Otro motivo de ruptura.
No dejamos de exigirle a nuestra pareja una relación más seria, que nos llame o nos vea más, que cambie su manera de ser... y un largo etcétera.
Por supuesto que tenemos todo el derecho del mundo a hablar o a manifestar nuestro malestar ante algo que no nos guste.
Pero cuando la relación se convierte en una queja constante, evidentemente, esta situación agota a cuaquiera.
Por qué nos volvemos tan exigentes?, esto suele suceder porque en realidad, hemos elegido a alguien que no nos gusta. Y queremos que cambie para que se asemeje a nuestras necesidades y preferencias.
Esto además de ser cruel con nuestra pareja, es agotador e injusto.
Tenemos que mentalizarnos que nuestra pareja tiene defectos y virtudes, y en nosotros mismos está la capacidad de poder aceptarlos.
Nadie es perfecto, por lo que hay que ser un poco más flexible.
Si tantas cosas te molestan de tu pareja, quizás deberías plantearte qué haces con ella...
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