaborado el duelo mucho antes que nosotros...

Siendo dejada, me costó mucho ver esto último que he comentado. Tuve que verme en el papel de dejadora para poder comprenderlo...


Y como el ser humano es retorcido, y para rizar más el rizo: sabías que una persona dejada puede ser dejadora también en una misma ruptura?. Si, si se puede.
Me explico: Una de las dos partes puede no estar interesada en la otra, pero no toma la decisión de romper la relación sino que continúa con ella, obligando a la parte que se siente "abandonada" a tomar el paso de romper.
En este sentido, la persona que no está interesada en la otra no toma la decisión de cortar, pero con su actitud de "abandono" hacia su pareja, en realidad, ya la ha dejado...

Esta última situación es más común de lo que parece... Ya os dije que el tema de dejados y dejadores daba para mucho...

martes, 6 de agosto de 2013

Realmente la relación se ha roto?...

Antes de asumir que estamos pasando por una ruptura sentimental, debemos estar seguros qué realmente lo es. Y me explico.
Tenemos que ser capaces de pensar con frialdad y asegurarnos que no se trata de una pelea más, o de otra pataleta que le ha dado a nuestra pareja amenazándonos con dejarnos, pero que en realidad no es verdad.

Cómo nos podemos dar cuenta que se trata de una ruptura definitiva entonces?, bueno, a veces es complicado el poder darse cuenta, sobre todo, cuando nuestra pareja utiliza el romper como un modo de presión, o cuando nuestra relación ha pasado por sucesivas rupturas a lo largo del tiempo.
Creo que en este sentido, tenemos que ser honestos con nosotros mismos. Nadie mejor que nosotros para conocer a nuestras parejas y poder darnos cuenta que la decisión que ha tomado es definitva.

Pero daré algunas pistas, aunque aviso, esto no es una ciencia exacta:

-Si hace tiempo que notas a tu pareja diferente, aunque para ti la relación no va mal: Está distante, no es tan cercan@ como antes, se busca excusas para no verte... y de golpe, te dice que necesita un tiempo para aclararse... Y desaparece por completo de la escena.
Cuando te pide un tiempo, es cierto que aun no te ha dejado, pero es probable que lo haga en un futuro no muy lejano, o por lo menos está gestando la idea... Hablaré en un próximo post sobre esto.


-Si la relación ya hacía aguas y tú eras plenamente consciente de la situación: simplemente era cuestión de tiempo que uno de los dos tomase la decisión. Si la relación no estaba pasando por el mejor momento desde hacía tiempo, la persona que te deja tiene pocos motivos para seguir a tu lado.
Y si encima ha conocido a alguien, es complicado que quien decide romper una relación termine regresando...

-Cuando tu pareja te pide un tiempo o te dice de romper, y cuando contactas con él o ella, no muestra ningún signo de arrepentimiento por la decisión que ha tomado. O lo que es lo mismo: está a gusto estando sol@, sin ti.

-Otra manera de darse cuenta que la ruptura es definitiva: si lo tenías agregado a cualquier tipo de red social y apareces baneado, o te ha borrado... muchas veces esto ocurre incluso, antes de que te comunican que te dejan...

-Si te dicen que la decisión no tiene marcha atrás... Esta, por desgracia, es muy directa, no deja lugar a las dudas y duele mucho, pero a la larga se agradece...

Estas son algunas de las que se me ocurren, pero evidentemente existen muchas más... y aún así, en algunas ocasiones no seremos capaces de diferenciar si la persona que nos abandona, lo tiene realmente claro.
En cualquier caso, sea cual sea el escenario que nos encontremos, casi todas las situaciones tienen un denominador común "el dejar de querer".
Cuando una persona ama a otra, luchará hasta el infinito para estar con ella, aunque las situaciones sean adversas.
Es lo que tiene el amor!. Pero si tu pareja ya no siente lo mismo por ti, es probable que tire la toalla a la primera de cambio con cualquier excusa mundana. 

Pero insisto, nadie mejor que nosotros para saber si se trata de una ruptura definitiva o no. En este sentido, es fundamental no autoengañarse, o seremos nosotros los peor parados.
Si nos enganchamos a un posible regreso futuro, con la excusa de que "se arrepentirá", "quién lo querrá más que yo"... no haremos sino alimentar un posible regreso futuro que con total probabilidad no sucederá. Y no tardaremos en tener que tragar un vasito de arena con cristales que sin ningún lugar a dudas nos dolerá. Y mucho...

Pero una relación la forman dos personas, y también cabe la posibilidad que seamos nosotros mismos quienes hayamos decidido romper la relación.
Aunque creamos que lo tenemos claro, pueden surgir las dudas, los arrepentimientos...

Si somos nosotros quienes decidimos romper la relación tendremos algo a nuestro favor: si rompemos, lo hacemos por algo, y generalmente es para estar mejor.
Pero tomar decisiones también tiene sus inconvenientes: si somos nosotros los que tomamos la decisión, caerá sobre nosotros mismos el peso de la decisión, y eso exige que quien quiere romper lo tenga claro y no cambie de opinión a los dos días, porque eso generará confusión en la persona dejada.

Si somos nosotros quienes rompemos, parece evidente que sabremos de antemano si la situación es definitiva o no. Pero esto es aparente, porque romper una relación, sobre todo cuando se ha querido mucho, se han vivido muchas experiencias y además había planes de futuro, la cosa puede no estar tan clara.

Los motivos que nos llevan a romper una relación son sumamente variados, pero en casi todos ellos hay un denominador común, el ya mencionado: "dejar de querer".

Del papel del dejado y el dejador hablaré en mi próximo post, porque no es tan simple y hay mucha tela que cortar...

Empezando el camino...

Ojalá pudiera darte un enorme abrazo de bienvenida por haber encontrado mi blog, pero si has llegado hasta aquí, entonces, estás pasando por una ruptura sentimental, al igual que yo.

Entonces, como no puedo darte un abrazo de bienvenida y alegrarme de tu llegada hasta aquí, por lo menos, permíteme que compartamos este tiempo, este camino juntos. Que aunque no podamos quitarnos la pena por la pérdida, por lo menos el poder compartirlo nos deje que nuestra carga sea más llevadera.

No importa si te han dejado, si has tenido que dejar porque la situación no era viable... no importa, siempre duele. Tampoco importa si te han dejado 2, 4, 10 ó 15 veces. Duele.

Tengo la enorme suerte de no haber tenido que pasar por demasiadas rupturas a lo largo de mi vida, pero por lo pocas que han sido, me ha tocado acarrear con tristeza y dolor en todos los casos.

Me he apoyado en las experiencias de las personas que me rodean, en la mía propia, incluso he buscado información en Internet. Sin embargo, lo que puedo encontrar en la red, siento que me lo cuenta un extraño, una persona absolutamente desconocida para mí, sin saber realmente si esa persona lo ha vivido de verdad o no, o se basa en lo que ha leído en un libro de autoayuda...

No haré comentarios sobre algunas páginas con foros en las que un experto da una sentencia como una verdad absoluta, menospreciando la capacidad de quien escribe, y aprovechando la ocasión para humillarle si puede... Sencillamente, lamentable.

Estamos pasando por un duelo, por una aceptación de una nueva situación para nosotros, lo que requiere el máximo respeto por parte de los demás.

He abierto este espacio para contar cómo lo vivo yo, qué hago para poder superarlo, porque aunque ahora no se pueda ver la luz al final del túnel, créeme que si que existe. Esto es un camino, una situación temporal, cuya duración dependerá exclusivamente de nosotros.

Asique, querido lector, ahora si, bienvenido a mi blog!.