sábado, 13 de septiembre de 2014

Y tú quién eres?...

Después de un año sin haber mantenido ningún tipo de contacto con mi ex, hoy me pregunto que habrá quedado de él, que habrá quedado de la persona que me enamoré en su día.

Seguramente su esencia siga perdurando, pero es evidente que él ya no es el mismo. Yo tampoco.
Ambos hemos vivido situaciones diferentes, hemos crecido, hemos madurado y hemos elaborado la ruptura de maneras diferentes, él como dejador, yo, como dejada...

Estoy segura que si me sentase a hablar con él, notaría que ya no es la misma persona. y seguramente él notaría lo mismo de mí.

 

Aquello que nos unió, ya no está... 

Por qué comento esto?, porque después de haberlo visto con su nueva pareja, ahora tengo la sensación que ya no lo conozco, que ya no sé quién es... Lo siento lejano, diferente, en definitiva, no conozco a esa persona... 

Tengo la sensación que mi pareja era otra persona y no esa que vi aquella tarde... 

Medité sobre esta sensación que tengo, y creo que no es mala. Es una buena sensación... 
Si estoy sintiendo esto, eso significa que poco a poco me estoy alejando de aquella persona, que no me siento tan unida a él como antes.
Es como si cada día que pasa, esa persona fuera una extraña para mí, no sé muy bien cómo explicarlo. 

Es un sentimiento raro, porque al fin y al cabo hemos estado juntos más de 6 años, pero en el fondo esta sensación me gusta, y me gusta porque eso significada que estoy avanzando, que no estoy tan estancada como yo creía...

viernes, 5 de septiembre de 2014

Primer año sin él...


Se hizo esperar, parecía que no quería llegar, pero si, llegó... el primer año sin mi ex, el primer año sin su compañía, sin sus abrazos, sin sus besos... mi primer año escribiendo en este blog.
Mi primer año llorando las penas, desahogando mi dolor aquí, y compartiéndolo con vosotros que, con total seguridad, estáis pasando por lo mismo que yo...

Mi primer año llegó en plenas vacaciones. Los días previos yo estaba muy nerviosa y triste por la llegada del primer aniversario, pero sabía que era inevitable, y que con total seguridad sería muy beneficiosa para mí: ya no habrá más primeras vacaciones sin él, no habrá más primer cumnpleaños sin él, ni primeras Navidades sin su compañía... Ya no más.
Ahora es tan solo pensar en lo mal que estaba yo el año pasado por estas fechas, cuando apenas me había dejado, cuando la herida aún sangraba abundantemente.

Y es precisamente esto lo que me preocupa, el ver que ha pasado un año, y si, el dolor no es el mismo: he avanzado mucho, mi día a día nada o poco tiene que ver con el principio: noches enteras sin dormir, el agobio de querer recibir un mensaje, una llamada suya y que nunca llegaba... y pese a todo esto aún siento el dolor.

Siento el dolor de su partida, de su decisión de dejarme, de ver que ahora tengo que continuar mi vida sin él y no sé muy bien cómo se hace eso cuando teníamos tanto proyectos de futuro juntos...

Veo que avanzo, si, pero muy poco a poco. A veces me siento agotada por sufrir tanto, parece que esto no se acaba más, y me pregunto cuándo se acabará...

Tengo claro que mi mejora emocional y la reconstrucción de mi autoestima depende exclusivamente de mi, pero es complicado conseguirlo teniendo dos trabajos y no disponiendo de tiempo libre para poder hacer las cosas que me gusta y poder conocer gente nueva... aunque conservo a mis amigos, apenas puedo verlos.

Estoy consiguiendo sacarme poco tiempo al día, tiempo libre para mí, que normalmente no supera los 40 minutos, ya que enseguida tengo que irme a trabajar al otro trabajo.

En ese tiempo, aunque pequeño, pienso e intento tener mi propios proyectos de futuro. Tengo algunas cosas entre las manos, y a ellas me aferro para continuar con mi vida.
Mis proyectos de futuro son lo único que tengo ahora que me aminan y me mantienen un poco contenta.

Como comentaba, mi primer aniversario se produjo en plenas vacaciones. Ese día fue triste, no dejé de pensar en todo lo que había pasado aquel día: en su llamada, en lo que me dijo, en todo lo que vino después... Incluso estaba pendiente de la hora a la que me dejó...

Al día siguiente me sentí liberada: ya habia pasado, y continúe con mi viaje, tocada, triste, pero un poco mejor que el día anterior.

Y eso me alivió.

Sé que escribo poco, pero como comentaba antes, sufro de escasez de tiempo.
He decidido escribir al menos una vez a la semana, para contar cómo me va, lo que pienso y lo que estoy haciendo para salir adelante.

Me está costando superar esta ruptura, más de lo que yo pensaba inicialemente, pero entre que me he enterado que mi ex ha rehecho su vida con otra persona, mi vida estresante de trabajo... es complicado.
Asique esto me obligará a poner más de mi parte si quiero salir adelante... asique: manos a la obra y a trabajar!.

sábado, 12 de julio de 2014

El reencuentro...

Durante todo este tiempo siempre he imaginado sobre nuestro reencuentro: dónde será?, cómo será?, estaré yo lo suficientemente entera emocionalmente como para que no me afecte?, cuándo será?... y un sinfín de etcéteras...
Sobre todo me preocupaba sobre mi actuación: digna, tranquila, con la situación absolutamente superada, como una verdadera señora...

Pues nada de lo que imaginé fué lo que sucedió hace unas semanas.

Yo regresaba a casa en coche despues de uno de mis trabajos como cada día, con la clara intención de cambiarme de ropa e incorporarme al otro trabajo que tengo por las tardes.
Unas calles antes de llegar a mi casa, me voy acercando a un semáforo que está en rojo, y voy frenando el coche poco a poco. Unos cuantos metros antes de pararme completamente, veo un coche negro aparcado esperando que el semáforo se ponga en verde.

La marca del coche yo ya la conocía, y el color era idéntico. Acto seguido, como un reflejo me fijo en el número de la matrícula: no había dudas, el coche era el de mi ex.
Después de tantos meses desde nuestra ruptura, sin habernos visto y casi sin cruzarnos ni media palabra, me lo encuentro parado en un semáforo cerca de mi casa...

Me fui acercando muy lentamente, os aseguro que el corazón me latía a 1000 por hora, parecía que se me iba a salir de la boca, las manos me sudaban, y creo que me temblaban las manos y las piernas...

Al ir acercándome, tomé la decisión en una milésima de segundo de pararme a su lado, justo en el carril contiguo, pero sin mirarle, como si no le hubiera visto. No sé porqué tomé esa decisión...
Y así lo hice. Me paré a su lado. Os aseguro que tener a tu ex a unos pocos metros después de tanto tiempo impone muchísimo. Uno no sabe qué hacer, si mirar, no mirar, sonreir, estar serio... no sabe.

De reojo noto que él se mueve desde su asiento de conductor. Yo, que me mató la impaciencia y la curiosidad, giré la cabeza para mirar.
Yo lo vi a él, después de muchísimo tiempo, se había dejado la barba, se estaba riendo, partiéndose de risa con una persona que estaba sentada su lado.

Por el momento él no me había visto. Aprovechando la ocasión, me incorporo hacia delante para ver quién estaba con él.
Descubro que a su lado hay sentada una chica que jamás había visto. Los dos se estaban riendo.

En una centésima de segundo noto que mi ex se va a girar hacia mí, asique me echo hacia atrás, y miro hacia el frente, como si estuviera pendiente del semáforo.

De reojo noto que él me ha visto. Era evidente que me había visto, porque percibí que se me quedaba mirando.

El semáforo se pone en verde, yo acelero y me voy a casa.
Mientras estoy en el segundo trabajo, no dejo de darle vueltas a lo que he vivido, y no dejo de preguntarme quién será aquella chica...

Cuando llego de madrugada a casa, y ya no aguantando la curiosidad y rompiendo todas las reglas básicas de las que he hablado en este blog, entré en su perfil de Facebook.

Allí descubrí que esta chica es su actual pareja. No llevan mucho tiempo juntos, tan solo unos pocos meses.
Él no dudó en colgar fotos de ellos juntos viajando y compartiendo momentos.

En ese instante sentí una horrible sensación de vacío, me faltaba el aire y el corazón se me aceleró. Me invadió una enorme tristeza, una invasión de sensaciones muy confusas.

De esto han pasado unas semanas, y sigo sin poder terminar de asumir la noticia.
Me cuesta asumir que él ya está con otra persona, que ha rehecho su vida, que una nueva persona ocupe el lugar que hasta hace unos cuantos meses ocupaba yo.
Me cuesta asumir que mientras yo aún sigo llorando, triste e intentando superar la ruptura, él ya ha pasado página. Quizás esto último es lo que más me duele, que él haya pasado página.

Ahora mismo, por temas económicos tengo dos trabajos, salgo de uno, paso por mi casa, me cambio y me voy al otro y trabajo hasta las 12 de la noche, para repetir la operación al día siguiente.
Casi no tengo tiempo ni para pensar, estoy siempre triste, siento que esto está siendo demasiado duro para mí, y me cuesta sonreir.

Me agarro al hecho que el saber que él está con otra persona me ayudará a superar esta ruptura, porque si él ya ha pasado página, si él ya tiene pareja, si él ya se ha olvidado de mí, entonces ya no quedan esperanzas, ya no queda otra más que asumir que él no volverá, que mi relación se ha acabado.

He hablado muchas veces en este blog sobre la importancia de asumir la realidad, de asumir que la relación se ha terminado, porque solo de esa manera podremos superar la ruptura.
Yo lo he escrito muchas veces, y hoy lo estoy viviendo en mi propias carnes.
Por primera vez después de tanto tiempo, dejo de estar anestesiada para sentir la realidad, una realidad tremendamente dolorosa, pero real al fin y al cabo.

Ahora que estoy tocando fondo solo me queda levantarme de las cenizas y seguir adelante...


domingo, 25 de mayo de 2014

Apareció...

Comentaba en un post anterior que mi ex ha aparecido.
Lo hizo de la manera más cobarde. Sin embargo, en mí tuvo unos efectos nefastos...

Hace unas 2 semanas aproximadamente abrí mi correo, y cuál fue mi sorpresa cuando descubro que mi ex me había enviado un email hacía unas horas.

Primero tuvea  una sensación de incertidumbre, de duda, de miedo, de escalofríos, de nerviosismo... todo a la vez. Ha pasado mucho tiempo sin tener noticias suyas...

Abrí el correo que me enviaba. No escribió muchas líneas.
Me pregunta qué tal estoy, cómo me van las cosas después de tanto tiempo sin saber nada de mí. Me cuenta algunas cosas de su vida, como que se ha cambiado de trabajo.
Aprovecha la ocasión para adjuntarme unas fotos de una sobrina suya que ha nacido hace unos 5 meses, y que yo no he llegado a conocer.

No sabía qué hacer, si responder o no, y en caso de hacerlo qué decirle.

Y si, aun teniendo las cosas tan claras como parece que las tengo me dejé llevar por el engaño de mi inconsciente y caí, si, caí en sus redes y le respondí el email. Nunca debí hacerlo...

Le respondi diciéndole que su sobrina era muy guapa, que me alegraba mucho de su nuevo trabajo. No le conté nada de mí.
Él no tardó en contestarme tal solo unas horas después: sin titubeos me pregunta qué cómo estoy. Y nada más.
Yo me limité a contarle que en mi trabajo las cosas iban bien. Y nada más. No quise explicarme cómo me las cosas. Eso me lo reservo para mí...

Mientras tanto, mi inconsciente ha hecho de las suyas: me ha hecho creer que tengo posibilidades de volver, que quizás él se lo está pensando y quiera regresar a mi lado de ahí que me haya escrito... es decir, que he volado como hacía mucho tiempo que no me pasaba, me he inventado una historia yo misma y de ahí a la órbita de plutón...

Pero no, la realidad me ha devuelto a mi sitio: desde que le respondí este último email no he vuelto a saber nada más de él. Simplemente ha desaparecido... Y yo me he quedado destrozada y hecha polvo...

Conclusión?, hoy he aprendido una nueva lección: jamás responder a sus mensajes...

martes, 20 de mayo de 2014

El tiempo pasa...


Como cantaría Serrat: "El tiempo pasa..." y si, ya han pasado más de 9 meses desde que mi pareja decidió dejarme.
Últimamente no escribo mucho, no por falta de ganas, sino de tiempo.

Comenté hace algunas semanas que me notaba de bajón, desanimada, y que tenía que tomar medidas, pues es precisamente lo que he hecho, aunque esto me ha supuesto no contar con demasiado tiempo libre...
Cierto es que me doy mis tiempos para pensar sobre lo que ha pasado, ya que no quiero que esto enmascare el proceso de duelo que estoy llevando.


Durante estas semanas de ausencia, además de hacer un gran esfuerzo por continuar con mi vida, darle un nuevo sentido, construir mi nuevo camino sin él, también han pasado algunas cosas.
Contra todo pronóstico mi ex ha parecido, y me gustaría dedicar el próximo post a comentar lo que pasó.

Creo que será de gran ayudar para muchos, más teniendo en cuenta lo que me ha pasado a mí.
Escribiré con más tranquilidad.

viernes, 11 de abril de 2014

Ocho meses...

Ocho largos meses han pasado desde que mi ex decidió dejarme.
No tengo noticias de él.

Parece increíble que después de tantos años de relación, ahora ni siquiera aparezca. Simplemente se esfumó.

Esto me hace plantar algunas incógnitas para las que seguramente nunca obtenga respuesta: si su reacción ha sido esta, entonces, eso quiere decir que llevaba tiempo dándole vueltas al dejarme. Pero cuánto tiempo?...

Cuánto tiempo ha estado él desenamorado de mí?, planeando el romper conmigo?, cuántas mentiras habrá habido durante ese tiempo?...
Cuántas veces yo habré hecho plantes de futuro, mientras tanto él estaba pensando en la ruptura?...

No tengo respuestas para esto. Unicamente sé, que llevaba unos 3 ó 4 meses literalmente "peléandose consigo mismo" para mantener la relación. O eso fue lo que me dijo.

Ocho meses después siento el abismo de su ausencia, siento su lejanía... Y sobre todo, la imposibilidad de poder hacer algo para cambiar esta situación.

A medida que pasa el tiempo, siento que bajo poco a poco por unas escaleras hacia el sótano. Cada vez veo más oscuridad a mi alrededor.

Es evidente que ante esta situación, debo cambiar de actidud. Esta actitud negativa no me está haciendo ningún bien.
Comencé con mi cambio de hábitos, dedicando el tiempo que mi ex se llevaba a otros menesteres, pero el dolor y la tristeza siguen ahí.

Estos ochos meses han sido de reflexión y de adaptación a la nueva situación. Ahora toca un cambio.

miércoles, 2 de abril de 2014

Todavía sigues con eso?...

Esta es, sin duda, la pregunta más extendida cada vez que saco el tema de mi ex... Y es la pregunta más odiada por mí.

Por qué la gente no es capaz de entender por lo que estoy pasando?, por qué no son capaces de ponerse en mi piel?...

Me hace daño escuchar esta frase cuando comento que me está costando superar la ruptura, y que sigo haciéndome preguntas una y otra vez sin poder obtener respuestas.

Es evidente, que ante esta cuestión, la persona que tengo al otro lado no tiene la capacidad de entender el motivo por el cuál me siento así.
Es probable que esta persona jamás haya pasado por una ruptura, y si lo ha hecho, su ex no significaba mucho para ella.
Es evidente que la otra persona no ha pasado por una situación de duelo como estoy pasando yo en estos momentos.

Lo peor de todo es que no tengo respuesta para esta pregunta. O en realidad, no tengo ganas de dársela.
Es normal que después de una ruptura pasemos por una situación muy difícil y complicada para poder superar el dolor que nos han producido.
La mayoría lo entenderán, sobre todo al principio de la ruptura, pero después... querido amigo, siento decirte que a nuestro lado siempre se mantendrán los incondicionales!. Los demás dejarán de apoyarnos poco a poco y nos lo harán saber soltando este tipo de frases...

Consejo?, hay que alejarse de estas personas. Simplemente no nos ayudan. A estas personas no hay que contarles nada.
Lo que nosotros necesitamos en estos momentos es apoyo y una palmadita en la espalda para poder salir adelante, lo que no nos aporte nada, yo lo tengo claro: sobra.

jueves, 27 de marzo de 2014

La actitud de la familia...

Durante los 6 y medio de relación que he tenido con mi ex, he estado muy unida a su familia.

Seis años dan para mucho, por lo que yo fui testigo de cumpleaños, bodas, nacimientos, muertes... de la familia de mi ex.

Siempre me han tratado como a una más, y yo me sentía muy a gusto con ellos.
He pasado fines de semana enteros en su casa, vacaciones...

Y es precisamente por todo esto, por lo que no entiendo la actitud de su familia. Simplemente han desaparecido.
Mi ex me ha dejado, se lo comunica a ellos, les dice que estoy muy mal y lo que recibo por su parte es un silencio. Sencillamente no lo entiendo...

Una cuñada suya le dice que me llamará, para saber qué tal estoy, y mi ex la anima a hacerlo, ya que cree que me hará muy bien. Han pasado casi 8 meses y aun sigo esperando esa llamada...

Pero, qué está pasando?, por qué la familia actúa así?, por qué no me llaman para preguntarme qué tal estoy?... A mis ojos y siendo objetiva, parece que han borrado de sus mentes estos últimos 6 años. Mi ex me deja y automáticamente ya no soy nada para ellos.

A una conocida mía le sucedió lo mismo hace un año, cuando ella dejó a su pareja.
Después de 10 años de relación, no entendió porqué la familia de él no se había puesto en contacto con ella para saber qué tal estaba. Simplemente desaparecieron.

Quiero pensar que la gente actúa así porque no saben qué hacer, no quieren meterse ni involucrarse en un tema espinoso y delicado. Su objetivo es mantenerse al margen de la ruptura.
Y por eso es que nosotros lo percibimos como que están distantes.

También juega un papel fundamental lo que nuestro ex les haya contado sobre nosotros o sobre la ruptura, si hemos salido mal parados en sus comentarios, ellos evidentemente se pondrán de parte de nuestro ex.
Y esto si que no lo podemos controlar.

Yo había pensado en llamarles en alguna ocasión para darles las gracias por todo lo que han hecho por mí en estos últimos años. Sin embargo, pensándolo friamente, considero que deberían ser ellos quienes tienen que ponerse en contacto conmigo, que sé de sobra que no lo harán, pero es lo que les corresponde. Y no a mí, que soy la persona dejada, la que se ha llevado el palo...

viernes, 21 de marzo de 2014

La imposibilidad de amar...

Al principio ni lo pensaba, y ahora que me lo planteo me da cierto pánico.

Me refiero al hecho de rehacer mi vida, a conocer a otra persona, a volver a enamorarme...

Si, mi ex se ha marchado, se ha ido porque ha querido, pero eso no significa que yo no tenga derecho a volver a conocer a alguien.

Lo que sucede es que después de una ruptura, uno sale escaldado y muy dolorido.

Además, o por lo menos en mi caso es así, pienso que si una nueva persona entrase en mi vida, va a ocupar un espacio que en realidad no le corresponde, sino que ese lugar le corresponde a mi ex.
Esto lo que quiere decir es que aun no estoy preparada como para iniciar una nueva relación.

Soy de la idea de no comenzar una nueva relación hasta que no se haya sanado la herida de la anterior ruptura, y eso, querramos o no, lleva su tiempo y su proceso.

Hace muchos años, en una ruptura anterior, me vi en esa situación: A los 6 meses de que mi ex me dejara, me vi en la triste situación de estar besándome en el asiento trasero de mi coche con un chico al que apenas conocía y por el que no sentía absolutamente nada. Sólo lo hice por llenar el vacío tan grande que me había dejado mi ex...
Cuando me di cuenta de la situación, me sentí tanta triste, sola y desdichada, que preferí no continuar y pedirle a esta persona que se bajara de mi coche...

No quiero que se repita de nuevo esta experiencia.

Soy consciente de que me he construido una armadura que protege mi corazón, ahora dolorido y maltrecho, que hace que mis sentimientos estén a salvo de posibles golpes.
He contruido mi armadura de la mejor manera que he podido, he intentado que gruesa y resistente, y eso hace que me sienta muy segura y tranquila: nadie me hará daño.

Pero esta armadura tan gruesa, me aleja de poder sentir nuevamente, ya que no permite que una nueva persona entre en mi vida.
Soy plenamente consciente que esta armadura algún día tendrá que caer. Tendré que ser capaz de destruirla para poder volverme a enamorar. De lo contrario y con el tiempo, mi corazón se convertirá en algo seco, frío y seguramente tender problemas para volver a sentir con plenitude y normalidad.

El duelo lleva su tiempo, y debo ser paciente para conseguir mi recuperación, que sera lo que me permita el poder rehacer mi vida sentimental si llegado el caso me interesa hacerlo.

Mi armadura aquí sigue, brillante y reluciente, aún se sigue construyendo día a día, y espero que en un futuro no muy lejano, yo sea capaz de llenarme de fuerzas e ir rompiéndola poco a poco, agrietándola y debilitándola hasta romperla por completo.

miércoles, 5 de marzo de 2014

La decepción...

Ahora que han pasado unos cuantos meses desde mi ruptura, me hago muchas preguntas y me cuestiono situaciones vividas.

Mi relación no fue fácil. Nunca lo fué, ni siquiera al principio. Hubo algunas dificultades externas a nosotros que hicieron que estar con mi pareja fuera complicado.

A nosotros nos separaban varios kilómetros de distancia, y una situación familiar mía que hacía que todo fuera un poco más difícil.

Yo, pese a todo, siempre me animaba pensando que algún día podríamos juntarnos en una ciudad, vivir bajo un mismo techo, en definitiva, labrarnos un futuro en común.

Yo hacía planes, supongo que él también, mirando y buscando la manera de poder juntarnos. Aunque en muchas ocasiones me desanimaba viendo que el tiempo pasaba y pasaba y la cosa parecía no resolverse.
Yo, pese a todo, nunca fallé, siempre estuve allí.

De todos aquellos sueños, planes y proyectos de futuro, ya no queda nada. Tan solo las cenizas de lo que un día fue una relación llena de ilusión. Y eso me produce tristeza, desengaño, pero sobre todo, la sensación de estafa y decepción.

Por qué cuento todo esto?. Porque seguramente, si llevas el mismo tiempo que yo de ruptura, estarás con esa sensación en la boca.

El sentimiento de decepción, desde mi punto de vista, es bueno. Por qué?, porque cuando se siente decepción se sabe que la ruptura ya no tiene marcha atrás.
Se analiza y se sopesa lo que cada uno ha puesto en la relación, se ven las cosas con mayor objetividad, ya nuestro ex no es ni tan bueno ni tan malo, y nosotros ya no somos ni las pobres víctimas dejadas ni los malos de la película.

Con este sentimiento, parece que las cosas se ponen en su sitio. Cada uno asume (dentro de nuestra mente) el papel que verdaderamente le corresponde.

Es absolutamente normal llegar a este punto, al de la decepción. Uno siempre apuesta por una relación, pone sus ilusiones y sus ganas, sin embargo, la realidad nos dice que todo lo que hemos hecho no ha servido para nada.
Ese es el sentimiento que tengo yo: todo para nada.

De momento, y porque es lo que me toca, seguiré analizando, masticando y digiriendo esta decepción. Seguiré meditando sobre lo mucho que di, y lo poco que recibí... Quizás aprenda algo para la próxima vez...

martes, 4 de marzo de 2014

Siete meses después...

Pese a que he seguido todas mis pautas para alcanzar la recuperación, he de decir que he llegado a los 7 meses de ruptura sin haber alcanzado al 100% mi objetivo.

Siempre me imaginé que, una vez transcurrido más de medio año, llegaría a este punto del camino sintiéndome mucho mejor.
Pero no, no ha sido así.

Hoy puedo decir que mi ruptura no la tengo 100% superada. Aún queda trabajo por hacer. Y eso me desanima mucho, porque el llegar hasta aquí me ha costado lo suyo...

Quizás es que mi método de contacto 0, de cambiar hábitos, de hacer limpieza... no funciona?... Tal vez me esté equivocando, pero creo que no, que mi teoría es la acertada... simplemente que necesito un poco más de tiempo, mi mente necesita aceptar y asimilar que mi relación se ha roto y que no tiene marcha atrás...
Pero es tan difícil!...

Durante estos últimos meses he pasado por diversas situaciones: tristeza, rabia, ira, culpa... mucha sensaciones, muy confusas y dolorosas para mí...
Como bien describí no hace mucho tiempo, esto es una montaña rusa, y desgraciadamente se ha convertido en mi tónica habitual.
Ya he comenzado a acostumbrarme a los cambios de humor, a sentirme bien unas semanas si y otras no... Y aunque sé que tengo que seguir trabajando duro para salir este bache, y es precisamente este punto el que me tiene un poco desanimada, intento pensar en cómo iba todo hace meses atrás, cuando hacía poco tiempo que mi ex me había dejado, cuando pasaba noches y noches enteras sin poder dormir, cuando la pena me llenaba el pecho de tal manera que no podía ni respirar... y tantos y tantos etcéteras... que prefiero no acordarme.

Ahora que ha pasado el tiempo, si, aún quedan cosas por hacer, pero es evidente que he avanzado, y mucho.
Lo que sucede es que tengo la sensación que al principio de la ruptura notaba las mejoras muy rápidos, avances enormes, pero que ahora se han ralentizado, o no son tan espectaculares como al inicio...
Quizás tenga que saber que los progresos a partir de ahora irán un poco más lentos, pero seguirán produciéndose.

Es importante que no me estanque en ninguna fase (rabia, culpa...), porque de lo contrario no seré capaz de superar este duelo amoroso...

De momento siento mucha rabia contra mi ex. No en la misma intensidad como hace tiempo atrás pero si lo sigo notando...
Tal vez tenga que aferrarme a la idea de que pasito a pasito las cosas van yendo, que aunque todo está caminando más lento de lo esperado, si es cierto que no he vuelto atrás.
No sé qué decir. Me hubiera gustado llegar a este punto y decir que lo he superado, pero no, tengo que decir que aún me queda trabajo por delante...
Pero pese a esto debo llenarme de energías para seguir luchando, más que nada porque no me queda otra opción... no hay otra solución...

De mi ex no sé absolutamente nada desde hace muchísimo tiempo. Parece increíble cómo una persona que ha sido tan importante en nuestra vida, ahora se muestre esquiva y distintante... Increíble... Sin embargo, evito el venirme abajo con este pensamiento que no deja de macharme la cabeza día y noche, con esa sensación de que a mí ex ya no le importo absolutamente nada.
Prefiero pensar que él ha decidio dejarme mi espacio para no haberme más daño... No sé si es verdad, pero me evito más sufrimiento del que ya llevo a mis espaldas... Y de momento, esto me ayuda...





viernes, 21 de febrero de 2014

El enemigo en casa...

Uno nunca llega a comprender del todo porque un ex habla mal de uno/a, sobre todo si uno se ha portado bien.
Es difícil entender cómo es posible que una persona, con la que se ha compartido tanto, se ha sentido con tanta intensidad... ahora se dedique a hablar mal de nosotros, o a decir cosas que no son verdad.

Por suerte, no he vivido esta situación ni en esta ruptura ni en la anterior.
Aunque evidentemente desconozco si están hablando mal de mí en la actualidad... Nunca se sabe!.

Si personas cercanas a mí han vivido esta situación. Y es terriblemente desagradable. Sobre todo cuando meten en el medio de la historia personas cercanas a nosotros a quienes queremos y que no tienen nada que ver con la ruptura.

Creo que para poder hacer frente a esto primero hay que saber porqué sucede.
No es que sea una experta en la materia, pero como este blog lo he abierto para hacer mis reflexiones, opino lo siguiente:

Estoy segura que a la vez que nosotros pasamos por un duelo, nuestro ex también. Y es lógico y normal que ellos también sientan las fases, como el odio, la ira, el dolor...
Cuando uno siente ira, es difícil el poder controlarlo, y qué mejor que descargar con los amigos??...

Si a nuestros oídos llegan malos comentarios a través de amigos o familiares, creo que lo que deberíamos hacer es hablar con nuestro ex.
Y lo mejor es hacerlo por teléfono. Evitando en todo momento el quedar personalmente con él o ella, ya que eso podría hacernos mucho daño.
Si no te atreves a llamarle, un email es una Buena solución, siempre teniendo en cuenta que en ningún caso podemos tener como objetivo único el querer volver o iniciar un nuevo contacto con nuestro ex.

Hay que aclararles que esto no puede continuar así, que comprendemos la situación pero que no nos merecemos que hablen de ese modo de nosotros.
El hecho de que estemos delatándole hará que se sienta ridículo y recapacite.
Puede que continue en sus trece de querer seguir hablando mal de nosotros, insisto cuando falta motive para ello (infidelidad, engaño, mentiras...), pero nosotros en ese caso ya no deberíamos hacer nada más.
Nosotros ya le hemos avisado, decírselo una vez más, hará que sigamos manteniendo un contacto que a la larga no sera nada beneficiosa para nosotros.

Por otro lado, es necesario hablar con las personas implicadas (amigos o familiares) para que comprendan lo que está pasando.

A una amiga muy cercana a mí le sucedió que su ex no dejaba hablar mal de ella, y hablándolo las aguas se tranquilizaron.
Muchas veces son el fruto de no haber tratado determinados temas en el momento de la ruptura.

En el próximo post comentaré cómo me siento después de 6 meses de ruptura...

lunes, 17 de febrero de 2014

Cómo nos repartimos los amigos?...

Es lógico, que si hemos estado un tiempo que nuestra ex pareja, se compartan amigos.
Incluso es probable que se conocieran de antes de empezar la relación.

También es lógico que los amigos, ante la situación de la ruptura no sepan muy bien cómo reaccionar: "con quien me voy?", "sera bueno que me junte con él o ella y no tener problemas con el otro?"... Es un periodo de incertidumbre, que cada cual intenta llevar de la mejor manera posible.
Cuando los cambios se producen de manera repentina, o los cambios no son para mejor, se necesita un tiempo de adaptación.
Nosotros, los dejados, también estamos pasando por ello y nuestros amigos no serán la excepción, sobre todo si también son amigos de nuestro ex.

Es absolutamente normal que al principio de la ruptura, nos molesten las actitudes nuestros amigos. Tenemos la sensación que nos ocultan cosas, que saben algo que no nos quieren decir... Es probable que así sea, pero también debemos respetar su postura de no querer meterse.
Y es lo mejor.

Es infantil e inmaduro pretender que nuestros amigos se decanten por nosotros, poniéndoles en contra de nuestro ex y hablándole mal de él o ella.
No lo olvides!, ellos están al margen de esto!.

Una cosa muy diferente es que compartas tu malestar con ellos, que te desahogues y hables de lo que sientes ante tu duelo y otra bien distinta  es hablar con ellos con la intención de llevártelos a tu terreno.

Nuestros amigos deben decidir por sí solos con quien quieren estar.

Seguramente te lleves más de un enfado con alguno por haber elegido ser amigo de tu ex cuando primero fue amigo tuyo. Puede sentar mal, y es lógico, pero tu amigo decidió. Y tú tendrás que respetarlo.

En el próximo post hablaré de qué hacer cuando nuestro ex habla mal de nosotros con los amigos...

martes, 28 de enero de 2014

Podemos ser amigos?...

Estoy segura que en más de una ocasión, una vez se ha producido la ruptura, te han propuesto amistad.
A mí me lo han propuesto, no en esta separación, pero si en una anterior.

Es normal que ante tal propuesta, y viendo que perdemos a la persona amada, aceptemos.

Sin embargo, estoy segura que si has caído en la trampa, más pronto que tarde te habrás dado cuenta que fue un error.

Realmente se puede ser amigo de un ex?. Difícil respuesta. Teniendo en cuenta que no soy una expert en la material, y que únicamente puedo hablar de mi propia experiencia, tengo que decir que la respuesta es si y no.

Si la ruptura se ha producido de mutuo acuerdo, sin malos rollos y pasado un tiempo prudencial, si, te digo que si se puede plantear una amitad, siempre y cuando se tenga claro que no se quiere volver con la otra persona y que no existe ningún tipo de sentimiento por ambas partes.
Como habrás podido ver, se tienen que dar varias circunstancias, que en la mayoría de los casos es complicado que se cumplan.

En una ruptura anterior, se me presentó la ocasión de ser amiga de mi ex. Él me lo planteó nada más romper.
Por suerte, tuve las ideas muy claras en ese momento, y le dije que no, que yo no quería ser su amiga. No me interesaban las migajas de lo que un día fue una bonita historia de amor. Ahora me ofrecía las sobras, el tiempo que le sobraba... y yo no estaba dispuesta a eso.
Esta decision me acarreó un enorme dolor al principio, y me costó asumir que el no aceptar su proposición supondría el corte dinifitivo de la relación con él. Pero a la larga lo agradecí, porque el no saber nada de él me ayudó a elaborar mi duelo mucho más rápido y con menos dolor.

Si por el contrario hubiese aceptado esa "amistad", hubiera tenido fecha de caducidad.
En primer lugar, porque para el dejado el aceptar una relación de amistad es una posibilidad de poder recuperar a la persona amada. En realidad, nos estamos autoengañando.
Y para el dejador, es una manera de mantener a la otra persona sin perderla, pero sin estar con ella... o lo que es lo mismo: egoismo.
La persona que deja tiene que aceptar que ha perdido a alguien, que ya no la tiene... pero si propone una relación de amistad ya no tiene que pasar por ese trago de "perder", asique se posiciona en una lugar muy cómodo: "no estoy contigo porque no quiero, pero tampoco te pierdo".

Por eso es importante que tengamos muy claro que una vez que una relación se ha roto ya no se debe volver. La historia se acabó.
Si mantenemos una relación de amistad con nuestro ex, aún habiendo sentimientos de por medio, lo que terminamos hacienda es alimentar un possible regreso futuro que seguramente nunca se producirá.
Con total probabilidad saldremos muy lastimados de esta situación.

Debes tener en cuenta que si a partir de ahora tu ex es tu amigo, te enterarás de cosas que preferirás no saber, como por ejemplo que ha rehecho su vida con otra persona, o que está buscando pareja, o que ha cambiado radicalmente su manera de vivir.

No faltará mucho para que aparezcan los celos, los reproches, y las tensiones, que provocarán una ruptura definitiva de esa relación.

Lo mejor ante esto, es asumir que la relación se ha roto y que debemos comenzar nuestra etapa de duelo, dura, desagradable... mucho menos atractiva que el ofrecimiento de amistad de nuestro ex, pero en definitiva mucho más sana y constructiva.

jueves, 23 de enero de 2014

Su silencio...

Aunque el contacto 0 es nuestra mejor herramienta para poder supercar una ruptura, si es normal que su silencio nos haga daño. Incluso a pesar, de haber sido nosotros los que hemos pedido tiempo y distancia con nuestro ex...

Después de casi 6 meses de ruptura, no tengo noticias de él, simplemente, ha desaparecido.
Uno siempre espera que, después del tiempo compartido y vivido juntos, nuestro ex muestre un poco de respeto e interés. Pero no siempre es así.

Es difícil responder qué está pasando, y es normal que nos planteemos a nosotros mismos si nuestro ex ya está con otra persona o si ya lo ha superado.

En realidad lo que está sucediendo, es que nuestro inconsciente está haciendo de las suyas otra vez. Necesita imperiosamente saber que aún somos importantes para nuestro ex, porque eso significa la posibilidad de un regreso futuro, una posibilidad de una reconciliación... Pero nuevamente: nos estamos engañando.

Sabemos que si esta persona ha decidido no estar con nosotros, es porque no nos quiere, porque no nos quiere a su lado. Y debemos respetar su decision y nosotros ser capaces de elegir nuestro propio camino.

Es lógico y normal, y a mí me ha pasado, que veamos su silencio como un desinterés por su parte. Pero analicemos:

1. Si hemos sido nosotros quienes les hemos pedido que nos dejen tranquilos, que no contacten con nosotros, no tenemos derecho a quejarnos. Ellos nos están dejando nuestro tiempo y nuestro espacio, nos están dejando que curemos nuestras heridas. Lo que no significa que ellos no lo estén pasando mal o no les haya dolido nuestra decision de contacto 0.

En este sentido, es lo mejor que nos ha podido pasar. Nos respetan, nos dejan el tiempo que necesitamos para poder superar el dolor que sentimos.
Aunque duela su ausencia, aunque nuestor inconsciente haga de las suyas, nosotros estaremos protegidos ante una situación de vulnerabilidad.
Piensa que si tu ex te llama, me envía emails o mensajes, no dejaré que elabores tu duelo correctamente, porque en realidad no está siendo una ruptura, no está habiendo separación... lo que hará que la cosa cueste mucho más de lo normal...

2. Que estén con otra persona. Es probable que así sea. Sobre todo si ya ha pasado tiempo o si esta tercera persona ha sido el motivo de la ruptura. Su silencio se deberá precisamente a eso, a que está con otra persona, la cual ocupa un tiempo y un lugar en su vida.
En este caso, seguramente nuestro ex ya elaboró el duelo mucho antes que nosotros, de ahí que nos lleve cierta ventaja.
Él o ella ya ha pasado por el proceso por el que estamos atrevesando nosotros ahora...
Este silencio es el más difícil de superar, porque sentimos que su ausencia también se debe a una indiferencia y a que está con otra persona.

Si tu ex está con otra persona, necesitarás de mucha fuerza de voluntad y energías para poder superarlo. No es fácil, y seguramente necesitarás de más tiempo que otro tipo de ruptura.

Ante el silencio de nuestro ex, la clave está en no sentirnos abandonados, como que no les importamos, sino darle vuelta a la tortilla y decirle a nuestro inconsciente que este silencio, que este distanciamiento por parte de nuestro ex, es el escenario perfecto para superar una ruptura, porque de lo contrario sería aún más complicado. Aprovechemos este silencio para hacernos más fuertes!!.

Una vez más os recuerdo que en este momento, todo lo que provenga de nuestro ex, no sera nada bueno para nosotros. Todo lo contrario, sumará más confusion, dolor y tristeza a nuetro proceso.

miércoles, 22 de enero de 2014

Te recuerdo...

Aunque ya he terminado mi etapa de limpieza, y he creado nuevos hábitos a mi rutina diaria, los recuerdos siguen estando allí... y los sentimientos, también.

Ya han pasado 6 meses desde que se produjo mi ruptura, y aunque avanzo, lo hago de una manera muy lenta, a veces incluso, tengo la sensación de volver para atrás, como si retrocediera en mi recuperación.
Tengo que asumir que este camino no es fácil, y aunque muchos consiguen superarlo en unos 6 meses más o menos, es evidente que a mí me costará un poco más, y tendré que ser más paciente.

Recuerdo muchas cosas de él, muchos detalles que le hacían único y especial: su manera de caminar, su olor, su voz, las pecas de su cuerpo, el modo en el que me hablaba...
Estos recuerdos, que aparecen en mi mente continuamente me hacen daño, porque me hacen tener presente que él no está conmigo.

Creo que esta parte de la recuperación es importante: tenemos que ser plenamente conscientes de su ausencia, y la única manera de hacerlo es sintiéndola.
Tengo que percibir su lejanía, su silencio, el enorme vacío que me ha dejado, debo sentirlo para poder seguir avanzando.
Solo sintiendo esa ausencia, nuestro inconsciente comienza a aceptar la nueva situación: él/ella ya no está con nosotros.

Y vosotros, qué recordais?...

martes, 21 de enero de 2014

Feliz cumpleaños!...

Y si, llegó su cumpleaños... Y me acordé.
Recuerdo que cuando estaba con él, esperaba ese día con mucha ilusión, pensando y rompiéndome la cabeza sobre qué comprarle...

Me hacía mucha ilusión ir tienda por tienda buscando el mejor regalo para él, imaginándome su cara de sorpresa cuando lo abriese.

Este año, sera el primer cumpleaños suyo que no estaremos juntos... Todo ha cambiado, todo es diferente, y yo tengo que asumir que él no está a mi lado por que así lo ha decidido.
He tenido que asumir que no habrá regalo este año, y que no pasaré este día con él, en definitiva, que sera un día como cualquiera, un día más en el calendario.

Sin embargo, yo sé que no es así, mi inconsciente me ha recordado nuevamente esta fecha...

Llevo días dándole vueltas en si enviarle un mensaje o no, evidentemente mi inconsciente está haciendo de las suyas, porque constantemente me dice que es lo mejor, que es tener un detalle con una persona con la que se ha compartido tanto, con la que tantas vivencias he tenido... y un largo etcetera que seguramente os sonorán.

Sin embargo, si lo pienso friamente, sé de sobra que felicitarle por su cumpleaños no sera nada bueno para mí, ya sea por email, por SMS o por teléfono. Las consecuencias sobre mí serán nefastas.
Escucharé su voz, esperaré una respuesta, estaré todo el día pendiente del correo o del teléfono... total, para qué?, si en el fondo yo sé que él no quiere volver conmigo. Y tengo que asumirlo y aceptarlo.

El contactar con él sera tirar por tierra todos mis esfuerzos de todos estos meses, volverá a tambalear mi ya delicada situación emocional.
Volveré a tener la misma sensación de espera, de ilusión, de esperanzas... de volver a su lado.
Y esto, no me hace ningun bien, y yo ahora mismo tengo que pensar en mí, en mi bienestar y trabajar duro para salir de este duelo, si no quiero que se dilate demasiado en el tiempo.
Contactando con él, corro el riesgo que no me conteste o que me responde algo que yo no espere, por lo que sera duro, muy duro de asimilar.

Amigos, si estáis en la misma situación que yo, en la que ha llegado una fecha señalada, seguid mi consejo: no contactéis. Llevar a raja tabla el contacto cero del que tanto os he hablado, es lo mejor, uno se cura en salud y evita falsas esperas.

Yo me mantendré en mi silencio, como hasta ahora, que de momento me ha venido muy bien...

miércoles, 15 de enero de 2014

El mensaje de Navidad...

Os juro que no me lo hubiera esperado ni por casualidad...
Seguramente os habrá pasado a vosotros tambien...

Mi ex me ha enviado un mensaje felicitándome la Navidad... y qué tiene eso de raro?, pues que no me lo ha enviado el chico del que os hablo aquí en el blog, sino que me lo envió un ex que me dejó hace más de 6 años...

No tengo ningún contacto con él desde hace más de 5, y cuando digo ningún contacto es ninguno!. Él me dejó y desapareció de mi vida... Aquello me dolió muchísimo, y fue precisamente por ello por lo que al recibir un mensaje suyo el día de Nochevieja casi me caigo de espaldas...

En este mensaje me desea feliz año nuevo, y me dice que espera que pase una buena noche. Nada más. Después de más de 5 años sin saber nada de mí, no me pregunta ni cómo me van las cosas, ni cómo estoy... no me pregunta nada.

La primera sensación que he tenido ha sido de sorpresa: no me podia creer que esta persona apareciera después de tanto tiempo de silencio...
Aunque intenté pasarlo bien, cierto es también que estuve toda la noche dándole vueltas a la situación: por qué aparece?, que quiere?, por que me envia este mensaje?, se habrá equivocado de destinatario?... Por suerte estaba a mi lado un amigo, quien leyó el mensaje y me sacó de toda duda: "no, no se ha equivocado de destinatario, se nota que se este mensaje va directo a ti".

Pasé varios días revuelta por aquel mensaje, y esto me ayudó a llegar a las siguientes conclusiones:

1. Si en 5 años no se ha interesado por mí, y cuando lo hace ni siquiera me pregunta que tal estoy, es evidente que no le importo.

2. He dejado un buen recuerdo en él, de ahí que haya aparecido.

3. Los duelos presentes abren duelos pasados, por lo que si después de tantos años ha reaparecido, eso significa, muy probablemente, que su relación con la otra chica o se ha roto o no va bien, porque de lo contrario no tiene ningún sentido acordarte de una ex que dejaste hace tiempo.

4. Como no me pregunta nada, pues decido no responderle. Leo el mensaje y me doy por informada. Además, en los días sucesivos tampoco ha mostrado ningún interés en mi silencio.

Cuando se reciben estos mensajes en los que no preguntan absolutamente nada, lo mejor es no responder. Ya hablé de los motivos que empujan a un ex a aparecer. Y como ya os dije, nunca nada bueno para nosotros...

Tengo que tener claro que debo protegerme, que ahora me encuentro en una situación muy vulnerable, en la que cualquier tontería me hace daño...

Ahora que han pasado unos 15 días desde que recibí aquel mensaje, recién ahora parece que me encuentro mejor, y es que esta felicitación (si se puede llamar así), no ha podido aparecer en el peor momento: situación post-ruptura para mí, justo en las fechas navideñas que siempre remueven, y además trae al presente recuerdos pasados vividos...
Dejé sentir tristeza un par de días, pero después todo volvió a su cauce.

En cuanto a mi ultimo ex, no sé nada. Y prefiero que sea así, el haber aparecido hubiera empeorado mucho más cosas.

En el próximo post hablaré de cómo creo que él está viviendo la ruptura.

miércoles, 8 de enero de 2014

La ira...

Si hasta hace no mucho tiempo tu ex pareja era el amor de tu vida, ahora se ha convertido en la persona que más odias en el mundo... Le deseas el peor de los males, que viva un auténtico infierno, que su vida sea un calvario...

Lo comentaba en el post anterior: estoy sintiendo odio hacia él. Me es complicado explicarlo, porque yo he sentido mucho amor, mucho cariño y afecto hacia mi ex. Jamás pensé que pudiese odiarle... Pero es así, hoy lo odio.

Y por qué este cambio de actitud hacia él?... Simple, en realidad, lo que se está pruduciendo es una reacción ante el sentimiento de tristeza, depresión, decepción... que su decision de romper me ha producido.

Me explico. Él decide romper la relación, sin darme opciones a solucionar lo nuestro. Es evidente que yo no estoy de acuerdo con el camino que él ha decidido tomar, pero como no me queda otra que aceptarlo, ésta me produce una enorme tristeza. Sin embargo, pasado un tiempo, superada o no esta situación, mi estado de ánimo se refuerza y ante el daño que estoy sufriendo, despierta en mí ese sentimiento de odio e ira hacia mi ex.

Sentir odio hacia nuestro ex es absolutamente normal. Es parte del proceso.
Nuestros familiares y amigos sentirán, por desgracia esta etapa: malas contestaciones, malas caras, perderemos la paciencia con facilidad... Ante esto lo mejor será hablarlo con ellos cuando se produzcan estas explosions incontrolables. Seguro que lo entenderán.

En realidad, y analizando la situación, no seremos nosotros, será nuestro inconsciente que, avanzando en el duelo, se manifestará descontento con la etapa que le ha tocado vivir.
Habra que darle tiempo y paciencia para que se vaya acoplando.

De todas las etapas del duelo, esta será la más evidente, pero lejos de dejarnos tirados en la cama sin fuerza y con desganas como la tristeza, nos sentiremos llenos de energía para romperle las piernas a nuestro ex.

Como el sentimiento de odio es irrefrenable y hasta cierto punto sano y normal, no tendremos otra opción que pasar por ello. Os dare algunas claves para pasar por esta etapa de la mejor manera posible:

1. No contactes con tu ex. Aunque te enteres que está con otra persona, aunque lleguen a tus oidos noticias que te revuelvan el estomágo. No lo/la llames, ni le envies mensajes... Este no es un buen momento para ello. De tu boca saldrán cosas de las que luego, una vez superada esta etapa, podrás arrepentirte...
Por otro lado, pondrás de manifiesto que eres una persona despechada.

2. Descargarte del odio que sientes es una buena formula, es más, yo diría que hasta necesaria: Habla con tu familia y amigos de la ira que tienes, echar por la boca los demonios ayuda mucho.

3. La descarga física del odio también puede ser una buena opción. Ponerte a darle patadas a un saco, echar a correr hasta que no puedas más... puede ser un buen modo de liberar la tension.

En cualquier caso, no debes preocuparte si te encuentras en esta fase, o si aun no has llegado, que puedas llegar a sentirla. Significa que seguimos avanzando...

Por mi parte, y a sabiendas que llevo tiempo sintiendo todo esto, por el momento opto por echar pestes contra él a familiares y amigos. Los tengo fritos ya!. Pero me está ayudando... Aunque creo que en breve empezaré a darme unas buenas vueltas al parquet hasta que no pueda más...