jueves, 8 de agosto de 2013

Una semana después...

Ayer hizo exactamente una semana desde la última vez que lo vi.
Desde entonces no he vuelto a saber nada más de él.
Tengo la sensación que queda una charla pendiente en la que se traten determinados puntos que no se hablaron en su momento. Sobre todo por mi parte, ya que no pude hablar aquella tarde y siento que me lo quedo todo dentro de mí, y ahora percibo que tengo como una bomba en mi interior a punto de estallar.

Lo malo de esto, es que genera sensación de espera... Espera de una llamada, de un mensaje, de un email... por su parte. Y veo que han pasado varios días y no llega... El sentimiento es de desesperación. Estoy pendiente del móvil, del email... todo el tiempo. Es evidente, que así no se puede estar. Esto, no es bueno para mí: retrasa mi recuperación y me hace estar más pendiente de él que de mí.
Como era de esperar, intenté ponerme en contacto con él, pero no atiende a mis llamadas. Después de dos intentos, he dejado de insistir, total, le llame 2,3, 10 ó 20 veces seguirá sin atenderme.

Como la otra persona no quiere hablar y yo no puedo obligarla, tendré que tomar cartas en el asunto, porque mis sentimientos, mis pensamientos... siguen golpeándome la cabeza constantemente.

La solución?: escribirle una carta en la que expreso cómo me siento, cómo me encuentro, lo que pienso... a él. Manifestar con pelos y señales todo lo que llevo dentro desde hace una semana. No callarme nada.
Y después, una vez terminada, la guardo en una carpeta de mi portátil. Y allí se quedará.
Jamás debemos enviar estas confesiones a nuestros ex.
Por que no?, porque en el fondo, enviamos esa carta para provocar en la otra persona un cambio de actitud, o lo que es lo mismo: que regrese con nosotros, y esa persona ya nos ha dejado claro que no quiere continuar con nosotros.

Por otro lado, porque demuestra que estamos atados a nuestra ex pareja, que no somos capaces de vivir sin ella, que nos falta el aire, que sin ella no somos nada... en una palabra: daremos pena.
Piénsalo bien, realmente quieres darle lástima a tu ex?.
Además, es evidente que estando en el contexto en el que estamos, estaremos haciendo el ridículo.

Os contaré lo que me sucedió hace unos años con otra ruptura en la que SI envié la carta a mi ex.
A través de esta carta, le expresé lo que sentía por él, lo mucho que le quería y le echaba de menos, y por supuesto, confesé cosas que pensaba de nuestra relación y nuestra ruptura.
Teniendo en cuenta que me dejó de una manera abrupta, me pareció lógico enviarle aquella carta.
Qué reacción hubo por su parte?: Ninguna. No obtuve respuesta.
Cuando pasados unos días me lo encontré en un chat, su actitud fue de enfado, molestia y no dudó en decirme cosas hirientes.
Si lo hubiera sabido antes, jamás hubiera enviado aquella carta.

Es evidente que es difícil predecir la reacción que tendrán al leerla. No siempre es buena, tal y como me pasó a mí. No hay ninguna necesidad de pasar por un mal momento cuando ya de por sí no estamos en uno muy bueno...

Algunas veces si podemos obtener respuesta y de manera más o menos cordial, pero tenedlo claro: no volverán, ya tomaron la decisión y seguramente después de leer la carta le demos pena.
A mí me sucedió en otra ruptura, en la que fui la persona que dejó. Este ex, me envió un email diciéndome cómo se sentía y lo mal que lo estaba pasando.
Yo no podía resolver su situación, tenía que solucionarla por él mismo, y sentí verdadera pena y tristeza por lo que estaba pasando esta persona, ya que la consideraba un buen chico, sin maldad alguna.
En ningún momento dudé de la decisión que había tomado, y me limité a desearle lo mejor. Qué más podía hacer si no le quería?...


Por otro lado, pasada ya una semana, me preocupa que no haya sido capaz de llorar ni un solo día... aunque si es cierto que me siento triste...

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