Parece que el mundo deja de girar, que el sol ya no sale y que todo cuanto acontece en nuestro entorno no existiera.
Yo
mi duelo lo he vivido así, con esa extraña sensación que lo único que
parece existir en mí soy yo misma, el dolor de la ruptura y el recuerdo
de mi ex. Llevo tiempo moviéndome entre estas tres bandas. Estoy
cansada, quiero avanzar.
Me
enteré que cerca de mi ciudad se organizan quedadas de solteros todos
los fines de semana. Asique decidí que quizás fuera una buena
oportunidad para conocer a alguien.
Realmente
al principio la idea me asustó, dudé, si, dudé muchísimo si debía ir o
no. Llevo mucho tiempo fuera del mercando de las relaciones… Y da un
poco de miedo volver a entrar otra vez a formar parte de los solteros
interesados en una pareja.
En
principio, antes de ir, no me había planteado absolutamente nada. No
busco novio, ni un ligue, ni un amante… Ciertamente no sé lo que busco,
porque en realidad no estoy buscando nada. Pero pensé que sería una
buena oportunidad para salir del fondo de armario donde llevo metida
tanto tiempo.
Lo organicé con una
amiga, quien tenía claro que está buscando una relación seria. Asique me
fui con ella a la primera fiesta de solteros de mi vida.
Lo organizaron en un pub, en el centro de la ciudad. Me sorprendió la cantidad de personas que había, sobre todo hombres.
Por suerte para nosotras la mayoría eran de nuestra edad.
Era
evidente que el número de hombres superaba con creces al de mujeres.
Asique como os podéis imaginar no tardé en sentirme bastante solicitada.
Hablé con mucha gente, y mi
amiga también. Ella con una postura más agresiva que yo, ya que como os
conté, ella tiene claro que quiere tener pareja. En mi caso, y dado que
llevo mucho tiempo fuera de juego, me dediqué a escuchar, a preguntar y
poco más.
Noté enseguida que la
gente que estaba allí no buscaba una relación pasajera, sino algo más
estable, y se notaba porque la gente era sumamente respetuosa y se
tomaba su tiempo para conocerme.
Acostumbrada
a los pubs y discotecas de siempre, donde no tardan en hacerte
proposiciones de tipo sexual, aquí no pasó nada de eso, aunque estoy
segura que de haberlo propuesto yo, no me hubieran dicho que no. Pero
bueno, para mí lo más importante es que la gente hacía las cosas a fuego
lento, tal y como yo necesito en este momento.
Pasado
un tiempo, mi amiga se quedó en la barra hablando con un chico, y yo me
quedé charlando animadamente con 3 jóvenes. Ellos eran amigos entre sí,
y noté que 2 de ellos se alejaban para dejar que el tercero ligara
conmigo. Quizás porque notaron que entre los 3, yo estaba más interesada
en este, asique, como buenos amigos, dejaron que el otro, llamémosle
“Raul”, tuviera el campo libre…
Si
he de ser sincera, no estaba interesada en ninguno de los 3…, pero
bueno, como os indiqué antes, no tenía ninguna expectativa.
La
conversación con “Raul” acabó con un intercambio de teléfonos. Al chico
le debí gustar mucho, porque al cabo de una hora ya tenía el primer
WhatsApp…
Cuando
yo conocí a mi ex, hace ya unos cuantos años, no existía el WhatsApp,
ni Facebook, ni Instagram, ni Twitter… ni nada que se le pareciera. Por
aquel entonces empezaba a haber chats en Internet, y poco más.
Por
eso ahora todo me resulta muy rápido. Yo quiero ir despacio pero la
tecnología me supera…. Me siento fuera de juego, como si hubiera estado
décadas encerrada en una habitación incomunicada al exterior…
En
cualquier caso, y dado que soy la que tiene las dificultades porque
necesito que todo vaya más lento, tengo claro que el ritmo lo marco yo.
Si la otra persona está interesada esperará, de lo contrario ya sabe
donde está la puerta.
No busco nada en particular, simplemente necesitataba dar este paso, sentir que mi estoy llegando al final de mi duelo, que puedo continuar con mi vida, con mi camino.
Sin embargo, este continuar mi camino no está exento de controversias, y es que estando en la fiesta de solteros, sentí que le estaba siendo infiel a mi ex... Increíble!. Pero asumo que es el sentimiento extraño que tengo al verme expuesta a una nueva situación para mí. Habrá que tener paciencia...
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